El BdE dice que el grueso de los 80.000 millones 'desaparecidos' en el ladrillo son de las cajas

El banco de España quiso aclarar ayer el lío que de ha montado por la enorme diferencia entre la exposición inmobiliaria del sector financiero calculada por el supervisor y la reconocida por las entidades. Pero, en vez de conseguir su objetivo, incrementó todavía más la confusión al asegurar que los 80.000 millones de euros 'desaparecidos' pertenecen casi enteramente a las cajas de ahorros.

Según informó El Confidencial, el Banco de España calculó, con datos de junio de 2010, que el crédito a promoción inmobiliaria del conjunto del sistema financiero ascendía a 319.000 millones, dejando fuera el crédito constructor que no tiene relación directa con la promoción inmobiliaria. Frente a esa cifra, bancos y cajas (el 95% del sistema financiero) han declarado una cifra conjunta de 239.285 millones. Es decir, hay 80.000 millones de diferencia que no se justifican de ninguna manera.

Si tomamos las cifras utilizadas en el test de estrés de julio, que suman al crédito promotor los activos adjudicados en pago de créditos incobrables, obtenemos un resultado similar: la exposición total (crédito promotor más adjudicados) estimada por el Banco de España es de 427.335 millones frente a los 307.510 reconocidos por el sector; diferencia de 120.000 millones. Y con una distribución muy irregular entre entidades.

En una nota difundida ayer sobre la "evolución y reforma de las cajas de ahorros", el supervisor explica con mucho detalle el origen de la diferencia, pero se refiere únicamente a las cajas y no dice ni una palabra sobre los bancos. Según sus estimaciones, en los test de estrés, correspondían a las cajas 303.000 millones de los 427.00 citados (el 71%) pero el sector sólo admite 217.000 (en realidad, más adelante la nota reconoce que son sólo 205.000); diferencia de 86.000 millones. De ellos, 173.000 millones son crédito promotor.

Eso se justifica, según la citada nota, porque se han excluido 27.000 millones que corresponden a crédito a obra civil, 16.000 millones en crédito a grandes empresas no promotoras con garantía hipotecaria, 33.000 millones en crédito a pymes en esas mismas circunstancias y 10.000 más por efecto de la reducción de crédito promotor en el último año.

Además, esta diferencia no tiene ninguna influencia en las pérdidas esperadas, según el Banco de España, que obtiene curiosamente la misma cifra de quebranto con 86.000 millones más o menos: 55.000 millones en total, que sería lo máximo que perderían las cajas en el ladrillo.

¿Por qué unas sí y otras no?

Aunque así sea, es llamativo que el Banco de España achaque prácticamente toda la diferencia a las cajas de ahorros, lo que choca con la defensa del buen estado del sector que realiza en esta nota. Y más llamativo aún es que estos descuentos se produzcan en unas entidades y en otras no.

Como también informó El Confidencial, la diferencia entre la cifra estimada por el supervisor y la declarada es muy amplia en casos como BBK, Popular y la Caixa, mientras que apenas existe en Sabadell y Santander, e incluso hay entidades que han declarado más de lo calculado por los test de estrés, caso de Bankinter y Banca Cívica. Una cuestión que el supervisor no aclara y que no hace sino sembrar más confusión en el mercado.

El banco de España se equivoca o las entidades hacen enjuagues

Algunas entidades cuestionan abiertamente los cálculos del Banco de España, la mayoría en privado aunque alguna -Banco Popular- se ha atrevido a hacerlo en público. Es decir, la diferencia no se explicaría porque las entidades hayan revelado una exposición inferior a la real, sino porque el Banco de España exageró sus estimaciones; y lo hizo de forma muy distinta en cada entidad.

Otras, en cambio, acusan a sus competidores de hacer "enjuagues" para dejar fuera todo lo posible de su cifra de exposición al ladrillo. "Hay quien ha pasado a hipotecario el crédito promotor destinado a que los compradores finales se subroguen, pero sin que los pisos se hayan vendido", pone como ejemplo una fuente del sector. 

En todo caso, seguimos en medio de una confusión absoluta que no hace sino mantener las sospechas sobre nuestro sector financiero; así se explican las caídas de los bancos ayer en bolsa pese al teórico efecto benéfico del Real Decreto de reforzamiento del sector.