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Fondos españoles ya controlan el 15% de la mina de cobre de Riotinto
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KERSIO, TREA Y SOLVENTIS SE SUMAN A COVAS

Fondos españoles ya controlan el 15% de la mina de cobre de Riotinto

La compañía no teme nuevas sentencias favorables a los ecologistas. Prevé terminar en verano la obra para procesar un 50% más de mineral: en el volumen está su rentabilidad

Foto: La milenaria corta de Cerro Colorado, de nuevo en explotación. (C. P.)
La milenaria corta de Cerro Colorado, de nuevo en explotación. (C. P.)

El cobre —sus buenas perspectivas ante un futuro cada vez más electrificado— está cautivando a los gestores de fondos españoles. Atalaya Mining, la compañía cotizada en Londres y Toronto, y que posee en España la mina de Riotinto (Huelva), ha visto cómo cuatro grupos financieros españoles toman posiciones relevantes en el accionariado. Hasta un 15% suman Trea Capital, Solventis, Kersio y Covas, la gestora de Francisco García Paramés, que fue la pionera. Teniendo en cuenta que el 80% de Atalaya está en manos de grandes accionistas y del equipo directivo —es decir, en bolsa solo cotiza el 21%—, el paquete agregado de los fondos españoles es muy relevante. Por sí solos serían el tercer socio de la histórica explotación minera.

Alberto Lavandeira, el impetuoso CEO que llegó hace cinco años para desatascar sí o sí el proyecto tras casi una década de dificultades, es claro: "Lo que les gusta es el cobre". "Sobre todo a Paramés, con su filosofía 'value', le gusta este sector que va para arriba. No tenemos además deuda a largo plazo, hemos llegado hasta aquí invirtiendo 230 millones procedentes de tres ampliaciones de capital y de nuestro propia caja. Además, el proyecto de ampliación y modernización que tenemos en marcha lo hace quien ya ha demostrado que puede hacer bien las cosas en situaciones peores". Trafigura, gigante suizo de las materias primas (22%), el refinador de cobre chino XGC (14%) y dos fondos que suman a partes iguales el 28% son el resto de socios relevantes de una empresa con una capitalización de unos 375 millones de euros.

Foto: Corta Atalaya en Riotinto. (EFE)

¿Afecta la incertidumbre provocada por las sentencias que han anulado tras demandas de Ecologistas en Acción permisos clave, como el ambiental, o pueden anularlos, como el de explotación? "Son nulidades por motivos administrativos, no de pleno derecho. La que ya se ha producido, pues tendrá que arreglarla la Junta, y si llega otra, pues lo mismo. En cualquier caso, la Administración de la Junta, y especialmente aquí en Huelva, nos ha ayudado mucho en estos cinco años que llevo aquí", añade el directivo asturiano, que desarrolló buena parte de su carrera en la minera Río Narcea.

El proyecto para producir más concentrado de cobre pasa por modernizar todo el circuito productivo: nuevas machacadoras, kilómetros de nuevas cintas de transporte, un gigantesco molino y nuevos tanques de flotación (decantación) del mineral. Son 85 millones de euros y la mina pasará de 420 a unos 500 empleados directos cuando esté plenamente operativa. Las nuevas fauces masticarán 15 millones de toneladas al año: la baja ley (riqueza) del mineral —0,42%— hace que solo afinando en procesos y costes la producción, y procesando mucho volumen, Riotinto sea rentable. Y pueda mantenerse abierta, al menos, hasta 2032.

placeholder Empleados delante del nuevo molino de Riotinto. (C. P.)
Empleados delante del nuevo molino de Riotinto. (C. P.)

