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El informe de Deloitte sobre el Popular no fijó el precio de venta: lo puso el Santander
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NINGUNA NORMA PROHÍBE TOMAR EL VALOR POSITIVO

El informe de Deloitte sobre el Popular no fijó el precio de venta: lo puso el Santander

El famoso informe de Deloitte sobre el Popular va a decepcionar a casi todo el mundo por ser muy técnico y, sobre todo, muy poco relevante: la valoración la hizo Santander

Foto: Sede de Deloitte en Londres. (Reuters)
Sede de Deloitte en Londres. (Reuters)

La expectación generada por la próxima publicación de una versión censurada del famoso informe que hizo Deloitte para la resolución del Banco Popular se va a ver frustrada con alta probabilidad. Hay dos razones para ello: que se trata de un estudio eminentemente técnico que sigue una metodología estándar establecida por la EBA (Autoridad Bancaria Europea); y que su relevancia para el triste final del banco fue muy pequeña, puesto que la consultora no fue la que puso el precio, sino el Banco Santander. Aunque es poco relevante, no hay ninguna norma que impida tomar la valoración positiva, en contra de lo que sostiene el FROB.

Según fuentes conocedoras de la situación, el informe de Deloitte no es un "informe de valoración", sino un "informe de resolución", cuya utilidad era calcular cuánto podría costar la resolución del banco para que la JUR (Junta Única de Resolución) tomara ese coste como referencia a la hora de recibir ofertas por él. Es decir, venía a decir: "Resolver el Popular puede tener un coste de entre esta cifra y esta otra, por lo que cualquier oferta que entre en ese rango es aceptable". Pero esta firma no ponía un precio al Popular: ese precio lo debían establecer las ofertas por la entidad, que, como es sabido, se redujeron a una: la del Santander.

placeholder La presidenta del Santander, Ana Botín, en la presentación de la compra del Popular. (Reuters)
La presidenta del Santander, Ana Botín, en la presentación de la compra del Popular. (Reuters)

"La fase de valoración ya estaba superada porque Saracho había realizado una subasta y nadie había presentado una oferta. Si nadie quiere comprar, no hay ningún valor económico y por eso el Popular entró en resolución", explica una de estas fuentes. Es decir, la clave para determinar que los accionistas y tenedores de deuda subordinada debían perder todo su dinero no fue el informe de Deloitte, sino la oferta del Santander.

En esa oferta se incluía el simbólico euro positivo y la imposición de esas pérdidas para cubrir el agujero del banco. Y, dado que era la única puja y que era imprescindible que alguien aportara liquidez al Popular para que pudiera abrir el 7 de junio (el mecanismo europeo no contempla la provisión de liquidez), la JUR tuvo que aceptarla.

Margen de un 3% arriba o abajo

Deloitte estimaba el coste de resolución del Popular en -8.200 millones negativos en un escenario estresado, -2.000 millones en un escenario base (el más probable) y +1.300 millones positivos en un escenario optimista. Por tanto, la oferta del Santander se ajustaba a esos parámetros, ya que, en la práctica, su precio era de -2.000 millones al imponer pérdidas a los CoCos (bonos convertibles contingentes) y a la subordinada.

El presidente de la asociación de inspectores del Banco de España calificó en el Congreso de "grosería técnica" un rango tan amplio. Sin embargo, esa diferencia de 9.500 millones entre el valor más alto y el más bajo en realidad supone un 3% arriba o abajo si se compara con el tamaño del balance del Popular, 145.000 millones en el momento de su resolución. "Es como valorar un piso en 300.000 euros y venderlo entre 290.000 y 310.000", ejemplifica otra de las fuentes.

Ahora, Deloitte debe elaborar dos informes más para la JUR. El segundo es una revisión del de junio con información más detallada de la que dispuso en aquel procedimiento de urgencia por la crítica situación del Popular. Se espera que esté listo en breve. El tercero es el informe del coste de liquidación, es decir, lo que habría costado ir a un concurso de acreedores ordinario; si resulta que ese coste hubiera sido menor que la resolución, se les devolverá la diferencia a los afectados.

Ninguna norma impide tomar el valor más alto

El hecho de que el informe solo ofrezca un cálculo indicativo para compararlo con las posibles ofertas choca con las explicaciones del presidente del FROB (fondo público de rescate bancario), Jaime Ponce, que ha asegurado en sede parlamentaria que no podía tomar la estimación más positiva porque "la norma no te permite ir a ese enfoque porque exige utilizar las valoraciones más prudentes". Según estas fuentes, las reglas europeas no establecen ninguna obligación de ese tipo. "Ojalá hubiera habido una oferta que pagara un precio positivo; y si se hubiera presentado, claro que se podría haber aceptado".

placeholder El presidente del FROB, Jaime Ponce, en el Congreso. (EFE)
El presidente del FROB, Jaime Ponce, en el Congreso. (EFE)

Ponce no ha explicado en ningún momento el verdadero propósito del informe de Deloitte, aunque sí ha pedido a la JUR su publicación. Asimismo, tampoco ha desvelado la razón por la que en el documento que publicó el FROB el día de la resolución del Popular solo se incluyeron los escenarios central y negativo, pero se ocultó que había un tercer escenario positivo.

Así las cosas, lo que sí puede arrojar luz sobre el final del Popular es el informe de la propia JUR sobre su decisión, del que solo se ha hecho pública una versión muy censurada. En su reciente comparecencia también en el Congreso, Elke König (la presidenta de este organismo) prometió que desvelaría nuevas partes de este documento junto al informe de Deloitte. Ambos textos se esperaban antes de Navidad, pero la única estimación oficial es que se conocerán "lo antes posible".

La expectación generada por la próxima publicación de una versión censurada del famoso informe que hizo Deloitte para la resolución del Banco Popular se va a ver frustrada con alta probabilidad. Hay dos razones para ello: que se trata de un estudio eminentemente técnico que sigue una metodología estándar establecida por la EBA (Autoridad Bancaria Europea); y que su relevancia para el triste final del banco fue muy pequeña, puesto que la consultora no fue la que puso el precio, sino el Banco Santander. Aunque es poco relevante, no hay ninguna norma que impida tomar la valoración positiva, en contra de lo que sostiene el FROB.

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