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Sánchez apercibe a Iglesias y Rivera por no dialogar y los dos rechazan su oferta de pacto
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MÍTINES EN PLENA CAMPAÑA DE LAS GALLEGAS Y VASCAS DEL 25-S

Sánchez apercibe a Iglesias y Rivera por no dialogar y los dos rechazan su oferta de pacto

El líder socialista reprocha a los jefes de Podemos y C's su negativa a hablar pese a que prometieron cambiar la política. Advierte de que su no a Rajoy no es una "cuestión personal"

Foto: Pedro Sánchez y el candidato socialista a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, este 10 de septiembre en A Coruña. (EFE)
Pedro Sánchez y el candidato socialista a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, este 10 de septiembre en A Coruña. (EFE)

Está cada vez más claro que la única posibilidad de que Pedro Sánchez pueda gobernar pasa por una condición previa: quePodemos y Ciudadanosdejen atrás sus "vetos" y se atrevan a dialogar, cosa que los dos emergentes se niegan a hacer, al menos hasta ahora. Por eso el secretario general socialista se afana en apuntalar ese mensaje, apelando directamente a sus líderes y reprochándoles que se presenten como adalides de la "regeneración" cuando en realidad la están "bloqueando".

Sánchez ya enhebró esa acusación ayer viernes en Gijón, en la clausura de la Escuela Internacional de Verano de la UGT. Y hoy el mensaje fue prácticamente calcado, aunque si cabe más explícito, desde Cerceda (A Coruña), donde acompañó al candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga. "[Albert] Rivera y [Pablo] Iglesias dijeron antes del 20-D que eran capaces de entenderse para cambiar la política, y hoy ya no se hablan. No son capaces ni de sentarse para hablar y dialogar, y exigen a los demás hablar con todos. Aquellos que se presentaron para regenerar la vida democrática, con sus vetos cruzados, bloquean esa regeneración". Y exclamócon brío: "¡Les pido a Rivera e Iglesias que levanten los vetos y saquemos adelante un Gobierno regeneracionista en nuestro país, que falta hace, que ya estamos tardando!", porque España "necesita un Gobierno con urgencia, sí", pero no "cualquier "Ejecutivo", sino un Gobierno "limpio, decente, dialogante, creíble y social, y ese Gobierno no lo puede presidir nunca una persona como Rajoy".

"¡Les pido a Rivera e Iglesias que levanten los vetos y saquemos adelante un Gobierno regeneracionista, que falta hace, que ya estamos tardando!", exclama

El líder socialista, pues, vuelve a situar la regeneración democrática como punto de contacto de PSOE, Podemos y Ciudadanos, como piedra angular que puede hacer desencallar la situación y explicar que se eche al presidente en funciones de La Moncloa. Esa es la razón por la que en los últimos días llama a la construcción de un "Gobierno regeneracionista". En Ferraz insisten en que su jefe no se postula, pero sus propias palabras le desmienten. No se ha ofrecido al Rey, pero sí deja claro que quiere liderar un Ejecutivo alternativo al de Rajoy bajo una fórmula "transversal", como dijo en Gijón.

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La nueva evidencia de que los planes de Sánchez están condenados al fracaso la pusieron sobre la mesa tanto Iglesias como Rivera. "Ahora algunos nos dicen que se puede recorrer un camino por la vía de los que defienden la Restauración. ¿Ustedes creen que es serio plantear a la ciudadanía que se puede llegar a un acuerdo del PSOE con Unidos Podemos y Ciudadanos cuando acaban de votar la investidura del PP? ¿Ustedes se creen que la gente es idiota?", se preguntó el líder de la formación morada desde Barakaldo (Bizkaia).

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Rivera, desde Bilbao, advirtió de que "no sirven los líderes que bloquean", así que les pidió que "dejen paso a otros" si no entienden que es "tiempo de acuerdo". Una parálisis que es producto del "personalismo del señor Sánchez y del señor Rajoy", y "España no se merece quedar bloqueada por el sillón de nadie"."No es más importante quién es presidente de España, es más importante qué va a hacer el futuro Gobierno de España". Así no importa a Ciudadanos "tanto el nombre, ni el quién, sino para qué llegar a acuerdos", informa Europa Press. Sánchez aún no ha hablado con el jefe de la formación naranja, sí con Iglesias.

