El ERTE de Airbus no supondrá el fin de los despidos: sigue el recorte de 1.600 empleos

Airbus y los sindicatos cerraron el martes un nuevo ERTE que se extenderá hasta mayo de 2021 para sus tres plantas en España del área comercial. Los representantes de los trabajadores han celebrado que esta medida puede cambiar los planes de la compañía de recortar 1.622 puestos de trabajo en España (889 en su sección civil), intención que es pública desde este verano y que a finales de septiembre fue reafirmado por la empresa. “Hemos firmado un acuerdo que garantiza el empleo y obliga a la firma a no tomar medidas traumáticas”, defendía el comunicado de Comisiones Obreras. Sin embargo, el conflicto está lejos de terminar.

El gigante aeronáutico no solo no cierra la puerta a este recorte, sino que defiende que este ERTE no cambia en absoluto sus planes. Entiende que ambas cosas están separadas y procederá a evaluar su plan para aligerar su plantilla llegado el mes de enero. El motivo que esgrimen desde la empresa es que el futuro que marca el coronavirus requiere adaptar su coste salarial, aunque su intención de reducir los puestos de trabajo viene de 2019. Volviendo a la situación actual, defienden que el expediente de regulación temporal de empleo que han firmado responde a una necesidad momentánea de parar su actividad, pero creen que los cambios por los que sacarán la tijera no son un 'impasse' de seis meses o un año.

De momento, desde Airbus tienen claro que toca abrir la puerta a algunos de sus trabajadores, pero creen que pueden lograrlo sin usar fórmulas muy agresivas. En ese sentido, la idea es que este proceso se dé a través de un programa de bajas incentivadas y prejubilaciones. En caso de no conseguir esa salida ‘amistosa’, y si no hay un cambio drástico en los planes del grupo, emprenderán las acciones necesarias para lograr las cifras de plantilla que creen adecuadas, y entre ellas estaría el despido colectivo, que mantienen como una opción.

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Fuentes sindicales consideran que esta situación es una victoria, porque da margen para que pase el tiempo y que la situación económica mejore, ayudando a que no se tomen "medidas drásticas" antes. Sin embargo, desde la empresa, dejan abierta la puerta a anunciar en enero cualquier tipo de medida para llegar a su objetivo. En cualquier caso, los representantes de los trabajadores creen que no hará falta llegar a ese escenario, porque el programa de bajas incentivadas será un éxito antes de llegar a eso. De hecho, explican que ya se han apuntado al mismo más de 400 personas.

Los 889 empleos afectados solo en el área comercial se dividen entre 455 que se darán en la base de Getafe (Madrid), principal damnificada, 283 en Illescas (Toledo) y 151 en Puerto Real (Cádiz). En total, Airbus tiene contratadas a 12.000 personas en el país, 4.400 en el área comercial. Por lo tanto, esta medida supondrá el despido de uno de cada cinco empleados en este negocio.

Además, hay que sumar a esa cifra los 722 puestos de trabajo que se perderán en el área de Defensa —que ya venía siendo un problema para la empresa antes de la pandemia—, que hacen que, en total, los ‘despidos’ vayan a ascender hasta los 1.622 empleados, el 13,5% de todos sus efectivos.

A nivel europeo, la reestructuración que emprenderá la firma afectará a 15.000 personas, y países como Francia y Alemania se llevarán la peor parte, con 5.000 y 6.000 despidos respectivamente. En Reino Unido, se llevarán a cabo 1.700 despidos.

Esta estrategia ha supuesto la mayor reducción de plantilla de la historia, según reconoció el consejero delegado de la compañía, Guillaume Faury. Así lo expresó durante el anuncio de la segunda parte del plan, diciendo que "es posiblemente el mayor ajuste de nuestra historia, nadie está contento con esto". El segundo mayor fue el de la crisis de 2008, cuando la empresa dio salida a 8.000 empleados.

Este tema ha supuesto un conflicto abierto entre la segunda aeronáutica del mundo y los sindicatos, que han emprendido numerosas acciones para parar, o al menos reducir, los despedidos del fabricante paneuropeo. En ese sentido, han convocado protestas, huelgas e incluso reuniones a tres bandas con el Gobierno. De hecho, desde varios sindicatos, han intentado boicotear las ayudas a Airbus por parte del Estado para que este no financie despidos.

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Pese a todo, los planes no han cambiado. Desde la compañía, creen que apostar todo a un ERTE sería un parche, porque la realidad es que llegan a un mundo poscovid con menos ingresos, y entrar en él pasa por una reestructuración.