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Itínere refinancia su deuda hasta 2026 y entra en pista para abordar su venta
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Tres préstamos por 1.700 millones

Itínere refinancia su deuda hasta 2026 y entra en pista para abordar su venta

La concesionaria logra 300 millones del fondo AustralianSuper y acuerda con sus bancos acreedores aplazar 10 años el vencimiento de sus préstamos, a un tipo inferior al 3%

Foto: Autopista AP-1 de Itínere.
Autopista AP-1 de Itínere.

Itínere ha pisado el acelerador y ha cerrado la refinanciación de toda su deuda, lo que le permite recuperar la estabilidad financiera para la próxima década. El grupo de autopistas ha llegado a un acuerdo con sus entidades acreedoras para acomodar en tres préstamos sus obligaciones, nueva estructura que se ha construido gracias a la entrada del fondo de pensiones AustralianSuper, que ha firmado un préstamo 'bullet' de 300 millones de euros, y con el que Itínere lleva negociando desde finales de 2015.

Esta inyección se ha destinado a reducir el crédito de 1.086 millones que tenía la compañía con Popular, Sabadell, Santander, BNP, Caixabank y Société Générale, lo que ha permitido reducir el principal hasta los 786 millones, rebajar los intereses hasta el 2% y aplazar una década el vencimiento. Además, la concesionaria cuenta con otro sindicado, cuyo principal actual ronda los 580 millones, que ya había reestructurado a finales de 2014 y cuyo plazo también se ha ampliado diez años o, para ser más precisos, hasta octubre de 2025.

En conjunto, tras el acuerdo de refinanciación y la entrada del fondo australiano, dos operaciones que se sellaron el pasado 16 de febrero, Itínere ha logrado acomodar sus compromisos hasta las puertas de 2026, y ha situado por debajo del 3% el tipo medio de todos sus compromisos financieros, según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes financieras.

Esta operación ha estado liderada por Caixabank y Santander, se ha cerrado casi tres años antes de la anterior fecha de vencimiento, que estaba fijada a finales de 2018, y ha sido aprovechada por algunas entidades extranjeras, como RBS o bancos alemanes, para salirse de los sindicados.

Con este acuerdo, la concesionaria logra superar el mal trago vivido a finales del pasado ejercicio, cuando intentó salir al mercado de bonos con la vista puesta en tratar de convertir el grueso de sus compromisos financieros en emisiones a largo plazo. La mejora del tráfico y la caída del precio del petróleo hicieron confiar a la compañía en que, tras los duros siete años vividos, era el momento de construir una estructura financiera acorde con el modelo de largo plazo de las concesiones.

Pero, a mediados de noviembre, la operación tuvo que ser cancelada ante la tibia respuesta de los inversores, un auténtico jarro de agua fría para la empresa. Sin embargo, tres meses después, el grupo ha logrado el respaldo de sus entidades acreedoras y ha reestructurado su deuda a 10 años, lo que le coloca en la pista de salida para retomar las conversaciones de venta.

Itínere intentó, a finales del pasado ejercicio, salir al mercado de bonos, emisión que finalmente tuvo que retirar ante la tibia respuesta de los inversores

Aunque estas nunca se han cerrado, la convulsa situación accionarial que ha vivido Itínere en los últimos dos años y las dudas existentes en torno a su situación financiera habían enfriado el proceso. Hace justo un año, Citi Infraestructure se desligó de Itínere, debido a unos cambios en la normativa bancaria estadounidense que forzaron a la entidad a deshacerse de este tipo de inversiones, y dio entrada a Corsair Capital.

Fuentes conocedoras aseguran que Corsair tomó el relevo adquiriendo a Citi la deuda que el fondo tenía ligada a la concesionaria, lo que le permitió hacerse también con la gestión, pero bloqueando a la compañía durante meses, ya que el resto de accionistas recibieron con desconfianza este movimiento.

Planes de venta

El principal accionista de Itínere era Citi, que junto a Kutxabank controlaba el 54% del capital a través de la sociedad Arecibo Servicios y Gestiones, seguido por Abanca (23,8%), Sacyr (15%) y Liberbank (5,8%). Desde hace casi tres años, tanto la constructora presidida por Manuel Manrique como las cajas están interesadas en deshacerse de estas participaciones, plan que ahora, tras cerrar la refinanciación, vuelve a tomar cuerpo.

A esto se suma el cambio de escenario del negocio que, tras años de caídas de tráfico, en 2015 consolidó su recuperación. En el caso de Itínere, Audasa logró en 2015 una mejora del 5%; AP-1 Europistas, del 3,76%; Aucalsa, del 5,74%; Audenasa, del 4,73%, y Autoestradas de Galicia, del 2,46%, según los datos oficiales de la concesionaria.

Esta nueva refinanciación ha permitido acomodar tanto los préstamos ligados a Enaitínere, que rondaban los citados 1.080 millones a finales del pasado ejercicio, como la deuda de Itínere, que ascendía a unos 580 millones de euros. Para cuando llegue la fecha de vencimiento, dentro de una década, se espera que la primera de estas deudas esté prácticamente amortizada, ya que tras la recuperación de los tráficos se espera que, por ejemplo, este año la concesionaria pueda saldar unos 100 millones de euros; mientras que el otro préstamo se aspira a dejarlo reducido a la mitad.

Itínere ha pisado el acelerador y ha cerrado la refinanciación de toda su deuda, lo que le permite recuperar la estabilidad financiera para la próxima década. El grupo de autopistas ha llegado a un acuerdo con sus entidades acreedoras para acomodar en tres préstamos sus obligaciones, nueva estructura que se ha construido gracias a la entrada del fondo de pensiones AustralianSuper, que ha firmado un préstamo 'bullet' de 300 millones de euros, y con el que Itínere lleva negociando desde finales de 2015.

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