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¿La bolsa se ha vuelto loca? Japón, Libia, Portugal, Moody's... y sigue subiendo
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LOS ANALISTAS DICEN QUE ESTABA DESCONTADO Y LAS VALORACIONES SON BARATAS

¿La bolsa se ha vuelto loca? Japón, Libia, Portugal, Moody's... y sigue subiendo

Muchos inversores y analistas no dan crédito a la exhibición de fortaleza que ha dado la bolsa esta semana con la que está cayendo en el

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¿La bolsa se ha vuelto loca? Japón, Libia, Portugal, Moody's... y sigue subiendo

Muchos inversores y analistas no dan crédito a la exhibición de fortaleza que ha dado la bolsa esta semana con la que está cayendo en el mundo en general y en España en particular: la crisis nuclear japonesa, el ataque a Libia y la subida del crudo, la crisis política y el inminente rescate de Portugal, la falta de acuerdo sobre el fondo de rescate europeo, los malos datos económicos en EEUU y las nuevas tribulaciones del sector financiero nacional, con la bajada masiva de rating y las nuevas dudas sobre su fiabilidad provocadas por los movimientos desesperados de las cajas.

Muchos expertos consideran normal este movimiento, para lo que se basan en tres argumentos: que las valoraciones son muy bajas (luego hay un colchón contra grandes caídas), que estos acontecimientos ya están descontados y que el mercado siempre suele reaccionar al alza a las situaciones de crisis. Pero las tres son muy discutibles y otras voces aconsejan mucha cautela porque creen que la bolsa está cogida con alfileres.

Numerosos analistas de prestigio consideran que la bolsa está muy barata y que, por tanto, debe seguir subiendo pase lo que pase. Leon Cooperman, responsable de Omega Advisors, asegura que "la bolsa está barata en relación a la inflación, a su propia historia y a los tipos de interés". El conocido analista independiente Laszlo Birinyi espera que el S&P 500 suba hasta 2.100 puntos en los próximos dos años. Y Bill Miller, presidente de Legg Mason, opina que el PER (precio de las compañías en relación a sus beneficios) de este índice está prácticamente en los mismos niveles del suelo de marzo de 2009 -aunque las cotizaciones han subido un 90% desde entonces, los beneficios empresariales han aumentado aún más-.

Sin embargo, empiezan a oírse voces discrepantes con esta teoría. Douglas Cliggott, analista de Credit Suisse, advierte de que los márgenes empresariales se han estancado y que las previsiones de beneficios del consenso de analistas son demasiado agresivas. "Si los márgenes han alcanzado un máximo del ciclo, significaría que estamos en un entorno de baja rentabilidad de la bolsa", escribe en una nota de análisis. Barclays Capital añade que "ya no estamos en un entorno donde la confirmación de la recuperación económica reduce las primas de riesgo y hace subir los activos baratos. Al contrario, las cotizaciones están cerca de su valoración correcta, y un mayor crecimiento traería un aumento de la inflación y de la probabilidad de subidas de tipos".

Vulnerabilidad a nuevos acontecimientos inesperados

Los otros argumentos también son cuestionables. Es verdad que el rescate de Portugal era esperado desde hace meses y no va a sorprender a nadie, pero los acontecimientos en Oriente Próximo y, desde luego, los de Japón eran impredecibles. Así pues, no es que estuvieran descontados, sino que el mercado prefiere ignorarlos y fijarse en otros argumentos. Pero eso, a juicio de algunos expertos, lo hace vulnerable a nuevas sorpresas. "Puede que llegue algo mucho menos grave que lo que hemos visto pero que sea la gota que colme el vaso y, esta vez sí, provoque una fuerte corrección", señala un analista español que prefiere el anonimato.

Este riesgo es especialmente apreciable en la situación del sector financiero español. La banca ha seguido subiendo en bolsa a pesar de la rebaja generalizada del rating del sector anunciada por Moody's. Posiblemente el mercado lo esperaba tras la rebaja de la calificación de España, pero ha vuelto a poner a nuestro sector financiero en el punto de mira internacional -ahí está la advertencia del Wall Street Journal del viernes- y cualquier acontecimiento negativo (por ejemplo, la ruptura de Cajastur y CAM si se confirma) puede provocar un nuevo castigo.

Las crisis son alcistas después de una caída

Finalmente, es cierto que el comportamiento del mercado en las crisis geopolíticas suele ser alcista, pero siempre después de una fuerte caída inicial que esta vez no se ha producido. Cuando estalló la Guerra de Irak en 2003, las bolsas hicieron suelo y empezaron a subir con fuerza, pero no hay que olvidar que venían de una de las mayores caídas de la Historia, que había comenzado con el estallido de la burbuja puntocom en 2000 y se agravó con el 11-S en 2001.

En la actualidad, ni el inicio de las revueltas en el mundo árabe hace unos meses ni la catástrofe de Japón han provocado descensos más allá de uno o dos días, y las cotizaciones se han recuperado sin problemas. Yosi Truzman, analista colaborador de Cotizalia, reconoce que "es bastante complejo intentar explicar porqué en ocasiones los mercados reaccionan de manera ilógica respecto de lo que el sentido común nos indica. En muchas ocasiones, este comportamiento se debe a que los elementos que parecen sensatos a la vista ya están descontados por los inversores, los cuales están ya mirando cuál será el siguiente catalizador del mercado. En esta ocasión, creo que el alto grado de intervencionismo por parte de la Fed con su política de expansión cuantitativa hace que la Bolsa de EEUU tenga un sostén permanente".

Pero este experto advierte: "A pesar de ello, la lógica termina por imponerse y, en este sentido, se debe ser consciente de que los índices están ya otra vez muy cerca de resistencias claves que no serán fáciles de superar, lo que debe hacernos pensar que no es momento de tomar decisiones de inversión muy determinantes".

Muchos inversores y analistas no dan crédito a la exhibición de fortaleza que ha dado la bolsa esta semana con la que está cayendo en el mundo en general y en España en particular: la crisis nuclear japonesa, el ataque a Libia y la subida del crudo, la crisis política y el inminente rescate de Portugal, la falta de acuerdo sobre el fondo de rescate europeo, los malos datos económicos en EEUU y las nuevas tribulaciones del sector financiero nacional, con la bajada masiva de rating y las nuevas dudas sobre su fiabilidad provocadas por los movimientos desesperados de las cajas.

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