Cemex se considera un chivo expiatorio de la guerra política en la AEAT

Cemex (Cementos Mexicanos) es la piedra angular en torno a la que gira toda la crisis de la Agencia Tributaria (AEAT). El expediente abierto a la cementera, que puede conllevar una sanción de cientos de millones, fue el detonante de la destitución de la inspectoraDolores Linaresque provocó la cascada de ceses y dimisiones que culminaron con el número dos de la Agencia. Pero la empresa se considera un chivo expiatorio de la batalla política que se libra en el organismo y cree que se le ha perjudicado gravemente por airear en los mediosuna situación que debe ser secreta según la ley, según fuentes cercanas a la misma.

Estas fuentes explican que no hay ninguna propuesta de sanción para la empresa por parte de la AEAT, sino de liquidación. Yque lo que ellos habían solicitado -y denegó Linares en contra del criterio de sus superiores- era esperar a tener todas las piezas del caso, ya que hay más recursos interpuestos por la compañía que todavía no se han resuelto. Asimismo, recuerdan que la denegación de sus pretensiones no implica que sean sancionados, puesto que todavía pueden acudir a los tribunales económico-administrativos e incluso a los de justicia.El Confidencialintentó contactar con un portavoz de Cemex sin recibir respuesta.

Pero lo que más les ha molestado es la publicidad que se ha dado a unas actuaciones que deben estar protegidas por el secreto, como todas las de Hacienda con los contribuyentes. "Les han dejado expuestos a la opinión pública, les han dejado con una imagen de defraudadores y sinvergüenzas, y encima no pueden defenderse". En efecto, mientras los que cargan las tintas contra ellos en los medios -señalan especialmente a Gestha, la asociación de los técnicos de Hacienda-, los responsables de la AEAT sólo pueden contestar que no pueden hablar de expedientes concretos.

"Cemex no es la causa de la crisis de la Agencia. Hay una guerra política entre los antiguos altos cargos y los nuevos, y a la empresa la han pillado en medio. A Cemex la han cogido como excusa para resolver este conflicto, como podían haber cogidocualquier otro expediente, pero no tiene ninguna relación con el Gobierno que le haga merecedor de ningún trato de favor", sino que simplemente está defendiendo su intepretación de la norma, añaden. Una teoría que se abona con las declaraciones del ministroCristóbal Montoroen las que aseguraba que la cúpula de la AEAT "estaba llena de socialistas".

Ahora bien, hay pocos expedientes que conlleven sanciones tan grandes como la que se le puede imponer a la mexicana. El rechazo al recurso de reposición -lo que hizo Linares- conlleva que la AEAT no admite su alegación de que se trata de una interpretación diferente de la ley, sino que hubo intento de defraudar deliberado. Y si estamos hablando de unas bases imponibles negativas (pérdidas) supuestamente simuladas de 3.000 millones, la sanción alcanzaría el 15% de esa cantidad, es decir 450 millones. Y el ministro tiene acceso a este tipo de expedientes, según fuentes de la Agencia.

Igualmente, resulta sorprendente que Cemex presentara un recurso con las mismas alegaciones que habían sido rechazadas en primera instancia, porque la AEAT no iba a contradecirse a sí mismo. Eso da pábulo a los que piensan que lo hizo porque confiaba en un cambio de opinión "político" que esta vez sí aceptara sus argumentos; y el hecho de que Linares no hiciera caso a ese cambio de opinión es lo que desató la ira deldelegado central de Grandes Contribuyentes,Ignacio Huidobro, que la destituyó fulminantemente.