Beatriz de Guindos y consejeros de ERC y UP: los nombres clave para aprobar 'CaixaBankia'

Tras el acuerdo alcanzado hace tres semanas, la fusión entre CaixaBank y Bankia está en una fase no menos compleja. Las dos entidades ya se han puesto en contacto con las autoridades para ir tramitando las aprobaciones necesarias. Uno de los frentes más importantes está en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ante el gigante que se crea con cuotas de mercado de más del 30% y el 40% en algunos segmentos y regiones.

Los números y la rentabilidad de la fusión de 'CaixaBankia' dependerán en gran medida de la negociación que lleven a cabo con la CNMC, ya que la operación depende en gran medida de las sinergias, y estas a su vez de que ambos grupos sepan explotar sus duplicidades y su liderazgo de mercado.

La entidad resultante de la fusión parte con cifras que pueden hacer saltar las alarmas en la CNMC, como su más de un 30% de cuota —por oficinas— en Baleares, Navarra, Islas Canarias y Murcia. Además tendrá un 40% en el mercado de TPVs —frente al 18% del segundo competidor—, un 36% en tarjetas, un 33% en pensiones, un 31% en seguros de vida y más de un 35% en nóminas.

El primer escollo en esta misión de CaixaBank y Bankia será Beatriz de Guindos, sobrina del vicepresidente del BCE, que lidera la dirección de Competencia de la CNMC. De Guindos está en este puesto desde hace más de dos años, tras tener que renunciar a él en 2013 por el revuelo que provocó su ascenso y su vinculación familiar. Las fuentes consultadas avalan su trayectoria y destacan que CaixaBank y Bankia tienen un primer hueso duro de roer para alcanzar un pacto con ella.

La nueva 'CaixaBankia' tendrá más de un 30% de cuota en cuatro comunidades y en segmentos como TPVs, tarjetas, pensiones y nóminas

Las negociaciones con De Guindos culminarán en un informe que será entregado para su estudio por parte de la Sala de Competencia, que preside Cani Fernández. Este comité, formado por la presidenta de la CNMC y otros cuatro consejeros, ha tenido recientemente dos incorporaciones clave para la fusión: dos nuevos consejeros catalanes nombrados por Unidas Podemos y ERC, dos partidos que se han mostrado públicamente en contra de la operación.

Son Carlos Aguilar Paredes, profesor universitario nombrado a propuesta de Podemos, que en su evaluación en el Congreso reconoció no ser experto en "temas de competencia", y Josep Maria Salas, ingeniero agrónomo y experto en cuestiones energéticas, que entró en la CNMC a propuesta de ERC.

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Los dos partidos que les nombraron han estado entre los más beligerantes contra la fusión entre CaixaBank y Bankia. El secretario de Economía de Unidas Podemos, Nacho Álvarez, manifestó que "es una noticia preocupante para la economía española" y aseguró que "seguir profundizando la oligopolización del sector financiero no es bueno para la competencia del mercado, ni para la propia estabilidad del sector financiero".

Por su parte, ERC ha pedido públicamente que comparezca la vicepresidenta Nadia Calviño en el Congreso a dar explicaciones y ha mostrado su preocupación por los efectos laborales de la fusión. Aun así se ha mostrado siempre algo más ambiguo que los políticos de PDeCat.

Junto con este factor, la fusión es vista como la primera gran prueba de fuego para Fernández desde que asumió la presidencia de la CNMC. Cómo actúe este organismo respecto a CaixaBank y Bankia se entenderá en el mercado como la línea que marcará su presidencia: laxa con las empresas o dura para proteger la competencia.

Los otros dos consejeros que decidirán sobre la fusión son María Ortiz, técnico comercial y economista del Estado que estuvo en el ministerio de Economía con Guindos, y María Pilar Canedo, procedente de la Autoridad Vasca de Competencia. Estas seis personas son las que tendrán en su mano dar una aprobación en primera fase de la operación desde el punto de vista competencia. De lo contrario, todos los plazos se dilatarían en gran medida.