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"Quiero desmentirlo"

Los socialistas no solo se ofrecen como alternativa a Rajoy, sino como un proyecto opuesto e incompatible conel PP. Porque este sábado en Cerceda también Sánchez insistió en que su negativa no es al presidente en funciones, sino al PP. El secretario general criticó a los "medios de comunicación conservadores" que dicen que la postura del PSOE obedece a una "cuestión personal", a su falta de sintonía con el inquilino de La Moncloa. "Quiero desmentirlo: mi no a Rajoy no es una cuestión personal. No tengo nada en contra de la persona de Mariano Rajoy. Eso sí, nuestro adversario no es Rajoy. Se llama corrupción, desigualdad ydesempleo, y por eso votamos en contra de Rajoy y del PP". Así, cerraba la puerta a un cambio de posición en el caso muy improbable de que el presidente de los populares diera un paso atrás. Un Rajoy, recordó,que lidera una organización que es en sí misma, denunció, el "abecedario de la corrupción" y que ha de pasar a la oposición para poder "regenerarse".

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Sánchez también se defendió de los que demandan "responsabilidad" al PSOE y le presionan para que se abstenga. "Claro, es irresponsable intentar formar un Gobierno en el que uno cree—manifestó, en otra prueba evidente de que se postula, para dibujar el dilema imposible—, y es irresponsable no votar a un Gobierno en el que uno no cree". El secretario general subrayó entonces que la responsabilidad del partido ha sido respetar los tiempos "dilatados" de Rajoy y no criticar que se reuniera con fuerzas independentistas o el formato elegido para el debate de investidura, y la responsabilidades también con sus militantes y con los electores que apostaron por él para "cambiar al Gobierno de Rajoy". "Lo siento, nosotros decimos antes y después de la campaña electoral lo mismo: vamos a cambiar a Rajoy y no vamos a apoyar su Gobierno", señaló, presumiendo de ser consecuente. La "responsabilidad" del líder del PP era haber intentado buscar aliados que le proporcionasen una mayoría estable, como la de los emergentes, a su juicio, es hablar y levantar esos "vetos".

El resto del discurso de Sánchez estuvo centrado en Galicia, ya en plena campaña de las elecciones del 25-S. Para empezar, desacreditó las encuestas que pronostican bajada del PSdeG e incluso el peligrode ser superado por En Marea, recordando que fallaron el 26-J, cuando todas pronosticaron un 'sorpasso' que no se produjo. "Como bien sabemos los socialistas, el futuro no está escrito", señaló, retomando una de las expresiones favoritas de su propia campaña. Y a renglón seguido aseguró que Fernández Leiceaga "va a ser el próximo presidente de la Xunta". "El cambio es posible", animó a los militantes y simpatizantes congregados en Cerceda, un pequeño municipio de 5.000 habitantes en el que gobiernan los socialistas. Otra vez, por cierto, A Coruña, provincia a la que Sánchez se desplazó la semana pasada.

El secretario general advirtió de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "es a Galicia lo que Rajoy a España", "puro inmovilismo". Es más, es "un alumno aventajado" del líder del PP, al que no dirige "ni una mala palabra", como tampoco ha tenido "una buena acción para los gallegos".Enfrente tiene a los socialistas, un partido de "137 años de historia, autonomista y galleguista", "muy distinto" al PP como lo demuestra cuando gobierna". Y también a En Marea: "No somos un conglomerado de siglas, sin proyecto ni experiencia pública". Otra frase sacada de su propia campaña.

Está cada vez más claro que la única posibilidad de que Pedro Sánchez pueda gobernar pasa por una condición previa: quePodemos y Ciudadanosdejen atrás sus "vetos" y se atrevan a dialogar, cosa que los dos emergentes se niegan a hacer, al menos hasta ahora. Por eso el secretario general socialista se afana en apuntalar ese mensaje, apelando directamente a sus líderes y reprochándoles que se presenten como adalides de la "regeneración" cuando en realidad la están "bloqueando".

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