El capital de las cajas bajará al 5,9% con las normas de Basilea, frente al 10% exigido

Pese a que el Gobierno asegura que el Real Decreto de recapitalización anticipa la aplicación de las nuevas normas internacionales de Basilea (Basilea III), la forma de calcular el capital principal en España tiene muy poco que ver con la de estas reglas. De hecho, si se aplicaran a día de hoy de verdad, esta ratio se desplomaría al 5,9% en el conjunto de las cajas de ahorros, según un estudio de CatalunyaCaixa, lo que haría casi imposible que el grueso del sector alcanzara los requisitos del 8% o el 10% establecidos en dicho Decreto.

Ese 5,9% supone una caída de 1,90 puntos respecto al ratio de capital publicado por las entidades en junio (en diciembre era algo superior, aunque no todas las entidades lo han dado). Y se explica por las diferencias en la forma de calcular el capital principal del Decreto y la que establece el Banco Internacional de Pagos de Basilea. De ahí que en el sector se hable de "Basilea 2,5"o de "core capital castizo", según expresión de Luis de Guindos, director del centro financiero de Pricewaterhouse Coopers.

Diga lo que diga el Gobierno, el cómputo del Decreto mantiene todos los elementos que se incluyen actualmente en el capital con Basilea II (capital, reservas, resultados del ejercicio, intereses minoritarios y ajustes por valoración) e incluso se añaden otros nuevos como las ayudas ya recibidas del FROB. Por el contrario, Basilea III reduce notablemente los elementos que pueden integrar el core capital, aunque no entrará en vigor plenamente hasta 2019.

Las principales diferencias entre ambas formas de calcular el capital son dos. La primera son los intereses minoritarios, que son la parte del capital de las empresas participadas por bancos y cajas que éstos no controlan (es propiedad de terceros), pero que se apuntan como capital suyo porque consolidan al 100% el balance y los resultados de estas sociedades. Estos intereses se mantienen en el Decreto pero se excluirán del capital en Basilea III -se mantendrán algunos pero con límites estrictos-, con un impacto de 0,67 puntos en el capital actual de las cajas.

La segunda se refiere a las deducciones del capital que aplicará Basilea III para determinados activos, como inversiones en renta variable, participaciones en aseguradoras u otras entidades financieras cuando no se tiene el control, créditos fiscales o insuficiencia de provisiones. Aparte de que muchas de estas deducciones son nuevas, las actuales se deducen al 50% del llamado Tier 1 y Tier 2 (capital de peor calidad que el básico), mientras que con Basilea III se restarán al 100% del core. Este efecto es más importante que el anterior para las cajas, puesto que disminuiría en 1,23 puntos su capital actual.

CatalunyaCaixa, mejor que el resto pero no basta

La caja catalana ha concluido de este informe que ella sufrirá un impacto mucho menor que el resto de cajas con la entrada de Basilea III, porque la composición actual de su capital es mucho más parecida a lo que exigirán estas normas. Según sus estimaciones, su core capital sólo bajaría en 0,23 puntos frente al 1,9 del sector.

En todo caso, la entidad que preside Manel Rosell no cumple con las exigencias de capital básico calculado como exige el Gobierno en el Decreto. Actualmente tiene un 6,9%, y para llegar al 10% requerido para las entidades que no coticen no le bastará con el FROB ya comprometido (el FROB 1.0, los préstamos del Estado en forma de preferentes), que asciende a 1.032 millones. Aparte, necesitará entre 500 y 700 millones más, según reconoció ayer su director general, Adolf Todó.