El plan B de Seat por si Volkswagen le deja sin el todocamino

Seat lleva un año esperando que su matriz y único accionista, Volkswagen (VW), le adjudique un nuevo todocamino (un SUV), que se haría sobre la plataforma del León. Pero la adjudicaciónno llega y en la planta deMartorell (Barcelona) ya manejan una plan B ante el temor de que la decisión no sea favorable para la marca española.

Fuentes cercanas a Seat explican que este plan alternativo pasa por solicitar a Wolfsburg, sede de VW, que conceda a la filial española la fabricación de un todocamino más pequeño, otro SUV basado en la plataforma del Ibiza,que competiría con modelos como el Juke de Nissan.

Volkswagenaprobóel pasado mes de noviembre un nuevo plan de inversiones para el período comprendido entre 2014 y 2018, que destina41.000 millones para nuevos productos y supone modernización de la gama. Este plan favorece, sobre todo, a Skoda, la filial checa del grupo,que fabrica los vehículos más baratos. Portavoces de Seat han declinado hacer declaraciones al respecto.

Skoda compite desde hace un año con Seat para conseguir fabricar el SUV, que ha sido desarrollado en el Centro Técnico de Martorell (Barcelona). Para Volkswagen la fabricación del nuevo todocamino implica dos decisiones. La primera es si Seat tendrá o no unSUV para competir con el Qasquai de Nissan; modelo que seguramente compartiría con Skoda. Después, el fabricante ha de decidir el lugar de producción: España oChequia.

Por ahora, Volkswagen no ha resuelto ninguna de las dos cuestiones. Mientras tanto, el futuro de industrial de Seat sigue en el aire, con la planta de Martorell operando muy por debajo de lo necesariopara rentabilizar la filial española, la única de todo el grupo que sigue en pérdidas. Se prevé que cierre el año con una producción que rondará los 380.000 vehículos, un 40% por debajo de su máxima capacidad.

El SUV, más lejos

A medida que el SUV se aleja de Martorell, la marca española se plantea cuál debeser su futuro para poder sobrevivir. Éste es elprincipal objetivo del nuevo presidente, Jürgen Stackmann. Stackmann tiene un contrato de cinco años y su mandato coincidirá con un período clave para la supervivencia de la marca como tal.

Seat es la primera empresa industrial de España. En este grupo de automoción trabajan un total de 11.400 personas,aunque ahora mismo hay en marcha un ERE para reducir en 201trabajadores, de personal no vinculado a líneas de producción, la plantilla.

Seat ha quedado atrapada entre lamala coyuntura de mercado español, pese a la recuperación que ha experimentado este año, y la indecisión de su matriz.

La suerte de Seat ha sido haber conseguido fabricar el Audi Q3. Martorell ensambla el único coche premium que se hace en España. Y precisamente ha sido este modeloel que ha salvado, en la medida de lo posible,las cuentas de Seat. Aunqueesto puede ser suficiente para salvar la planta, no lo espara garantizar la continuidad de la marca a largo plazo.

En Seat están convencidos de que han hecho los deberes y deque conseguirán que el nuevo León reduzca su dependencia del Ibiza. También confían en que dejarán de ser una marca monomodelo, tal y como ambicionaba el anterior presidente de Seat, James Muir. Pero el grupo español precisa nuevas cargas de trabajo y pretenden que las mismas refuercen la gama de la marca. Y que si no puede ser el SUV grande que, por lo menos, sea el SUV pequeño. Ése es el plan B.