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El BCE llama a los bancos por la tensión, pero no toma medidas extraordinarias
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habría corralito en caso de secesión

El BCE llama a los bancos por la tensión, pero no toma medidas extraordinarias

Los bancos españoles recibieron la llamada del BCE preocupado por el impacto de la situación en Cataluña, pero no ha pedido un seguimiento especial ni convocado reunión

Foto: Fotografía fechada el 27 de abril de 2017 que muestra el Banco Central Europeo. (EFE)
Fotografía fechada el 27 de abril de 2017 que muestra el Banco Central Europeo. (EFE)

Los sucesos de Cataluña este fin de semana han generado gran inquietud entre los ahorradores catalanes y los clientes de toda España de los bancos catalanes... y en el BCE. El supervisor bancario europeo se puso ayer en contacto con las principales entidades españolas para interesarse por el posible impacto de la situación, según fuentes del sector. Ahora bien, de momento no se han producido movimientos significativos de depósitos, ni de ahorradores asustados ni partidarios de un boicot. Por eso, el Banco Central Europeo no ha pedido un seguimiento especial de la liquidez (como hizo en el caso del Popular) ni ha convocado ninguna reunión.

Ahora bien, si finalmente se produce la independencia de Cataluña, las cosas cambiarían mucho. Las entidades con sede en la región, Banco Sabadell y CaixaBank, están preparadas para cambiar su sede a otra ciudad española (que no tiene por qué ser Madrid), aunque confían en que no se llegue a esa situación porque antes el Gobierno aplicará el artículo 155. Eso sí, si llegara a ocurrir, los ciudadanos catalanes no se librarían de un corralito en el nuevo Estado al estilo de Chipre o Grecia, que afectaría a todos los bancos —catalanes, españoles y extranjeros—, por lo que no se evitaría cambiando de entidad.

Foto: Imagen de archivo de una sucursal de La Caixa en Reus. (EFE)

Tanto el presidente del Sabadell, Josep Oliu, como el de la Fundación La Caixa, Isidre Fainé, han explicado en numerosas ocasiones que sus entidades son miembros del Eurosistema (y reciben liquidez del Banco Central Europeo) y están supervisadas por el BCE, por lo que no pueden quedarse fuera de la zona euro ni de la UE, como ocurriría en caso de independencia de Cataluña. Llegados a ese extremo, su plan de contingencia es cambiar la sede social, o bien constituir una especie de 'holding' matriz domiciliado en otra ciudad española del que cuelgue la entidad financiera catalana.

Eso tendrá consecuencias sobre todo para sus empleados, puesto que este cambio de sede debería ir acompañado de un traslado de los servicios centrales, según algunas fuentes; otras consideran que se trata de un mero cambio jurídico y que podrían seguir trabajando en Barcelona. En el caso del Sabadell, cuenta con edificios con suficiente capacidad para albergar a todos estos empleados en Las Tablas (Madrid) y en Alicante (la antigua sede de la CAM). CaixaBank tiene más donde elegir debido a sus numerosas adquisiciones durante la crisis financiera: Sevilla, Valencia, Burgos, Pamplona... Aunque, curiosamente, no Madrid, donde no posee infraestructura suficiente.

Foto: Manifestaciones 1-O. (EFE)

Si hay independencia, corralito

En todo caso, ninguna de las dos entidades contempla la independencia como un escenario realista, puesto que confían en que antes de proclamarla, el Govern se eche atrás o bien que el Gobierno aplique el artículo 155 de la Constitución. Como ha venido informando El Confidencial, nadie en el mundo financiero concede posibilidades a la secesión por varias razones: la falta de una mayoría social que la respalde, la división en el bando soberanista y que, al no ser respaldada por Madrid, el nuevo Estado no tendría reconocimiento internacional y tendría que abandonar la UE y el euro.

Ahora bien, si llegara a producirse la independencia, todo el mundo coincide en que habría un corralito en Cataluña, es decir, se bloquearían cuentas y depósitos y solo podría retirarse una pequeña cantidad al día. Esta decisión se tomaría para evitar una huida masiva de dinero y el hundimiento de la nueva divisa del nuevo Estado. Eso afectaría a todos los ciudadanos catalanes, independientemente de en qué entidad tengan el dinero, es decir, quedarían bloqueados los saldos en Sabadell y CaixaBank, y también en Santander, Bankia, BBVA, Bankinter... o Deutsche Bank.

Castigo a la banca, esté o no esté en Cataluña

En todo caso, como las incertidumbres son muy elevadas, los inversores castigaron con dureza a las entidades financieras en bolsa. Y no solo a las catalanas, puesto que existe la amenaza de que este conflicto derive en una recesión o en nuevas elecciones generales, escenarios que perjudicarían mucho a la economía y al sector. El banco de inversión KBW habla incluso de una posible crisis constitucional, por lo que concluye que la situación actual es negativa para todos los bancos españoles independientemente de su exposición a Cataluña. Así, Sabadell se desplomó un 4,53%, CaixaBank el 4,43%, Bankia el 3,33% y BBVA, el 2,37%.

placeholder Fuente: KBW.
Fuente: KBW.

No hay que perder de vista que el principal banco de Cataluña es el BBVA, gracias a las adquisiciones de CatalunyaCaixa y Unnim. Según datos de JP Morgan, BBVA tiene un 21% de cuota en la comunidad, CaixaBank un 17%, Santander es el tercero con un 15%, Sabadell alcanza el 14% y Bankinter, el 8%. Sin embargo, la situación es muy distinta en lo que respecta a cuánto se juega cada banco en Cataluña: ahí el que corre más peligro es Sabadell, ya que el 23% de su riesgo de crédito está en la región, seguido de cerca por CaixaBank con el 22%; muy por detrás están Bankia y Bankinter, mientras que BBVA solo tiene allí el 11% de su inversión y el Santander, el 5%.

Los sucesos de Cataluña este fin de semana han generado gran inquietud entre los ahorradores catalanes y los clientes de toda España de los bancos catalanes... y en el BCE. El supervisor bancario europeo se puso ayer en contacto con las principales entidades españolas para interesarse por el posible impacto de la situación, según fuentes del sector. Ahora bien, de momento no se han producido movimientos significativos de depósitos, ni de ahorradores asustados ni partidarios de un boicot. Por eso, el Banco Central Europeo no ha pedido un seguimiento especial de la liquidez (como hizo en el caso del Popular) ni ha convocado ninguna reunión.

Banca Isidre Fainé Josep Oliu
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