Hacienda sancionó con dos multas a Tous en pleno boicot independentista de la marca

Tousvivió su mayor crisis de reputación en noviembre del pasado año, cuando la reconocida marca de joyerías y complementos se vio afectada por la guerra dialéctica sobre la independencia de Cataluña. La compañía con sede en Manresa fue obligada a expulsar a la diputada Pilar Rahola y a la mujer de Artur Mas, Helena Rakosnik, de su fundación benéfica para frenar los ataques recibidos en redes sociales contra su cadena de tiendas, justo antes de empezar la campaña de Navidad. La decisión fue adoptada el 27 de noviembre, dos semanas después de que la Agencia Tributaria Española le comunicara dos expedientes sancionadores.

Según han asegurado fuentes oficiales, Hacienda, dirigida en ese momento por Cristóbal Montoro, informó a Tous el 10 de noviembre de 2017 de dos actas de inspección por los impuestos de sociedades de los años 2011, 2012 y 2013. La primera, por un importe de 664.000 euros, más 134.000 euros de intereses de demora, afectaba a su filial Joyería Tous. La empresa, controlada por la familia del mismo apellido y participada en un 25% por el fondo de capital riesgo suizo Partners Group, fue firmada en conformidad y abonada al instante.

La segunda, cuyo importe no ha sido revelado, pero que distintas fuentes aseguran que es de una cuantía muy superior, no fue aceptada por Tous, por lo que comunicó a la Agencia Tributaria su desacuerdo y las correspondientes alegaciones. Unas sanciones, en cualquier caso, procedentes de las inspecciones que Hacienda estaba llevando a cabo sobre la marca del ‘osito’ desde marzo de 2016 y que, además del impuesto de sociedades, abarcaba también los impuestos sobre el valor añadido (IVA) de los ejercicios de 2012 y 2013.

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Fuentes próximas a Hacienda aseguran que la comunicación de estos expedientes en los primeros días de noviembre del pasado año, justo en el momento en que los partidos catalanes independentistas echaron un pulso al Estado —lo que provocó que muchas empresas se posicionaran hacia uno u otro lado de la contienda—, no tiene ninguna relación con el ‘procés’. Se trata, agregan, de investigaciones iniciadas a principios de 2016 y cuyas conclusiones fueron puestas en conocimiento de Tous cuando fueron resueltas. Lo cierto es que Tous fue una de las pocas compañías que mantuvieron su sede social y fiscal en Cataluña, pese a la huida de grandes buques como CaixaBank, Gas Natural, Planeta, Abertis y Banco Sabadell.

Días antes, el 31 de octubre, Alba Tous, presidenta de la empresa de complementos, se vio obligada a enviar una carta a sus cerca de 2.500 trabajadores para salir al paso de las acusaciones en redes sociales sobre su apoyo a la independencia de Cataluña, después de que se publicase una foto en la que celebraba una comida veraniega con varios miembros de la Generalitat, ondeando una estelada. En esa reunión en Cadaqués, los Tous aparecen posando con Pilar Rahola, Carles Puigdemont, su esposa, Marcela Topor, y el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.

En esa misiva, Alba Tous lo quiso dejar claro: “Tous, mi familia y yo misma representamos una marca con vocación internacional, española y catalana de corazón. Nos sentimos orgullosos de nuestro origen. Un mensaje para despolitizar a la compañía de la coyuntura política mediante el que pedía un esfuerzo a los empleados para que no dejaran que nadie les dijera que no son "una marca española, orgullosa de serlo y de llevar sus orígenes a las tiendas de Tous ubicadas en todo el mundo”.

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Pero aquella carta interna, convenientemente desvelada, no fue suficiente para calmar las voces a favor del boicot contra la marca del osito cuando se conoció que la fundación que lleva el apellido de la familia estaba impulsada por sor Lucía Caram, la monja argentina a favor de la independencia, y en su consejo tenía a personas vinculadas públicamente con la separación de España, como Pilar Rahola y Helena Rakosnik.

Por ello, el 27 de noviembre, dos semanas después de recibir los expedientes de la Agencia Tributaria, los Tous anunciaron la renovación del patronato de la fundación y la salida de la conocida tertuliana y de la mujer de Artur Mar. No obstante, Rosa Tous, vicepresenta de la sociedad y presidenta de la organización sin ánimo de lucro, aseguró que esas decisiones no estaban vinculadas con la crisis social y política que vivía Cataluña, sino que había sido una decisión “largamente meditada para mantener una coherencia pública en atención a nuestros clientes, socios, empleados, franquiciados y proveedores”.

España pierde peso

La expolítica de ERC negó su destitución, que realmente no se produjo hasta el verano de este año, cuando se cambió hasta el nombre de la fundación —ahora se denomina Fundación del Convento de Santa Clara—, calificando a los Tous de "traidores y fascistas" por renegar de su amistad.

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Lo cierto es que los resultados de Tous del pasado año reflejaron esa tensión en la calle contra la marca. Mientras las ventas del grupo crecieron un 10,6%, hasta los 446 millones de euros, la facturación en España se resintió. Apenás se incrementó un 4,6%, frente al aumento del 19% de las tiendas internacionales. Una mejoría muy por debajo de la media del grupo, que obtiene el 60% de los ingresos en territorio nacional, si bien esta proporción ha disminuido desde el 69% de 2016 por la apuesta por abrir puntos de venta en el exterior. El beneficio de la cadena bajó un 52%, hasta los 12 millones de euros.

El Confidencial intentó sin éxito ponerse en contacto con fuentes oficiales de Tous para conocer su versión sobre esta información.