Bankia cierra el grifo a financiar las renovables con más riesgo en plena fusión con CaixaBank

Se confirman los peores augurios del sector renovable. Según diversas fuentes financieras, Bankia ha decidido dar un paso atrás y restringir la concesión de financiación a los proyectos de nuevas infraestructuras de energías limpias cuyos ingresos dependen únicamente del mercado eléctrico mayorista, conocido como 'pool'.

La cuestión no es baladí, ya que Bankia es actualmente, junto con Banco Sabadell, la entidad que está liderando el desembolso de fondos para levantar parques de energía eólica y fotovoltaica que no cuentan como respaldo a su facturación con un contrato de venta de energía a largo plazo, conocido en la jerga sectorial como PPA ('power purchase agreement'). Se trata de una garantía imprescindible para algunos bancos, ya que da seguridad frente a los ingresos del mercado eléctrico, muy volátil y que se ha hundido durante los meses de la pandemia, aunque algunas consultoras creen que puede dar mayor rentabilidad que los PPA en el largo plazo.

Las fuentes consultadas confían en que otros actores ocupen el hueco que Bankia ha decidido dejar. Pero la situación complica la financiación de los proyectos más arriesgados, ya que sin el banco, cuyo máximo accionista es el Estado en los préstamos sindicados, entidades como Sabadell o Abanca no pueden asumir más exposición en este segmento. No obstante, otras entidades extranjeras e incluso fondos de inversión, cuyo nivel de tolerancia al riesgo es superior, se están interesando por participar en la concesión de estos créditos, detallan fuentes financieras.

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El temor a que esto acabara sucediendo se suscitó tras conocerse que Bankia y CaixaBank negociaban su fusión, a principios del pasado mes de septiembre. Con la entidad de origen catalán liderando la operación, muchos actores implicados en el sector de las energías limpias pensaron que la posición del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri podría diluirse.

CaixaBank también es un actor relevante en el desembolso de fondos para energías renovables. Sin embargo, siempre ha mostrado una mayor aversión a aquellos proyectos más arriesgados. Aunque hasta que no se consume la fusión en 2021 la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar no tiene capacidad de mando sobre Bankia, las fuentes consultadas creen que podría tratarse de una decisión influida por la filosofía que CaixaBank tiene hacia los créditos en renovables.

De hecho, Caixa siempre ha sido un actor más tímido en lo relativo a las energías limpias. En ese contexto es en el que algunos explican que su jefe de Energía en los últimos años, José María Arzac, haya decidido apearse del banco e incorporarse al proyecto de Q-Energy, uno de los actores más destacados en el M&A energético de España.

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Ahora, la duda es qué sucederá con el actual equipo de financiación de renovables de Bankia, liderado por Jörg Hahn. Respecto al paso atrás, fuentes de Bankia se limitan a decir que este año ya ha cumplido el presupuesto para la financiación de proyectos de renovables y que se han firmado algunos que estaban en proceso. La firma participó en el proyecto eólico de Enlight, donde lideró el crédito con Banco Sabadell.

Esta estructura se ha repetido en algunos otros proyectos como el de Elawan (antigua Gestamp Renovables, que acaba de ser vendida a la japonesa Orix), en el que de nuevo Sabadell y Bankia, junto a Abanca y Banco Pichicha, han sido los financiares de un préstamo sindicado.

Ahora, la situación de financiar renovables sin PPA se complica. Otras grandes entidades como BBVA o Santander también son reacias a estas estructuras. No obstante, el sector se agarra al elevado interés que se mantiene en el mercado por firmar PPA, a lo que además hay que añadir los 3.000 MW de la subasta que se celebrará el próximo 26 de enero, un respaldo a la concesión de crédito para los que logren adjudicarse megavatios.

Fusión en 2021

Las juntas de accionistas de CaixaBank y Bankia ya aprobaron la fusión. Aunque José Ignacio Goirigolzarri será el presidente de la nueva CaixaBank, la entidad catalana con sede social en valencia será la absorbente, conservará la marca y, según fuentes financieras, liderará los procesos comerciales.

El secretario general del sindicato Accam, Ángel Bartolomé, denunció en la junta de Bankia en la que se aprobó la fusión con CaixaBank que hay directivos frenando actividades comerciales que entran en conflicto con CaixaBank. La financiación de proyectos renovables sin PPA es un ejemplo de ello, ya que CaixaBank había sido contraria a participar en ellos.

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En otros segmentos, también se ha notado ya la fusión, meses antes de que se produzca. De hecho, los expertos recuerdan que estas uniones suponen sinergias en costes, pero hacen que se pierda negocio. En banca privada, por ejemplo, Bankia tenía previsto lanzar una red de agentes para potenciar el segmento y acercarse a la cuota de mercado natural que le correspondería por el tamaño del banco en España, pero ha paralizado el proyecto, que choca con CaixaBank, donde hay una política de evitar tener agentes y trabajar con los grandes patrimonios solo con empleados.

Hasta que llegue el matrimonio bancario entre ambas entidades, está por ver qué tiene que decir la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). La entidad presidida por Cani Fernández, que cuenta con Beatriz de Guindos como directora de Competencia, tendrá su gran prueba de fuego en esta fusión. Desde los responsables económicos del Gobierno procedentes de Podemos, ya señalaron que la fusión era una noticia preocupante por "seguir profundizando la 'oligopolización' del sector financiero".