Estados Unidos endurece su lucha contra los productos de 'vapeo' para los jóvenes

Estados Unidos ha tomado cartas en el debate que existe en el país sobre el uso de cigarrillos electrónicos por parte de la población más joven. En su última conferencia, que se ha producido en Washington, el presidente del Centro de Productos para el Tabaco, Mitchell R. Zeller, explicó que están detectando con éxito productos que apelan a niños y adolescentes para poder neutralizar esta tendencia.

Zeller ha comentado que gracias a este esfuerzo han podido reducir drásticamente las cifras de jóvenes que usan estos dispositivos. Si en 2019 había 5,4 millones de jóvenes que habían sido consumidores, en 2020 esta cifra se ha reducido a los 3,6 millones. A pesar de esto, cree que es aún demasiado alta, pero considera que están en el camino de minimizar este problema al máximo.

"Nos quedamos sin palabras cuando vimos esos productos" explica el presidente, remarcando que resultó impactante cuando vieron una sudadera a través de la cual se podía fumar mediante tubos en el cuello, cigarrillos electrónicos con dibujos infantiles como vampiros o reyes, con forma de videoconsolas portátiles o juguetes como los 'spinners', pero que también permitían consumir nicotina. Estos ejemplos solo fueron una pequeña parte de las 280 advertencias que se han registrado de marzo a septiembre.

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De cara a esta lucha, celebra que Estados Unidos haya subido la edad mínima de consumición a través de cualquier vía hasta los 21 años. Medida con la que creen que se podrá trabajar mejor para que estos productos no afecten a la juventud.

En el país norteamericano, los problemas ligados al 'vapeo' a través de productos ilegales son un asunto de Estado. Según el Centro de Control de Enfermedades, su uso produce 125 casos de lesiones semanales y reconoce 34 fallecimientos, la mayoría de los cuales se deben al mercado negro y a la mezcla con todo tipo de drogas como marihuana. Por ello, ven importante que la juventud no se relacione con estos dispositivos que van en contra de la salud pública.

En ese sentido, Zeller defiende que EEUU haya autorizado la comercialización de cigarrillos y los IQOS de Philip Morris debido a que su presencia puede ayudar a mejorar la salud pública frente al problema de la nicotina. Y afirma que el país debe tener un debate basándose en la ciencia, porque "se los ataca de la misma manera que el tabaco convencional", pero nosotros "debemos ceñirnos a criterios científicos para tomar decisiones".

Destaca, para argumentar esto, que "muchos informes científicos y estudios han mostrado que cambiar del cigarrillo convencional al IQOS reduce significativamente la exposición del cuerpo a químicos dañinos". Y que, por ello, suponen una potencial herramienta para "proteger la salud pública". Además cree que la juventud tiene menos posibilidad de convertirse en adicta con estos productos por lo que no ven viable que se convierta en una "puerta de entrada" para nuevos consumidores.