Sánchez avisa a sus críticos de que el PSOE no se abstendrá "ante la corrupción" del PP
El líder socialista recuerda la retahíla de escándalos que acosan a los populares para justificar su posición. Repite a Podemos y C's que el fin de sus vetos será el "principio de la regeneración"
Pedro Sánchez sabe que tiene un poderoso argumento de fuerza, dentro y fuera de su partido, para seguir instalado en el no: la corrupción que acorrala al Partido Popular, y que no es un problema que afecta a Mariano Rajoy en exclusiva, que también, sino que carcome a toda la formación y que tiene nombres propios como Rita Barberá, Jaume Matas, Luis Bárcenas o Francisco Camps. Por eso la única salida, a su juicio, es que Podemos y Ciudadanos depongan sus vetos, hagan posible el Gobierno del cambio y sea así el "principio de la regeneración democrática" en España.
El secretario general del PSOE reapareció este sábado en campaña, ya en pleno ecuador de las elecciones vascas y gallegas del 25-S, después de dos días de pausa y sin agenda pública, ya sofocada por cierto la polémica interna a cuenta de la "libertad de expresión" del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. Sánchez acompañó a la candidata del PSE, Idoia Mendia, en un mitin en la plaza Sagastieder de San Sebastián. Y allí, y en presencia también del exlendakari Patxi López, se reivindicó como "alternativa al PP", como un "proyecto autónomo". "Se lo digo a las derechas, a la política, la mediática y la económica: el PSOE se debe a los trabajadores, a la clase media y trabajadora de este país. Somos el partido del sí al empleo con derechos, a la igualdad y a la regeneración democrática, y por eso votamos no a Mariano Rajoy".
"Rajoy no le pide su escaño a Barberá, porque Barberá, como Camps, Matas, Granados o Bárcenas son piezas de un mismo engranaje", denuncia
El presidente en funciones aseguró ayer viernes en Bratislava que ya no tiene "ninguna autoridad" sobre Barberá, porque la exalcaldesa de Valencia, que se aferra a su acta en el Senado para mantener el aforamiento, ya no forma parte del PP. Sánchez se mofó de las palabras de Rajoy en la capital eslovaca. Es "una mentira más". "No le pide su escaño a Rita Barberá, pero no por falta de autoridad. No se lo pide porque Barberá, como Camps, como Matas, como [Francisco] Granados, como Bárcenas, son todos piezas de un mismo engranaje que se llama financiación irregular del PP y que él ha liderado durante los últimos 20 años. A la pregunta de si el PSOE se va a abstener ante la corrupción de Rajoy, la respuesta es no", avisó, entre aplausos de los militantes y simpatizantes congregados en la plaza donostiarra. "Nosotros cumplimos con nuestra palabra", rubricó. "Frente a los partidos que dicen una cosa antes y después, nosotros cumplimos nuestra palabra. Queremos desterrar la corrupción y la mentira, porque el PP ha hecho de la mentira una forma habitual de hacer política. Y para desterrar la mentira de la vida política española, lo que hay que hacer es mandar al Partido Popular a la oposición", gritó.
Sin menciones a Chaves y Griñán
Sin embargo, los críticos de Sánchez, aunque sin decirlo explícitamente, sí estarían más a favor de estudiar una abstención al PP a cambio de que este ceda la cabeza de Rajoy. Esta semana pidió al líder de los populares un paso atrás Susana Díaz, movimiento que secundaron otros presidentes autonómicos lejanos a la doctrina de Ferraz, como el aragonés Javier Lambán y el valenciano Ximo Puig. El secretario general reiteró este sábado que su discrepancia con Rajoy no es "personal", puesto que su "adversario" no tiene "nombres y apellidos", sino las políticas "que hacen posible la desigualdad, el desempleo y la corrupción". "Por eso votamos no a Mariano Rajoy", alegó.
Más aún: "En todo este año, solo un partido ha votado siempre diferente al PP. No lo ha hecho Ciudadanos, ni tampoco Podemos. ¡El único ha sido el PSOE, el único! ¿Y sabéis por qué? —preguntó al público— ¡Porque somos la alternativa al PP!". Como en otras ocasiones, el secretario general recalcó que la responsabilidad del PSOE con sus votantes no es "reforzar" lo que quiere "combatir", ni "apoyar" lo que desea "cambiar". El jefe de Ferraz presumió de que cuanto más "arrecian los ataques de la derecha", más se pone de manifiesto que eran "mentirosos" aquellos que dijeron que los socialistas son equiparables al PP. El equipo del secretario general, de hecho, siempre apostilla que gracias a él el partido ha recuperado "credibilidad", exhibiendo "coherencia" con lo prometido en la campaña.
