China Eastern es la carta secreta de Fomento para operar la nueva ruta directa a Shanghai
La llegada de China Eastern es la baza del Gobierno para impulsar el aeropuerto de Barajas y romper si es preciso el monopolio de Iberia en la T4
El ministro de Industria, José Manuel Soria, lo anticipó en octubre del año pasado y la titular de Fomento, Ana Pastor, lo perfiló dos meses más tarde cuando se refirió a la apertura de una nueva ruta directa entre Madrid y Shanghai. Lógicamente, será una compañía china la encargada de operar este vuelo que entrará en servicio este mismo verano. La empresa que se perfila para llevarlo a cabo es China Eastern Airlines, la primera del gigante asiático que podría utilizar la T4 de Barajas en clara competencia con Iberia.
Junto con la nueva base de operaciones de la compañía escandinava Norwegian, el estreno de China Eastern es el gran acontecimiento que será oficialmente anunciado cuando se presente la próxima temporada de verano en Aena. La conexión con Shanghai es fundamental en los planes del Gobierno para aumentar el tráfico comercial y responde a las necesidades detectadas por las autoridades aeroportuarias: “Es un vuelo muy pedido”, significó en su momento la propia Ana Pastor.
El Ministerio de Industria, en su calidad de organismo titular de la política turística de España, ha impulsado de forma decisiva la idea de incorporar a una aerolínea de la potencia de China Eastern como revulsivo para el desarrollo del aeropuerto de Barajas. José Manuel Soria no quiere quedarse de brazos cruzados a la espera de que Iberia resuelva la denominada ‘paz laboral’ con el Sepla y los demás colectivos de la empresa y empieza a sentirse escaldado por la frialdad con que International Airlines Group (IAG) dirige la estrategia de su filial española.
El presidente de Iberia, Luis Gallego, se ha comprometido a recuperar las rutas suspendidas en 2012 a raíz del conflicto social que culminó con el ERE de la compañía, pero la reactivación sólo se hará efectiva con un acuerdo de productividad que garantice la rentabilidad sostenida de la empresa. Bajo estos condicionamientos, y a pesar de que los agentes sociales de la aerolínea se muestran optimistas, el Gobierno considera que es necesario diversificar cuanto antes las fuentes de ingresos de Barajas. Dicho de otro modo, Soria quiere dar un ‘empujón’ al aeropuerto de Madrid que asegure la eficiencia de las multimillonarias inversiones efectuadas por el Estado sin tener que depender de una compañía considerada de bandera, pero cuyo desarrollo corporativo se decide a 3.000 kilómetros de distancia.
El ministro de Industria ha apelado incluso a la denominada “Quinta Libertad” comunitaria que faculta el derecho de prestar servicios de tráfico aéreo en pasajeros, correo y carga con destino o procedentes de terceros países. En un proceso de liberalización y reformas, el Gobierno no descarta romper el monopolio de Iberia en la T4 para favorecer la conectividad de España con sus mercados naturales a la vez que se potencia el desarrollo de Barajas como uno de los principales hubs aeroportuarios del mundo.
Segunda compañía aérea de China
Aena ha conseguido cambiar el rumbo del aeropuerto madrileño, que este mes de febrero o, en el peor de los casos, a lo largo de marzo registrará los primeros crecimientos de actividad después de años continuos de pérdidas en sus cifras de tráfico. Así y todo, el Ministerio de Fomento considera que “lo cortés no quita lo valiente” y está dispuesta a desplegar la alfombra roja a China Eastern Airlines en un mensaje claramente dirigido a los dirigentes británicos de IAG encabezados por su consejero delegado, Willie Walsh.
El nuevo inquilino de Barajas es, detrás de Air China, la segunda aerolínea de la República Popular por tráfico de pasajeros. Fundada a finales de los años 80, China Eastern es el resultado de la fusión llevada a cabo por varias compañías del país y opera un millar de vuelos diarios con más de 150 rutas domésticas, regionales e internacionales desde sus hubs de Pudong y Hongqiao, ambos en Shanghai.
La aerolínea es propiedad del Gobierno chino, pero en su accionariado se incluyen históricamente otros socios de referencia entre los que destaca Temasek Holding, el fondo soberano de Singapur, más conocido en España por su participación de casi un 6,5% en Repsol. China Eastern Airlines cuenta con una plantilla 30.000 trabajadores y una flota de casi 200 aviones.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, lo anticipó en octubre del año pasado y la titular de Fomento, Ana Pastor, lo perfiló dos meses más tarde cuando se refirió a la apertura de una nueva ruta directa entre Madrid y Shanghai. Lógicamente, será una compañía china la encargada de operar este vuelo que entrará en servicio este mismo verano. La empresa que se perfila para llevarlo a cabo es China Eastern Airlines, la primera del gigante asiático que podría utilizar la T4 de Barajas en clara competencia con Iberia.