Ciudadanos se dedicará a tender puentes entre PP y PSOE en los próximos 15 días

Las elecciones anticipadas están cada vez más cerca y ninguna formación oculta ya esa realidad. Ciudadanos tampoco y su última posibilidad pasa necesariamente por el PP de Mariano Rajoy. El fracaso de la mesa de negociación a tres junto a PSOE y Podemos corroboró lo que en la formación naranja tenían claro desde el principio: que esa vía no era ni siquiera explorable en ninguna de sus formas. Las exigencias de Podemos para modificar el acuerdo de Gobierno firmado entre socialistas y centristas -con un nuevo documento de 20 puntos- provocaron, por un lado, el rechazo frontal de Ciudadanos y, por el otro, la ruptura con Pedro Sánchez, que reprocha a la formación morada "haber cerrado la puerta al cambio".

Tampoco calaron en el partido de Albert Rivera las supuestas "cesiones" exhibidas por Pablo Iglesias durante las últimas semanas -renunciando a la vicepresidencia que él mismo se otorgó- al incluir en el último apartado de su nueva propuesta la conformación de un Gobierno que incluyera a las distintas fuerzas de la izquierda y que dejaba fuera a la formación de centro. Por eso y por la inclusión de la aceptación del derecho a decidir, los negociadores de Ciudadanos afirman que la voluntad de Podemos en la esperada reunión no era dialogar sobre el pacto suscrito sino "dinamitarlo por completo".

C's puso negro sobre blanco lo que hasta ahora también había evitado clarificar: que la armonía con PNV y Compromís es inexistente

Aunque al final fue el partido morado el que rompió la baraja y se levantó de la mesa negociadora anunciando que consultará a sus bases entre los días 14 y 16 de abril, la postura final por la que optará en caso de haber un debate de investidura, el vicesecretario general naranja y mano derecha de Rivera, José Manuel Villegas, dejó clara la inviabilidad de cualquier acuerdo en el que estén presentes los dos emergentes el jueves al finalizar el encuentro. Aunque la formación nacida en Barcelona optó por decir que estudiaría las propuestas de Iglesias y los suyos "por cortesía" sin escenificar un plante absoluto, las declaraciones en público y privado de los principales dirigentes no dejaban lugar a duda: la vía estaba agotada antes de nacer. "Es imposible", afirman al insistir en que las propuestas de Podemos no actuaban como "complemento o añadido" sino que "nos dijeron que era sustitutivo" porque el acuerdo entre C's y PSOE estaba en vía muerta.

La ruptura de PSOE y Podemos también fue anunciada por el portavoz parlamentario de los socialistas, Antonio Hernando, que no escatimó en reconocer que el diálogo con la formación morada estaba ya finiquitado. Lo único que no se rompió en la mesa a tres bandas fue el pacto firmado entre Sánchez y Rivera, que permanece vigente, según confirman ambas formaciones y continúa siendo el centro de cualquier negociación que se tercie hasta que se agoten los plazos. Lo cierto es que apenas quedan maniobras por explorar.

Ciudadanos, además de desechar el entendimiento de Podemos, puso negro sobre blanco lo que hasta ahora también había evitado clarificar: que la armonía con PNV y Compromís -con los que también mantuvieron hace dos semanas una reunión- es inexistente. Por eso, la única posibilidad que entra en los esquemas de C's para evitar nuevas elecciones pasaría necesariamente por Génova. En realidad siempre fue la opción por la que apostaban los de Rivera, siendo conscientes de que las grandes reformas y políticas que un futuro Gobierno integrado por PSOE y naranjas debería contar con el apoyo de los populares para salir adelante: presupuestos, principales leyes y, por supuesto, reforma de la Constitución. De ahí la reiterada presión ejercida por Albert Rivera sobre el PP y sobre su socio de Ferraz cuando en incontables ocasiones repetía: "Quien quiera dejar al margen al PP, se equivoca. El PP es necesario".

En los próximos días las reuniones de trabajo entre PSOE y C's continuarán. Por un lado, para agotar los plazos existentes ratificando su estrategia conjunta plasmada en una hoja de ruta de 66 páginas para el nuevo Gobierno de España. La semana que viene las bases de Podemos se pronunciarán al respecto aunque con toda probabilidad rechazarán apoyar vía abstención ese pacto. Fuentes internas de Ciudadanos ratifican que intentarán sentar en una mesa de negociación al PP en su enésimo intento por tender puentes entre los dos principales partidos políticos.

El partido de Rivera sabe que las posibilidades de que el partido de Rajoy dé su brazo a torcer son escasas, pero intentarán hacerle "rectificar"

Dirigentes de Ciudadanos reconocen que la situación es "muy compleja" y que la nueva realidad está muy cerca de que se celebren nuevos comicios. Aún así, y en caso de las Cortes fueran disueltas el día 2 de mayo ante la ausencia de acuerdo político, la formación naranja considera "necesario" un primer acercamiento con los populares que abone el largo recorrido que traería consigo la jornada electoral del 26 de junio. Todas las encuestas abocan a un necesario entendimiento entre las fuerzas políticas, por lo que el diálogo seguirá siendo necesario aunque haya repetición electoral. Miembros de la cúpula naranja aseguran que el contacto con el PP es "permanente y diario" pero insisten en que Rajoy debe permitir que su equipo negociador se siente en una mesa con Ciudadanos y PSOE.

El partido de Rivera sabe que las posibilidades de que el PP dé su brazo a torcer son escasas, pero intentarán hacerle "rectificar". Ciudadanos está decidido a dedicar los próximos 15 días a conseguir alguna reunión con los populares ante la previsible puesta en escena de Mariano Rajoy tras la incapacidad de Sánchez para lograr un acuerdo con sus dos potenciales socios.

La permanente sombra del 26-J

Aunque las formaciones evitan reconocer en público si están pensando ya en las elecciones del 26 de junio, la situación actual hace evidente una respuesta afirmativa. La sombra del adelanto electoral sobrevuela ya las cúpulas de los cuatro grandes partidos, que deberán plantearse los pasos a seguir si los pronósticos actuales se cumplen. PSOE y Ciudadanos están obligados a debatir sus estrategias porque ninguno cuenta con las mismas cartas que en la partida de diciembre.

Ambos firmaron un pacto de Gobierno que los ata de cara a un sector de sus votantes. El PSOE tendrá complicado etiquetarlo como la "nueva derecha" o la "muleta del PP" después de su idilio político. PP y Podemos, por su parte, contarán con el acuerdo como principal baza para su discurso de campaña apelando a la 'traición' a derecha e izquierda.

Ciudadanos, por su parte, cumplió el guion trazado por la ejecutiva nacional que lo obligaba a acercarse a los socialistas y alejarse de los populares tras los pactos resultantes de las autonómicas de mayo que asociaron "en exceso" la imagen del PP y la de C's. Tras la hoja de ruta seguida en estos meses, la cúpula naranja considera que está situada en "el verdadero centro". Con todo, y a pesar de su intención de mantener diálogo con el PP, los últimos ataques a la figura de Mariano Rajoy enfriaron decisivamente las relaciones entre ambos. Por otro lado, los votantes huidos del PP para confiar su voto a la papeleta naranja podrían volver al 'nido de Génova' si las explicaciones de Rivera y los suyos no les convencen después de haberse aliado con los socialistas. Un panorama complicado el actual y que podría serlo todavía más en el futuro más inmediato.