El secretario general vuelve a afear a Iglesias y Rivera que no se quieran sentar a hablar y así "bloquean" la regeneración democrática en España
En el capítulo de la corrupción, el líder socialista no mentó el caso de los ERE y el durísimo escrito de la Fiscalía contra los expresidentes del partido y expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Susana Díaz defendió ayer la "honradez y honestidad" de los dos exdirigentes. Él no hizo ningún comentario este sábado en San Sebastián.
En coherencia con esa proclama, Sánchez persigue "mandar al PP a la oposición", para "desterrar la mentira" y la corrupción. Y por eso sigue defendiendo el "Gobierno del cambio", su empeño desde la pasada legislatura, que ya podía estar funcionando, pero no pudo nacer porque "Podemos votó no y el PNV votó que no".
Después de destacar la incapacidad de Rajoy para buscar aliados —le recomendó "hablar catalán en la intimidad", como hizo José María Aznar, y por tanto entenderse con la antigua Convergència si quiere seguir en La Moncloa—, se detuvo en la "responsabilidad" de los "partidos nuevos". Así, Podemos "se disfraza de izquierdista pero es soberanista", y "antepone la agenda soberanista a la social", al contrario que el PSOE. Recordó que antes de las generales del 20-D, Pablo Iglesias y Albert Rivera aseguraban que venían a entenderse. Luego abandonaron esa promesa: "¿Ellos, por qué no se juntan a hablar? ¿Por qué no pueden hablar?". Con su actitud, reprochó, "bloquean" el cambio. "El "fin de sus vetos cruzados será el principio de la regeneración democrática que necesita nuestro país", remarcó Sánchez, dirigiéndose a Podemos y Ciudadanos y reiterando que España sí necesita con urgencia un Ejecutivo, pero que sea "limpio", "creíble", "social" y "dialogante". "Y eso no es ni sería nunca un Gobierno de Rajoy".
Desoye a sus críticos
A conquistar su objetivo el secretario general dedicará los próximos "días y semanas". Otra prueba más de que desoirá las recomendaciones de sus críticos, que consideran que no se puede intentar gobernar con 85 escaños y que el PSOE debe conformarse con quedarse en la oposición. Lo dijo ayer Lambán: Podemos y C's son "agua y aceite", y por tanto no será posible la suma. En el ánimo de los detractores del líder anida la sospecha de que puede intentar una alianza con Podemos que recabe la abstención o el apoyo de nacionalistas e independentistas, a cambio de que estos pospongan su exigencia de referéndum o directamente renuncien a ella.
Sánchez cerró un mitin breve que arrancó con la intervención de Mendia, que mostró su convicción de que el PSE está ganando apoyos en esta campaña en la que las encuestas siguen manifestándose muy adversas. La líder de los socialistas vascos reivindicó la trayectoria de su partido, en el Gobierno y en la oposición, y el que consiguió frenar la "locura" del plan Ibarretxe y encauzar el fin del terrorismo, y su voluntad de seguir construyendo una "Euskadi moderna", en la que la agenda social prime. "Que no nos vengan a dar lecciones nadie", advirtió. Mendia cargó contra Podemos, que le supera en proyección de voto en todos los sondeos, porque "parece que quiere ir al Parlamento vasco a hacer círculos de terapia colectiva", cuando la política es algo "más serio". "No se puede venir a hacer prácticas". Euskadi precisa, pues, una "izquierda experimentada" y no "hueca". La formación morada, añadió, "ha nacido para dar esperanza a las aspiraciones soberanistas".
Mendia se congratula de que el PSE abra "debates necesarios", aunque sean "incómodos", como el del nivel de euskera para acceder a la Administración
La candidata, euskaldún, también sacó pecho de cómo el PSE ha ido "abriendo debates necesarios", aunque sean "incómodos", y rompiendo tabúes". Se refería al vídeo que ilustra una de sus propuestas de campaña: que no haya "discriminación" para acceder a puestos en la Administración si no se tiene suficiente nivel de euskera.
Pedro Sánchez sabe que tiene un poderoso argumento de fuerza, dentro y fuera de su partido, para seguir instalado en el no: la corrupción que acorrala al Partido Popular, y que no es un problema que afecta a Mariano Rajoy en exclusiva, que también, sino que carcome a toda la formación y que tiene nombres propios como Rita Barberá, Jaume Matas, Luis Bárcenas o Francisco Camps. Por eso la única salida, a su juicio, es que Podemos y Ciudadanos depongan sus vetos, hagan posible el Gobierno del cambio y sea así el "principio de la regeneración democrática" en España.
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