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Repsol se gasta más de 370M en comprar acciones propias al doble del valor en bolsa
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Repsol se gasta más de 370M en comprar acciones propias al doble del valor en bolsa

Fuentes oficiales de Repsol explican que estas operaciones se corresponden a derivados contratados tiempo atrás con entidades financieras

Foto: Sede de Repsol en Madrid. (Luis García, Wikipedia)
Sede de Repsol en Madrid. (Luis García, Wikipedia)

El desplome del precio del petróleo hasta niveles no vistos en casi 20 años ha llegado en un mal momento para Repsol, que estaba en pleno giro de su estrategia hacía las energías verdes. Pero, además, la compañía se ha visto forzada a comprar hasta 30,2 millones de acciones propias al doble del precio al que cotizan al expirar unos contratos de derivados firmados meses atrás cuando Josu Jon Imaz, el consejero delegado, no podía prever este hundimiento del barril de Brent. Una operativa que va a suponer un duro golpe en su patrimonio.

Según documentos oficiales, Repsol compró siete millones de títulos para autocartera a 13,68 euros por acción el pasado 19 de marzo, cuando la cotización de la petrolera española se cambiaba en bolsa a 6,03 euros. Un día más tarde, la compañía vendió 9,6 millones de acciones, a 6,50 euros, ligeramente por encima a los 6,17 euros a los que cerró en la sesión bursátil del 20 de marzo. Pero el día 23 adquirió otros 23,2 millones de títulos, a 11,56 euros por acción, día en que el valor del grupo participado por Repsol era de 6,21 euros.

Foto: EC.

En total, Repsol compró a finales del pasado mes 30,2 millones de acciones, cerca del 2% de su propio capital, por un total de 365 millones de euros, unos títulos que en ese momento tenían un valor de mercado de 186,28 millones. En consecuencia, la compañía ha incurrido en unas pérdidas de casi 180 millones por esta operativa, a los que habría que restar unos tres millones de euros por la venta realizada entre medias de las dos adquisiciones de acciones propias. Unas minusvalías que irán contra el patrimonio de la corporación, ya que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cambió el criterio por el que antes se imputaban contra resultados.

Fuentes oficiales de Repsol explican que estas operaciones se corresponden a derivados contratados tiempo atrás con entidades financieras y cuyo vencimiento ha coincidido con el derrumbe del precio del petróleo y de la propia cotización de la compañía. A 31 de diciembre de 2019, la sociedad presidida por Antonio Brufau tenía derivados por hasta 70 millones de acciones, el 4,46% de su capital en circulación, a unos precios muy superiores a los que cotiza actualmente, según fuentes financieras, por lo que las pérdidas durante este año pueden ser muy superiores a las reconocidas hasta la fecha.

La petrolera tiene adquiridos hasta 70 millones de acciones a un precio muy superior al de mercado

En 2019, Repsol adquirió 176,38 millones de títulos propios, el 11,26% de su capital, al tiempo que vendió 48,98 millones de acciones, el 3,13%. Del paquete neto resultante, la sociedad amortizó 71,39 millones de títulos, el 4,56%, por lo que al acabar el ejercicio tenía en autocartera 80 millones de acciones, el 5,16% del capital.

¿Para qué hace Repsol estas operaciones? En primer lugar, como método para mantener elevada la cotización y retribuir a los inversores, al amortizar parte de las acciones compradas. A menor número de títulos, el beneficio por acción sube, lo que da como resultado un mejor múltiplo de dividendo. De los 176,38 millones de acciones compradas el pasado año, 70,36 millones tuvieron este fin, según documentos oficiales. En segundo lugar, parte de estas transacciones está vinculada al plan de adquisición de acciones para directivos, mientras que otras se destinan a cubrir el programa Repsol Dividendo Flexible, con el que el grupo remunera a los accionistas que eligen este sistema con títulos en lugar de con dinero en efectivo al tener una mejor fiscalidad.

Retribución al accionista, en revisión

Pero la irrupción del covid-19 ha cambiado los planes de Respol, que justo cuando ejecutaba los contratos de derivados citados anteriormente decidió anular en el orden del día de su junta de accionistas la propuesta de reducción del 5% del capital social que acordó en julio del año pasado, y que representaba una mejora en la retribución de los accionistas a través de recompra de acciones. Además, el consejo de administración acordó, "dada la extraordinaria volatilidad e incertidumbre del mercado", posponer la presentación de su plan estratégico 2020-2025 "hasta el momento en que se vislumbre una mayor estabilidad social y de negocios".

De momento, la compañía, que ha puesto en marcha un plan de ajuste por unos 2.100 millones, mantiene su compromiso de abonar un dividendo de un euro por título a sus accionistas en 2020, a pesar del impacto del coronavirus. Una propuesta que Repsol, que ha retrocedido un 43% en lo que va de año, tendrá que evaluar de nuevo tras la rebaja de su 'rating' de solvencia por parte de Moody's.

El desplome del precio del petróleo hasta niveles no vistos en casi 20 años ha llegado en un mal momento para Repsol, que estaba en pleno giro de su estrategia hacía las energías verdes. Pero, además, la compañía se ha visto forzada a comprar hasta 30,2 millones de acciones propias al doble del precio al que cotizan al expirar unos contratos de derivados firmados meses atrás cuando Josu Jon Imaz, el consejero delegado, no podía prever este hundimiento del barril de Brent. Una operativa que va a suponer un duro golpe en su patrimonio.

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