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El Gobierno impulsa con REE y Enagás el papel ejecutivo de la mujer en el Ibex 35
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El Gobierno impulsa con REE y Enagás el papel ejecutivo de la mujer en el Ibex 35

La emergente figura del Consejero Independiente Coordinador es la piedra de toque para defender un papel más activo de la mujer en empresas del Ibex

Foto: La exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio (i) junto a la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten. (Efe)
La exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio (i) junto a la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten. (Efe)

Mientras el Partido Popular y el PSOE se enredan con sus pulsos electorales en Europa sobre la base de los supuestos ‘problemas de género’ entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, el Gobierno ha lanzado un guiño al Ibex35 para que, de una vez por todas, defiendan a las pocas mujeres que, de momento, se sientan en los consejos de las grandes sociedades cotizadas. Red Eléctrica y Enagás, ambas bajo control efectivo del Estado, han decidido pregonar con el ejemplo mediante la designación de sendas consejeras independientes de coordinación, un puesto de máxima relevancia dentro de los respectivos órganos de gobierno de ambas entidades.

El nombramiento de Ana Palacio como ‘lead independent director’ de la operadora gasista que preside Antonio Llardén es el toque definitivo de campana emitido a instancias del propio Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno confía que promociones de esta naturaleza terminen por calar más pronto que tarde entre el distinguido grupo de empresarios que hace escasos días fueron recibidos como invitados de postín en el Palacio de la Moncloa.

El ascenso de la exministra de Asuntos Exteriores en Enagás tiene un precedente en la designación hace ya un año de Carmen Gómez de Barreda para la misma función dentro de Red Eléctrica. La operadora del sistema eléctrico que preside José Folgado, y en la que la SEPI controla un 20% del capital, se ha convertido en uno de los paladines más destacados de gobierno corporativo en España, importando uno tras otro los más avanzados procedimientos de gestión interna que son moneda de uso común en las grandes corporaciones multinacionales.

En lo que concierne a la cuota femenina en las sociedades cotizadas es cierto que se observa una cierta progresión en los últimos años y de hecho los datos de 2013 prueban que las mujeres han elevado su participación en los consejos de administración a un 16,6%, según los informes que elabora el IESE con la consultora Inforpress. En 2012 esta participación era del 13,5% frente al 12,1% de 2011 y en los últimos siete años la presencia de las mujeres se ha elevado en un 250%.

Supervisar a los gestores de las empresas cotizadas

Con estos datos quien no se consuela es porque no quiere, pero la realidad es bastante más dura porque las mujeres, con muy escasas excepciones, brillan por su ausencia a la hora de manejar funciones con carácter ejecutivo dentro de las grandes compañías cotizadas. De hecho hasta hace poco sólo el Banco Santander, con Ana Patricia Botín; Bankinter, a través de María Dolores Dancausa y Telefónica, representada por Eva Castillo, disponían de dicha condición. Sin embargo, la última reestructuración directiva llevada a cabo en febrero por César Alierta ha motivado la salida de la antigua responsable de Telefónica Europa, que sigue en el consejo de la matriz pero ya sin poderes de mando y control en la gestión de los negocios.

La presión de la Unión Europea para elevar al 40% en 2020 la cuota de mujeres en consejos de administración ha abierto un debate dentro delmercado corporativo en España. Las sociedades cotizadas progresan muy despacio o, lo que es igual, necesitan mejorar urgentemente el equilibrio de sus órganos de dirección. El Gobierno trata de evitar una pose intervencionista y guarda con el mayor celo cualquier recomendación pública al respecto, pero el presidente Rajoy ha empezado a tomar cartas en el asunto utilizando el marco de referencia que brindan las dos principales empresas operadoras del sistema energético.

Red Eléctrica y Enagás han abierto una vía adicional para otorgar carta de naturaleza a una nueva función de gran peso específico dentro de sus consejos de administración. La figura emergente del consejero independiente coordinador (CIC) ofrece una posibilidad impensable hasta hace poco tiempo. Hay que tener en cuenta que la misión de este administrador tiene por finalidad introducir elementos adicionales de supervisión sobre los gestores. El ‘vigilante’ del consejo no dispone de atribuciones ejecutivas propiamente dichas pero puede condicionar directamente las decisiones de los directivos que manejan la empresa.

Entre las tareas de este llamado ‘primus inter pares’ destaca la evaluación del primer ejecutivo, la elaboración de la agenda del consejo y la intermediación entre los consejeros ejecutivos y el presidente. Se trata, por tanto, de una figura encuadrada al más alto nivel operativo y situada en el organigrama de la empresa al lado del presidente y del consejero delegado. Una piedra de toque, en definitiva, para evitar excusas que impidan mejorar el buen gobierno corporativo y aumentar el peso de las mujeres en la cúpula directiva de las sociedades cotizadas.

Mientras el Partido Popular y el PSOE se enredan con sus pulsos electorales en Europa sobre la base de los supuestos ‘problemas de género’ entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, el Gobierno ha lanzado un guiño al Ibex35 para que, de una vez por todas, defiendan a las pocas mujeres que, de momento, se sientan en los consejos de las grandes sociedades cotizadas. Red Eléctrica y Enagás, ambas bajo control efectivo del Estado, han decidido pregonar con el ejemplo mediante la designación de sendas consejeras independientes de coordinación, un puesto de máxima relevancia dentro de los respectivos órganos de gobierno de ambas entidades.

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