El jardinero de los SMS: el secreto tras la cotizada que más ha subido con la pandemia

Usted igual no lo recuerda porque han pasado más de 20 años, pero hubo un tiempo en que no existían Facebook, ni Telegram ni Twitter, y los más fans del incipiente universo de internet pasaban las horas muertas comunicándose a través de un canal llamado IRC Hispano. El chat, al que se podía acceder a través de un 'nick', antecesor del avatar, fue fundado por un grupo de empresarios dedicados a dar acceso a la red (ISP) a través de 'módems' y la red de cable telefónico. Entre ellos, estaba Francisco Sapena, ('Sisco', para sus conocidos), cofundador de una empresa llamada Lleida.net que, un cuarto de siglo después, ha protagonizado un espectacular 'rally' bursátil en plena pandemia del coronavirus convirtiéndose en la cotizada del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que más ha crecido en España (también comparando con el mercado continuo) y en el índice Euronext parisino, donde cotiza en el mercado Growth de empresas en crecimiento.

En pleno hundimiento bursátil, cuando los inversores salían corriendo para hacer caja y no verse arrastrados por el pánico bajista, esta pequeña empresa con menos de 14 millones de facturación en 2019 ha acumulado un incremento de su capitalización del 200%, hasta el punto de que ha tenido que ofrecer parte de su autocartera para satisfacer la demanda. La razón no es otra que un modelo de negocio que encaja como anillo al dedo con la era del confinamiento y el distanciamiento físico: la venta de SMS, correos electrónicos y comunicaciones certificadas digitalmente. Un ejemplo: ¿cuántas empresas han recurrido a este sistema para notificar fehacientemente a sus empleados la puesta en marcha de un ERTE? Muchas. Detrás estaba la tecnología de Lleida.net.

Con licencia de la CNMC como operador de telecomunicaciones, Lleida.net ha montado un sistema de acuse de recibo reconocido oficialmente

Sapena define su compañía, de la que es accionista mayoritario con el 40% de los títulos, como una "multinacional de bolsillo" o una "startup' de 25 años". Cree que la pandemia ha acelerado un proceso al que le quedaban algunos años para completarse, como es la sustitución por la vía telemática de muchas comunicaciones oficiales en papel o mediante procedimientos físicos. Esto es lo que han premiado los inversores, no muchos, hay que decirlo, porque Lleida.net tiene un valor bursátil de apenas 50 millones, pero sí los suficientes como para dispararla en el parqué en una etapa de mucha volatilidad, lo que le ha dado visibilidad. Y la sociedad ha respondido con los números: su balance del primer trimestre refleja un incremento de las ventas del 45% con dos semanas de estado de alarma en el periodo. La cotizada ha anunciado, además, que pagará el primer dividendo, unos modestos 160.000 euros (un céntimo por acción).

El empresario comenzó su andadura como instalador de internet por empresas y domicilios, una dedicación que llegó de sus primeros tiempos como radioaficionado. En realidad, él tenía que haber ido para gestor de la explotación lechera familiar tras haberse licenciado como ingeniero agrónomo en la especialidad de hortofruticultura y jardinería, pero discrepancias en el enfoque del negocio con su tío y su padre provocaron su despido, según relata, y le obligaron a buscar nuevos horizontes profesionales. La lechera ya no existe.

TE PUEDE INTERESAR

15 millones en pleno covid: esta 'startup' española ha logrado lo que nadie consigue

C. Otto M. A. Méndez

"Yo ya daba cursos como profesor de internet y vimos que había futuro en poder dar conectividad y que tenía la oportunidad de dedicarme a las telecomunicaciones en general. Pero me faltaba la parte teórica y me matriculé en un máster de telemática de dos años en la Universidad Politécnica de Cataluña". Al no ser licenciado en telecomunicaciones, lo pasó mal el primero año, pero terminó el segundo de su promoción. Después de varios años como proveedor de internet y la experiencia del IRC Hispano, tras la crisis de las 'puntocom' del año 2000 comenzó a ofrecer servicios profesionales de SMS a operadores internacionales y clientes privados tramitando licencias de interconexión en varios países.

De ese negocio surgió el de las certificaciones. Lleida.net maneja una tecnología propia que ha patentado en España y en países como Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Suiza, Turquía, Colombia, Chile o Corea del Sur. Su modelo es sencillo y complejo a la vez. Al estar reconocido como operador de telecomunicaciones por la CNMC (o la autoridad correspondiente en cada país), ejerce el papel de testigo o notario digital. Lo que ha hecho es desarrollar un 'software' de acuse de recibo por el cual quien envía una comunicación recibe un 'mail' de confirmación de que esta ha llegado. Se trata de un chivato reconocido oficialmente, como cuando el cartero o un policía local entregan en el domicilio una carta certificada o una notificación. La diferencia es el coste y la velocidad: un burofax de Correos cuesta 25 euros, un SMS certificado de Lleida.net vale un euro. Si se compran a peso por miles, los SMS vienen con descuento, asegura el CEO y presidente de la cotizada.

"Soy un tercero de confianza ante las autoridades. Como operador, certifico que ese es el contenido que se envió. Es un método que sirve para certificar y para contratar. Cualquier empresa de más de 50 empleados es candidata para usarnos. Hemos creado un mercado donde no lo había con un sistema que hemos podido patentar", explica orgulloso.

Santander, Zurich, Generali, Holaluz o China Telecom están en su lista de clientes

La compañía, con alrededor de 90 empleados y oficinas comerciales en varios países, ha implantado un modelo de pago por uso que debería reflejarse en las cifras de negocio conforme vaya expandiéndose el mecanismo alternativo de certificación o firma electrónica. Aunque se trata de un mercado todavía incipiente, Lleida.net puede presumir de clientes de renombre. En la lista, están desde bancos como el Santander, Bankinter o WiZink hasta aseguradoras como Zurich o Generali. También ha apostado por su modelo la energética Holaluz. A la vez, es proveedor en el mercado internacional de China Telecom, las americanas Twilio o Sinch y los servicios postales de Sudáfrica o Colombia, que han apostado por este sistema de certificaciones digitales, algo que todavía no ha ocurrido con la española Correos. Pero todo se andará.

"Estábamos minusvalorados. Llevamos 16 trimestres seguidos con ebitda positivo y dos años con beneficios, y nuestra cotización era de 1,5 veces la facturación. No era normal", dice Sapena al compararse con la evolución de otras tecnológicas del MAB. "Lo que hemos hecho es trabajar los fundamentales. Y ahora, gracias a que han entrado contratos y nuevas posibilidades, con el covid ha habido un efecto multiplicador". Con el inicio de la desescalada, el valor ha iniciado un, por ahora, leve ajuste, pero Sapena asegura que los clientes que dejaron de usar su sistema por el parón de la actividad han comenzado el regreso a la vez que los nuevos siguen contratando el servicio. "Somos cíclicos y contracíclicos. Si la economía sube, se notifican contrataciones, si se enfría, se notifican bajas", dice como ejemplo de por qué siempre existirá la necesidad de articular comunicaciones. El confinamiento ha obligado a digitalizarlas, un fenómeno que puede haber llegado para quedarse.