Los Montoro se alían con un 'spin-off' de Morgan Stanley y preparan a Monthisa para la bolsa
La familia Montoro ha escindido todo su negocio patrimonial en Monthisa Real Estate y ha vendido un tercio del capital a Proprium Capital, heredera del antiguo fondo inmobiliario de Morgan Stanley
Con la discreción que caracteriza a las empresas familiares, la familia Montoro, dueña de Monthisa, lleva dos años trabajando en uno de los grandes hitos de su historia reciente. Se trata del bautizado como Proyecto Maura, una operación dirigida a crear una gran cartera de activos en alquiler, con la bolsa como destino último.
Para abordar esta empresa, la compañía segregó todo su negocio patrimonial en la sociedad Monthisa Real Estate, hasta entonces una filial más, y vendió un tercio del capital al fondo estadounidense Proprium Capital, el mismo que desde hace casi una década es accionista de Grupo Lar, donde actualmente controla un 16,5% de las acciones.
Este gestor de activos es el heredero del antiguo fondo de situaciones especiales de Morgan Stanley, que por motivos regualtorios en Estados Unidos terminó separándose de la casa madre, aunque mantiene el equipo gestor, con Tim Morris a la cabeza.
Aunque Proprium -cuyo representante en el consejo de Monthisa Real Estate es Philipp Westermann, el mismo que en la empresa de los hermanos Pereda- es accionista minoritario, los dos socios firmaron un pacto en virtud del cual establecieron el control conjunto de Monthisa Real Estate y se comprometieron a multiplicar al patrimonio en tiempo récord.
El resultado de esta alianza ha sido la creación de un nuevo gigante patrimonial, cuya primera gran compra fue la adquisición de los bajos comerciales de El Corte Inglés en el Paseo de la Castellana por cerca de 150 millones, operación que se cerró en septiembre del año pasado; y más recientemente, la compra de un edificio en la madrileña calle Montera, que se destinará a uso terciario (oficinas u hotel).
Tras estas operaciones, Monthisa Real Estate cuenta con una cartera de entorno a los 250 millones de euros, ya que la empresa se constituyó con locales, oficinas y hoteles que ya controlaba la familia Montoro, valorados en más de 100 millones de euros.
Entre ellos, figura el Edificio Correos, bautizado así por tener como inquilino a la empresa pública postal; el número 8 de Ribera del Loira, actualmente ocupado por Dell; y el hotel Radisson de la calle Moratín 52, en el cotizado eje Prado Recoletos.
Pero los Montoro y Proprium también están rotando su cartera de activos, como han puesto de manifiesto con la venta del edificio de oficinas que tenían en Berlin, de 7.975 metros cuadrados y alquilado en su totalidad a MTV; y un local en el centro comercial Plaza Norte 2, ocupado por los cines Cinesa.
Superviviente de la crisis
Monthisa es, junto a Lar, GMP o Pryconsa, una de las pocas inmobiliarias nacionales que ha conseguido sobrevivir a la crisis y, como las dos primeras, ha apostado por escindir su negocio patrimonial y aliarse con fondos extranjeros para poder aprovechar la anunciada recuperación del sector.
Antes de llegar aquí, la rama promotora de los Montoro regularizó su situación con Sareb, se constituyó en gestora de activos del fondo bancario FAB 2013 Bull y llegó a un acuerdo con la entidad presidida por Jaime Echegoyen para promover conjuntamente.
Tras todos estos cambios, su próximo gran hito pasa por convertir Monthisa Real Estate en una empresa patrimonialista de referencia y, si el guion se cumple, terminar dando salida a Proprium, con el mercado de capitales como principal opción.
Con la discreción que caracteriza a las empresas familiares, la familia Montoro, dueña de Monthisa, lleva dos años trabajando en uno de los grandes hitos de su historia reciente. Se trata del bautizado como Proyecto Maura, una operación dirigida a crear una gran cartera de activos en alquiler, con la bolsa como destino último.