Värde pierde al directivo clave del fondo en España en plena venta de La Finca

Värde Partners, uno de los fondos oportunistas más activos en el mercado inmobiliario español, acaba de perder al hombre que gestionaba sus millonarias inversiones en España. Según han confirmado varias fuentes, Héctor Serrat, máximo responsable de la oficina del ‘private equity’ en Madrid, abandonará la firma en los próximos días después de haber administrado unos 1.500 millones de euros en adquirir activos procedentes de bancos, como Aliseda, la división de ‘real estate’ del Banco Popular, o inversiones como La Finca, Aelca y Vía Célere.

La salida de Serrat, un experto reconocido en el sector por su capacidad para comprar activos a buenos precios, ha sido pactada de mutuo acuerdo con el fondo estadounidense. El directivo llevaba ocho años en el 'private equity', cuya primera gran operación en España fue la adquisición de la inmobiliaria del Banco Popular por unos 800 millones. Una sociedad con más de 15.000 millones de activos fallidos que posteriormente vendieron a Blackstone cuando el Santander se hizo con la entidad quebrada en el verano de 2017.

Entre medias, Värde Partners se quedó con Aelca y con la promotora de la constructora San José, así como con una cartera de activos no residenciales de Parquesol. También tomó una participación del 40% en La Finca Global Assets, la compañía tenedora de edificios de oficinas cerca de la urbanización de lujo La Finca, y se hizo con el control de Wizink, la filial de tarjetas de crédito del Popular.

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Serrat ha trabajado en estas operaciones mano a mano con Tim Mooney, que fue ascendido a la sede europea de Londres. Según fuentes del sector, ambos han hecho ganar mucho dinero a Värde Partners, pero algunas de las últimas operaciones han encallado, como la posible venta de Wizink y la de Vía Célere, la gran promotora comprada a Antonio Gómez-Pintado, con el que rompieron su alianza de forma sorpresiva en 2019.

Vía Célere, fusionada con Aelca, tiene activos inmobiliarios por 2.500 millones y una deuda de unos 800 millones, mientras que Wizink se ha visto salpicado por la comercialización de las llamadas tarjetas 'revolving', lo que le ha supuesto un duro golpe reputacional por las demandas de los clientes y las sentencias por usura de los tribunales. El fondo se ha visto forzado a paralizar la desinversión de este banco, por el que llegó a pedir unos 1.500 millones en 2019.

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Su próximo objetivo es desprenderse de su participación en La Finca Global Assets. Las dos partes, que mantienen una buena relación, ya han activado la cláusula de divorcio y se han dado hasta el primer trimestre de 2022 para cerrar un acuerdo.

Fundada en 1993 y con sede en Minneapolis (Estados Unidos), Vardë Partners invierte capital en todo el mundo a través de múltiples estrategias. Entre las principales actividades del fondo, se encuentran el capital riesgo y opciones sobre activos. El grupo trabaja con una amplia gama de activos con sedes en Minneapolis, Londres y Singapur, así como oficinas secundarias en otras ciudades del mundo, entre las que se encuentra Barcelona.