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Ibercaja descarta salir a bolsa tras Unicaja: prefiere esperar para lograr mejor precio
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tiene de plazo hasta 2020

Ibercaja descarta salir a bolsa tras Unicaja: prefiere esperar para lograr mejor precio

Ibercaja, la otra caja de ahorros que debe sacar a bolsa su banco, descarta seguir los pasos de Unicaja por el mal momento del mercado. Esperará para sacar un precio mejor

Foto: Sede central de Ibercaja en Zaragoza. (EFE)
Sede central de Ibercaja en Zaragoza. (EFE)

La compra del Banco Popular por el Santander, los ataques contra Liberbank, la fusión Bankia-BMN y la salida a bolsa de Unicaja han puesto una enorme presión sobre las entidades medianas no cotizadas y han disparado las especulaciones sobre nuevas operaciones corporativas en la banca. Muchas miradas se dirigen a Ibercaja, que también está obligada por ley a sacar su banco a bolsa y que figura en todas las quinielas de fusiones. Pero, de momento, en Zaragoza prefieren esperar acontecimientos y descartan saltar ahora al parqué por ese mal momento del sector. Confían poder conseguir un mejor precio más adelante. Y de fusiones no quieren saber nada, al menos de momento.

"Salir a bolsa ahora es un suicidio", según una fuente conocedora de la situación. "Con todo lo que ha pasado en los últimos meses, el ambiente no es precisamente el mejor para intentarlo, a pesar de la subida que acumulan los bancos en bolsa este año", tras los rescates del Popular y de los bancos italianos, y la avalancha de papel del sector en el mercado con la OPV de Unicaja y la ampliación de capital de Santander. "Parece más sensato esperar a que las cosas se normalicen y poder obtener una valoración mejor" de la que se ha visto obligada a dar Unicaja para evitar el fracaso de la operación", añade.

Foto: Sede central de Unicaja en Málaga. (EFE)

La comparación con Unicaja es inevitable, puesto que son las dos únicas antiguas cajas que no han cumplido una de las exigencias que impuso la UE a cambio del rescate financiero de España: que pierdan la mayoría en el banco o lo saquen a bolsa (para despolitizarlas). La Caixa ya tenía el suyo cotizando a través de la antigua Criteria, rediseñada como CaixaBank; Liberbank salió sin vender acciones al público ('listing'), BMN se va a integrar en Bankia como es sabido, y Kutxabank logró una excepción 'ad hoc' en la Ley de Cajas. Abanca no tiene esa obligación (fue vendida a Banesco), y aunque su presidente, Juan Carlos Escotet, ha sugerido en alguna ocasión una OPV, parece que su objetivo pasa más por una venta a otra entidad más grande.

Pero Ibercaja tiene una gran ventaja sobre la entidad andaluza: el tiempo. Unicaja tenía que devolver los 604 millones de dinero público inyectado por el FROB a Caja España Dueros (Banco Ceiss) antes de abril de 2018, así que, o salía ahora a bolsa, o tenía que apurar su última oportunidad en el cuarto trimestre... con el riesgo de que para entonces las cosas no hubieran mejorado, sino empeorado aún más. Así que la entidad presidida por Manuel Arzuaga (Braulio Medel preside la fundación) ha preferido el pájaro en mano de una baja valoración ahora que el ciento volando de esperar a que pase el verano. Porque después ya no le quedaban más oportunidades.

placeholder El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, durante el debut en bolsa. (EFE)
El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, durante el debut en bolsa. (EFE)

Plazo hasta 2020

Por el contrario, Ibercaja tiene hasta 2020 para cumplir esta exigencia normativa, puesto que devolvió en marzo con sus propios recursos los 223,6 millones de ayudas públicas que también había recibido Caja 3 (CAI, Caja Círculo y Caja Badajoz), comprada posteriormente por la entidad aragonesa. Por tanto, la única fecha tope que tiene es la de la propia ley, que además fue modificada y permite ampliar el plazo hasta 2023 en determinadas circunstancias.

Por tanto, la entidad presidida por José Luis Aguirre —tras sustituir al histórico Amado Franco— prefiere esperar a que pase la tormenta actual para plantearse una OPV que en ningún caso tendrá lugar este año, según las fuentes citadas. Estas explican que el plan es que se vayan concretando las expectativas de subida de tipos, cuyos grandes beneficiados son los bancos puramente nacionales, y el mercado haga un 'repricing' de todo el sector, que ya ha empezado con la fuerte recuperación desde los mínimos bursátiles del año pasado. Eso, unido al fin de las turbulencias actuales (salvo que se produzca un nuevo susto inesperado), le permitirá obtener una valoración sustancialmente superior a las 0,41 veces el valor en libros a que se ha valorado BMN para su absorción o las 0,48 veces de Unicaja en su OPV.

placeholder El presidente de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre (I). (EFE)
El presidente de Ibercaja Banco, José Luis Aguirre (I). (EFE)

Seguir independiente... ¿Hasta cuándo?

En cuanto a la posibilidad de una fusión o absorción, Ibercaja siempre ha insistido en su vocación de mantenerse independiente. La cuestión es durante cuánto tiempo podrá conseguirlo. Casi todos los observadores coinciden en que ha comenzado una nueva oleada de concentración en el sector bancario que afectará a las entidades ahora pequeñas (que eran medianas antes de la anterior oleada): las antiguas cajas supervivientes de la crisis. Liberbank es la que cuenta con más papeletas para ser la primera, al estar ya cotizando y hacerlo con una valoración muy baja, en torno a 0,33 veces su valor en libros. Pero la percepción mayoritaria es que Ibercaja, Unicaja y Abanca (Kutxabank y Bankinter son casos aparte) también acabarán pasando por el aro.

Un consultor especializado en banca asegura que su futuro dependerá del mercado; no solo de si logra salir a bolsa, sino de si puede colocar los nuevos instrumentos que absorben pérdidas en caso de crisis (como los CoCos, que han perdido todo en el Popular) y si lo hacen a un precio asumible para sus márgenes. Hasta hace un año, el Banco de España se decantaba claramente por que cada una acabe en manos de un grande, en vez de fusionarse entre ellas, para curarse en salud ante una posible crisis de solvencia de alguna de estas entidades. Pero la crisis del Popular y el rescate de bancos italianos con dinero público pueden hacer cambiar esta teoría.

La compra del Banco Popular por el Santander, los ataques contra Liberbank, la fusión Bankia-BMN y la salida a bolsa de Unicaja han puesto una enorme presión sobre las entidades medianas no cotizadas y han disparado las especulaciones sobre nuevas operaciones corporativas en la banca. Muchas miradas se dirigen a Ibercaja, que también está obligada por ley a sacar su banco a bolsa y que figura en todas las quinielas de fusiones. Pero, de momento, en Zaragoza prefieren esperar acontecimientos y descartan saltar ahora al parqué por ese mal momento del sector. Confían poder conseguir un mejor precio más adelante. Y de fusiones no quieren saber nada, al menos de momento.

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