El PP no se reunirá con Ciudadanos hasta que Sánchez se estrelle tras la investidura

La primera toma de contacto entre Ciudadanos y el PP sirvió únicamente para iniciar unas conversaciones que, según el partido dirigido por Albert Rivera, “debieron comenzar hace mucho tiempo”. A la cita acudieron dos ‘pesos pesados’ de cada formación. Por la derecha, el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, y el número dos del grupo parlamentario, José Antonio Bermúdez de Castro; y por el centro, José Manuel Villegas -vicesecretario general y miembro del equipo negociador- y Miguel Gutiérrez, secretario del grupo naranja en el hemiciclo.

Los dirigentes de Ciudadanos trasladaron a los populares su convencimiento de que “en las grandes reformas que España necesita” debe estar la fuerza más votada por los españoles. De la misma forma, el partido de centro no escondió los avances alcanzados con el Partido Socialista e instaron a Génova a “sumarse” a la ola de reformas y cambios que augura la nueva legislatura. Los populares, por su parte, acudieron al encuentro con el documento que ya entregó Rajoy a Rivera en su reunión de hace unos días, con los principales ejes de actuación que el jefe de Génova defenderá y que pasa, entre otras cosas, por defender la unidad de España y políticas que reactiven la económica y el empleo.

Sin embargo, el PP no considera, al menos de momento, designar un equipo negociador similar a los de C’s y PSOE que han ido trabajando en las últimas semanas, ni tampoco ve “necesario” -según confirmó Villegas- volver a reunirse con miembros del partido liderado por Rivera hasta después del día 5 de marzo, fecha prevista para la segunda votación de investidura de Pedro Sánchez, que a día de hoy resultará a todas luces frustrada. Es decir, en Génova prefieren esperar a que el socialista se estrelle antes de mover ficha nuevamente.

A pesar de que Rivera y Sánchez escenificaron hoy un principio de acuerdo de Gobierno y este miércoles ambos líderes convocarán a sus respectivas ejecutivas para transmitir la decisión final a sus dirigentes territoriales, la aritmética manda y sin la abstención de Podemos o el PP la suma de ambos no podrá prosperar hacia la investidura del candidato socialista.

Cinco puntos 'ambiguos' aptos para todos

El líder de la formación centrista aseguraba esta mañana que alcanzar un acuerdo de Gobierno “estaba muy cerca” y para culminarlo instaba a Sánchez a hacer un “último esfuerzo” y aceptar cinco puntos de una reforma constitucional exprés como condición 'sine qua non' para sellar el pacto final. El quinteto de medidas era el siguiente: suprimir la figura de los aforados, la despolitización de la justicia a través de cambios que garanticen la independencia de las administraciones judiciales del poder político, la supresión de diputaciones, la limitación de los mandatos para la Presidencia del Gobierno a ocho años y que las iniciativas legislativas populares (ILP) -mecanismos por los cuales la sociedad civil puede presentar iniciativas de ley- puedan realizarse con 250.000 firmas y no sea necesario alcanzar el medio millón como hasta ahora.

Pese a la importancia de la 'escenificación' de acuerdo que podria suponer el germen de un futuro pacto, fuentes de Ciudadanos reconocen que son cinco puntos "perfectamente asumibles" por unos y otros y permiten tener la mano tendida tanto a Ciudadanos con el PP como al PSOE con Podemos para continuar los diálogos en busca de la abstención y, en el caso de los populares, un futuro apoyo -absolutamente necesario- para reformar la Carta Magna.