Ayuso y Aguado avanzan tras el bache en el Ayuntamiento y sin aclarar el papel de Vox

Los equipos negociadores de PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid solo parecen tener una certeza: que habrá acuerdo. La primera cita formal entre ambos transcurrió en la tarde de este viernes con los secretarios generales de ambos incluidos, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, y sirvió para confirmar la “buena sintonía” entre ambos partidos. Una reunión “cordial” en palabras de Ignacio Aguado que sirvió para avanzar en un futuro programa de Gobierno. “Hay voluntad real por ambas partes de llegar a buen puerto”, aseguró, limando asperezas después del encontronazo que mantuvieron populares y naranjas esta mañana en el Ayuntamiento.

Se produjo un intercambio de documentos por ambas partes con las líneas maestras sobre las que pretenden continuar avanzando (lo que tendría que haber pasado en el consistorio y terminó frustrándose). El lunes habrá un nuevo encuentro. Pero en la Comunidad de Madrid la cuenta atrás ha comenzado: el martes debe constituirse la Mesa de la Asamblea (órgano de gobierno del parlamento autonómico) en el que se cristalizará el primer gran pacto. Vox, igual que para la investidura, es necesario. Ignacio Aguado aseguró que “hablará” con todas las formaciones, también con Rocío Monasterio, aunque evita especificar en qué contexto lo hará. Lo que está claro es que para garantizarse la mayoría en la Mesa necesitan contar con los diputados del partido de ultraderecha o la izquierda podría quedársela.

En el PP también ven posible un acuerdo pero, como Ciudadanos, no lograron explicar el papel que jugará Vox en todo este proceso. García Egea insistió en las reuniones que se están produciendo a nivel nacional con el partido de Santiago Abascal (que solo tiene una mesa de negociación centralizada) y reiteró los acuerdos alcanzados este mismo viernes. Un principio de acuerdo que permitiría avanzar en todos los lugares en los que Vox es necesario para sumar. El PP también ha cerrado acuerdos para algunos ayuntamientos con los de Abascal como Almería y Pozuelo de Alarcón (en Madrid).

El número dos de Pablo Casado, que acompañó a la candidata Isabel Díaz Ayuso, aseguró que los caminos con Ciudadanos y Vox “avanzarán de forma paralela” hasta que el encuentro sea inevitable. El partido de Rivera sigue empeñado en que no se sentará a negociar con Vox aunque en Madrid podría empezar a romperse el hielo. Lo que el partido naranja tiene claro es que no habrá conversaciones para pactar el acuerdo de Gobierno. El programa, insisten, solo se acordará con el PP. Lo que no descartan, como es obvio, es mantener otras conversaciones con Vox. Máxime ante la premura con la que se enfrentarán a la constitución de la Asamblea.

Aunque dirigentes de ambas formaciones dan por hecho que Díaz Ayuso ocupará la presidencia de la Comunidad fue especialmente llamativo que tanto PP como Ciudadanos evitaran a toda costa pronunciarse sobre la cuestión de los nombres. Tal vez porque en el Ayuntamiento esta mañana la cuestión de las “sillas” fuera el detonante del desacuerdo. Ante reiteradas preguntas sobre quién presidirá la región madrileña fue la propia Díaz Ayuso la que dijo “no hemos hablado de nombres, solo de programas”. Sorprendente, sobre todo, porque tampoco García Igea salió a defender la lógica de que sea el PP quien presida.

El encuentro también sirvió para poner en marcha dos equipos programáticos concretos que empezarán a trabajar la próxima semana sobre el acuerdo de Gobierno. Cada partido deberá designar a sus integrantes. La cita de este viernes estaba prevista para la mañana, pero finalmente se trasladó a la tarde. El motivo, según explican fuentes cercanas a la negociación, fue la voluntad de miembros de la cúpula nacional de acudir a la cita. De hecho, en un inicio solo iban a estar miembros del comité de negociación territorial. Que García Egea decidiera participar conllevó la aparición de Villegas en representación de la cúpula naranja. Hubo buena sintonía, pero la tensión se notaba a leguas.