Florentino retrasa el objetivo de beneficio y el nombramiento de su sucesor en ACS
El presidente de la constructora admite que el reto de alcanzar los 1.000 millones de ganancias igual tendrá que esperar un año, como el nombramiento del consejero delegado
Florentino Pérez se ha gustado a si mismo al explicar la transformación que ha llevado a ACS a pasar de un líder en España a ser el referente de la construcción a nivel mundial, a tener una plantilla de 120.000 personas, a más de 200.000 trabajadores en los cinco continentes. Pero. sin embargo, su cara cambió cuando no ha podido asegurar que el compromiso adquirido en 2014 de conseguir un beneficio de 1.000 millones de euros este año igual tendrá que esperar.
“Seguimos en proceso de restructuración, la manera para llegar a ese objetivo es bajar los gastos financieros, la deuda y los intereses de la deuda, y la reducción de los minoritarios. Si no llegamos este año, pues será el que viene”, ha asegurado el presidente y consejero delegado de ACS, quien ha añadido que este ejercicio “es muy importante y vamos a tratar de terminar este proyecto, que no es fácil”. Su declaración es lo que se conoce en el argot financiero como 'profit warngin' o advertencia de incumpliento de los objetivos.
ACS registró un beneficio neto de 725 millones de euros en 2015, lo que supone un aumento del 1,1% en comparación con el ejercicio anterior
Con lo del proyecto se ha referido Florentino Pérez a dejar de ser una empresa puramente española, dependiente del Ministerio de Fomento, a una multinacional que hoy genera el 84% de los ingresos en el exterior. De hecho, el negocio de construcción de España apenas representa el 5% de esta división, que ha crecido de forma exponencial en América del Norte y en Asia-Pacífico.
Pero, según el presidente de ACS, este proceso de cambio aún está al 80% de sus objetivos, por lo que aún resta una quinta parte del objetivo por conseguir. Esta es la justificación que ha utilizado Florentino Pérez para retrasar un año más el nombramiento de Marcelino Fernández Verdes como consejero delegado del grupo y sucesor del actual primer ejecutivo. Pérez, que en breve cumplirá los 70 años, anunció en la primavera de 2014 que delegaría en su mano derecha -actual consejero delegado de Hochtief y Cimic- la labor de dirigir la multinacional, pero tras demorarlo el pasado año, hoy ha asegurado que “vendrá cuando el grupo esté consolidado”.
El todavía primer ejecutivo de la constructora ha afirmado que ACS es hoy en día una empresa “más fuerte, más equilibrada y con un mayor potencial de crecimiento”, especialmente porque ahora depende de mercados como el americano y el canadiense que son más seguros desde el punto de vista del cobro de las obras. No obstante, esta mejoría, que se pone de manifiesto en la significativa reducción de la deuda, que ha pasado de más de 9.000 millones a apenas 2.600, no es suficiente para conseguir la calificación de empresa segura para invertir.
El director de desarrollo corporativo, Angel García Altozano, ha reconocido lo que publicó El Confidencial el pasado 21 de enero cuando este medio adelantó que ni Standard & Poor´s ni Moody´s le han dado todavía el certificado de “investment grade”, algo clave para que los todos los inversores puedan comprar acciones de ACS. Sin tener esta calificación, muchos fondos tienes prohibido entrar en el capital de la constructora.
Altozano, quien en mayo del año pasado aseveró que esperaban la concesión del rating para el pasado mes de septiembre, ha explicado ahora que “no hay prisa”. “Las agencias tienen sus métricas y ACS todavía no está en ellas porque piden una mayor integración”, ha añadido el hombre de confianza de Florentino Pérez, también al borde de la jubilación. “Lo conseguiremos, yo creo que más pronto que tarde, pero no haremos nada extraordinaria para lograrlo”, ha concluido.
ACS registró un beneficio neto de 725 millones de euros en 2015, lo que supone un aumento del 1,1% en comparación con el ejercicio anterior (717 millones). Según informó este jueves la constructora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos del grupo repuntaron un 0,1%, hasta los 34.925 millones de euros, el 84% obtenidos en el exterior. La empresa se gastó 507 millones de euros en sostener, sin mucho éxito, la cotización de ACS, que hoy ha reaccionado con una fuerte subida a la publicación de los resultados por la mejora del circulante.
Florentino Pérez se ha gustado a si mismo al explicar la transformación que ha llevado a ACS a pasar de un líder en España a ser el referente de la construcción a nivel mundial, a tener una plantilla de 120.000 personas, a más de 200.000 trabajadores en los cinco continentes. Pero. sin embargo, su cara cambió cuando no ha podido asegurar que el compromiso adquirido en 2014 de conseguir un beneficio de 1.000 millones de euros este año igual tendrá que esperar.