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El BCE marca el camino: fusiones voluntarias ahora o a la fuerza en 2021
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El BCE marca el camino: fusiones voluntarias ahora o a la fuerza en 2021

El supervisor europeo no tiene herramientas para obligar a los bancos a fusionarse a corto plazo, pero las tendrá el próximo año con los test de estrés

Foto: Andrea Enria, responsable de supervisión bancaria en el BCE. (EFE)
Andrea Enria, responsable de supervisión bancaria en el BCE. (EFE)
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La banca española ya sabe cuál es la hoja de ruta que ha diseñado el Banco Central Europeo (BCE) para los próximos meses. El supervisor europeo se lo ha hecho saber en los últimos meses: vienen curvas pronunciadas por el covid-19 y una de las vías para sortearlas es fusionarse para recortar costes, sobre todo los grupos que lleguen más justos. En este escenario, el plan que tienen sobre la mesa las entidades es que quien no encuentre un aliado de manera voluntaria este año podrá ser forzado a fusionarse en 2021, según fuentes financieras consultadas por este medio.

Las mismas fuentes señalan que incluso ha habido intentos por parte del BCE y del Banco de España de que se aceleraran las negociaciones en agosto, aprovechando la calma del mercado. Pero las entidades no se fían las unas de las otras y quieren ver cómo impacta la pandemia en la morosidad antes de embarcarse en una operación corporativa. Lo que no impide que en el sector financiero se dé por hecho que se verá alguna operación defensiva antes de final de año.

Foto: Andrea Enria, presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), del BCE. (EFE)

Frente a estas reticencias iniciales, el BCE tiene varios ases bajo su manga con los que forzar uniones. El primero fue el test de estrés interno que realizó antes de verano, cuyos resultados se dieron a conocer de forma agregada pero no entidad por entidad, ni siquiera por países. Lo poco que se conoció dejaba claro que va a haber entidades con tensiones de capital a consecuencia de la crisis provocada por la pandemia.

Férreo marcaje

Este test se hizo informalmente por parte del BCE, sin datos contrastados por las entidades ni posibilidad de réplica. Por ello, el supervisor se comprometió a no tomar acciones derivadas del test. Pero sí le ha valido para hacerse una idea de qué entidades llegan peor a la crisis y cómo se podrían comportar durante la misma. Con estos datos, la institución europea se está sentando a discutir con las entidades que pasaron el examen más justas.

El segundo as es el examen de capital de final de año (SREP), en que el BCE fija cada año el listón mínimo de solvencia que cada entidad tiene que superar en función de su política de riesgos, su balance y la calidad de su gestión. El mercado sigue muy de cerca este parámetro como una guía de qué entidades son bien vistas en Fráncfort y cuáles no. El supervisor podría añadir un punto de presión a los bancos más débiles con este mecanismo.

placeholder El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri (d), y el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. (EFE)
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri (d), y el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. (EFE)

El tercer as es el más potente y el que se ve en el sector como la fecha límite para las fusiones voluntarias o defensivas. Son los test de estrés de 2021, conducidos por el BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). Estos serán públicos y se darán a conocer en el momento en que ya estará aflorando la morosidad del covid-19, hasta ahora contenida por las moratorias y las líneas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Foto: De izda. a dcha., Víctor Iglesias (Ibercaja Banco), Gregorio Villalabeitia (Kutxabank), Manuel Menéndez (Liberbank), Juan Carlos Escotet (Abanca) y Manuel Azuaga (Unicaja Banco). (EC)

Fuentes próximas al supervisor no descartan que en los próximos test de estrés se llegue al extremo de tener que intervenir alguna entidad. Se pondría sobre la mesa la posibilidad de recurrir a una recapitalización preventiva, sin necesidad de pasar los temidos procesos de resolución, como ocurrió con Banco Popular.

Las entidades españoles ya saben que esta es la hoja de ruta a la que se exponen. Públicamente, reconocen que se dan las condiciones para buscar uniones, pero todas mantienen el discurso de que quieren salir de la crisis en solitario. Aunque lejos de los micrófonos, todas están haciendo números con todas. Las entidades que más se repiten en las quinielas son Sabadell, Bankia, Liberbank y Unicaja, aunque la magnitud de la crisis que está por llegar puede meter en la ecuación jugadores sorpresa.

La banca española ya sabe cuál es la hoja de ruta que ha diseñado el Banco Central Europeo (BCE) para los próximos meses. El supervisor europeo se lo ha hecho saber en los últimos meses: vienen curvas pronunciadas por el covid-19 y una de las vías para sortearlas es fusionarse para recortar costes, sobre todo los grupos que lleguen más justos. En este escenario, el plan que tienen sobre la mesa las entidades es que quien no encuentre un aliado de manera voluntaria este año podrá ser forzado a fusionarse en 2021, según fuentes financieras consultadas por este medio.

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