La mina producirá este año, en el que las nuevas infraestructuras comenzarán a funcionar a partir de verano, cuando terminen las obras, en torno a 45.000 toneladas de cobre. Es decir, enviará concentrado de cobre a las refinadoras (como la de Atlantic Copper, en el puerto de Huelva) del que se extraerá esa cantidad del metal cobrizo. La producción se situará entre las 50.000-55.000 toneladas al año tras la ampliación. La nueva maquinaria ayudará además a conseguir que cada vez menos cobre del que llega en el mineral quede sin procesar por pérdidas en el proceso: la ratio de recuperación ha llegado este primer trimestre del año al 90%, cuando históricamente rondaba el 80%.

Caminando sobre las balsas

Toda esta operación utiliza dos grandes balsas, heredadas de las etapas anteriores de explotación. Los ecologistas están criticando que el proyecto de ampliación no incluya una planta de espesado de los lodos contaminados sobrantes del proceso productivo. "Es que eso es más caro y da peores resultados que lo que nosotros estamos haciendo. Primero, hemos reforzado con 9,5 millones de toneladas de rocas, de estériles, los muros de las presas. Hemos hecho nuevos muros de entre 50 y 100 metros de espesor según las zonas. Lo que hacemos es arrojar los residuos mineros en una extensión amplia, lo que hace que caigan formando películas. Se quedan solidificados, se puede andar sobre ellos", defiende Lavandeira.

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Imagen tomada desde dentro de una de las dos balsas de Riotinto. (C. P.)

Y es cierto, como más tarde pudo comprobar este medio recorriendo todo el perímetro de las balsas y caminando por una de ellas. "Llevamos cinco años ya produciendo sin espesar y apenas hay agua en las balsas. En marzo del año pasado cayeron 500 litros por metro cuadrado, la mitad de lo que suele llover en un año aquí, y no hubo ningún problema", añade el CEO. Una tercera balsa en desuso se utiliza además como depósito para ir regulando el nivel de agua de las otras dos, a lo que se suma un canal perimetral ampliado para desviar aguas de escorrentías de los montes cercanos. Más de siete millones de euros ha invertido la empresa en mejorar estas presas, que serán a buen seguro elementos clave de la nueva autorización ambiental.

¿Habrá entonces más cambios en el accionariado, fruto de la madurez alcanzada ya este año por el proyecto? No los descarta Lavandeira, que considera, como opinión personal, que serán otros accionistas financieros, fondos, quienes puedan tomar todo o parte de las participaciones de algunos de los socios actuales. Hay aún margen, con el horizonte ampliado hasta 2022, para que unos rentabilicen lo aportado y otros entren esperando un buen retorno en los años venideros con la explotación ya asentada.

Los ecologistas recelan de las presas. La empresa muestra el refuerzo de los muros tras invertir 7M y el estado sólido de los lodos: se anda sobre ellos

Atalaya, según la última presentación enviada a la bolsa en febrero, se situaría entre los cinco principales grupos mineros especializados solo en cobre en el mundo. Ello teniendo en cuenta no solo la ampliación de Riotinto sino la puesta en marcha del proyecto de la mina de Touro (Galicia), donde posee el 80%. Este proyecto, que cuenta con una oposición social que no sufrió en la reapertura de Riotinto, está en fase de obtención de permisos ante la Administración gallega. Con ambos, la producción del grupo sería de 80.000 toneladas de cobre al año.

El cobre —sus buenas perspectivas ante un futuro cada vez más electrificado— está cautivando a los gestores de fondos españoles. Atalaya Mining, la compañía cotizada en Londres y Toronto, y que posee en España la mina de Riotinto (Huelva), ha visto cómo cuatro grupos financieros españoles toman posiciones relevantes en el accionariado. Hasta un 15% suman Trea Capital, Solventis, Kersio y Covas, la gestora de Francisco García Paramés, que fue la pionera. Teniendo en cuenta que el 80% de Atalaya está en manos de grandes accionistas y del equipo directivo —es decir, en bolsa solo cotiza el 21%—, el paquete agregado de los fondos españoles es muy relevante. Por sí solos serían el tercer socio de la histórica explotación minera.

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