Brufau presenta en sociedad a Imaz ante la comunidad financiera

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha presentado ante la sociedad financiera y bursátil a su nuevo consejero delegado, Josu Jon Imaz. Ha sido con motivo de la celebración del 25 aniversario del debut en los mercados de la compañía, celebrado en la Bolsa de Madrid, donde Brufau ha posado sonriente con el expresidente del PNV, que fue nombrado hace unos días CEO de Repsol dentro de una remodelación de la estructura del equipo directivo.

Imaz, actual presidente de la filial Petronor, venía asumiendo funciones corporativas también en Repsol como director general del Área Industrial. El nuevo consejero delegado de Repsol se incorporó al grupo petrolero en julio de 2008 después de una intensa y dilatada carrera política en el País Vasco coronada en 2004 con su designación como presidente del Euskadi Buru Baztar (EBB), máximo órgano ejecutivo del Partido Nacionalista Vasco. La herencia de su antecesor en el cargo, Xabier Arzalluz, terminó por agotar la capacidad política de Imaz que en septiembre de 2007 anunció su retirada y consiguiente traspaso al mundo de la empresa privada. Ahora ya encabeza el nuevo equipo directivo de Brufau.

El máximo dirigente de la petrolera, en compañía de su consejero delegado, ha recordado que un 11 de mayo de 1989 Repsol debutó en bolsa poniendo en marcha un proceso de privatización que fue culminado ocho años más tarde. Veinticinco años y un día después, y con un toque de campana simbólico, Brufau ha asegurado que Repsol es una empresa “integrada y global”, con fortalezas en 'downstream' y 'upstream', donde ha alcanzado unas tasas récord de reemplazo de reservas. Sin duda un mensaje para Pemex que pretendía dividir en dos negocios diferenciados las actividades de la petrolera española. Las relaciones entre Repsol y Pemex han sido muy tensas en los últimos meses.

Brufau también ha tenido palabras para YPF. El presidente ha anunciado que la empresa petrolera ha vendido parte de los bonos que recibió del Gobierno argentino para compensar por la expropiación de su filial. Así, Repsol ha colocado la mitad de estos bonos, en concreto la parte que era más difícil de comercializar al tratarse de un bono no cotizado. De esta manera, a la petrolera española todavía le quedan unos 2.200 millones de dólares en deuda soberana argentina por vender.

Tras la solución del conflicto con YPF y la reestructuración de la alta dirección, Brufau considera que "nos hemos preparado para emprender una nueva etapa que estoy seguro que será ilusionante para nuestros accionistas".