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Garzón acusa a Podemos de "girar al centro" y deja en el aire el pacto en Cataluña y Galicia
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IU DICE SENTIRSE "FUERTE" Y "ANIMADA" PARA AFRONTAR LAS GENERALES

Garzón acusa a Podemos de "girar al centro" y deja en el aire el pacto en Cataluña y Galicia

El candidato a la Moncloa culpa a Iglesias de querer convertir la negociación en un "mercado de fichajes" y sostiene que la ruptura definitiva es una buena noticia para el PP y para el PSOE

Foto: Alberto Garzón, en la sede de Izquierda Unida el pasado 27 de septiembre, jornada de elecciones en Cataluña. (EFE)
Alberto Garzón, en la sede de Izquierda Unida el pasado 27 de septiembre, jornada de elecciones en Cataluña. (EFE)

"Nuestra campaña electoral ha comenzado ya". Alberto Garzón lo decía esta mañana y no era una mera declaración de intenciones. Es que ahora llega el momento de marcar distancias con Podemos después de un cortejo frustrado y de una ruptura definitiva de las negociaciones para intentar ahormar una candidatura unitaria. El candidato a la Moncloa, y con él Izquierda Unida, ha cambiado de órbita. Culpa a Pablo Iglesias de haber provocado la separación "unilateralmente", de pilotar un partido que es una mera "maquinaria electoral" y que desde las europeas para acá ha practicado "el giro al centro", así que la federación se dedicará a "disputar claramente" el espacio de la izquierda. Y para afrontar ese reto se siente "absolutamente fuerte" y "animada". Tanto han cambiado las cosas entre las dos fuerzas que ahora IU incluso entiende que está "abierto" el posible acuerdo en Cataluña y Galicia, que era lo que parecía más amarrado en este largo culebrón de encuentros y desencuentros que se ha venido prolongando desde los comicios autonómicos y municipales del pasado 24 de mayo.

Garzón convocó a los medios de comunicación en el Congreso este miércoles para explicar la secuencia del divorcio y relatar qué pasos son los que quedan por dar ahora, pese que el panorama sigue "confuso". Y sobre todo para colocar a Podemos como el agente de la ruptura, que Iglesias certificó, a juicio de IU, de forma "sorpresiva".

El alejamiento final se produjo ayer martes tras una reunión, en la sede de Podemos, entre las delegaciones de las dos fuerzas. Por parte de IU, acudieron los secretarios federales de Organización y Comunicación, Adolfo Barrena y Clara Alonso, y el responsable del aparato en Andalucía y persona de la máxima confianza de Garzón, Toni Valero. Y por parte de la formación morada, los titulares de Organización y de Análisis Político y Programa, Sergio Pascual y Carolina Bescansa. Según la versión de IU, simplemente se pusieron los mimbres para una futura negociación, emplazándose las dos comitivas a un nuevo encuentro este jueves. La federación manifestó su disposición a hablar "de todo", desde la fórmula jurídica al diseño de la campaña. Sin líneas rojas, apreciación de la que discrepan los de Iglesias, que aseguraron que planteaban como requisito "irrenunciable" una "coalición entre IU federal y Podemos".

Iglesias por Telegram: "No hay margen"

La entrevista se prolongó desde las 13 hasta las 14.15 horas. Poco después, Garzón, que no acudió a la cita —ya lo había advertido en el cara a cara de la semana pasada, igual que había adelantado quiénes serían sus interlocutores a partir de entonces— recibió un mensaje de Telegram de Iglesias (que seguía en Bruselas) al cabo de una hora, sobre las tres de la tarde. Mensaje donde le hacía una lectura "negativa" de la reunión, le subrayaba que no había "margen" para más diálogo y que lo mejor era "constatar la ruptura". Garzón habló con Clara Alonso y entendieron que, como no había habido comunicación oficial, podía mantenerse en pie la cita del jueves. El candidato se encontraba enfermo, descansó un rato y al despertar vio en su móvil tres llamadas de Bescansa. La telefoneó. Ella le advirtió de que le iba a mandar el comunicado que minutos después, cerca de las siete de la tarde, se enviaría a todos los medios, titulado "Podemos lamenta el 'no' definitivo de Alberto Garzón".

Pasadas las 20 horas, IU contraatacaba con su propio comunicado, acusando a Podemos de haber cerrado la puerta "de forma unilateral" a la posibilidad de la unidad popular.

Fuentes de IU explicaban este miércoles que lo que pesó en la ruptura "decidida" por la formación de Iglesias era que quería "zanjar" el asunto de la confluencia lo antes posible, y que le generaba aversión verse en una mesa no con el candidato a la Moncloa, sino un "acuerdo entre dos fuerzas políticas". Garzón insistía hoy en que su federación ha hecho "todo lo posible" para tejer esa unidad popular, un instrumento "al servicio de la mayoría de la sociedad" y no un "mercado de fichajes", como a su juicio lo entiende Iglesias, cuyo objetivo era tirar de él. "Si hubiera querido irme a Podemos, lo habría podido hacer hace meses", aseguró el dirigente de IU, y se habría ahorrado el serial. Y no lo hizo, pese a los reiterados ofrecimientos públicos y privados del líder emergente.

El candidato carga contra Iglesias por entender la unidad popular como un “mercado de fichajes“ e insiste en que no se plantea abandonar IU

Garzón evitó descalificar con palabras gruesas a sus hoy contrarios. No quiso decir si se sentía "engañado" o "traicionado" por Iglesias. Porque la relación personal seguirá con él. Aunque la política es evidente que se ha roto. No han ayudado las acusaciones (e incluso insultos) del secretario general de Podemos, o que aludiera constantemente a la "mochila" de IU como hándicap para la confluencia. Este pasado lunes volvía a hacer referencia Bescansa a esa "mochila". El candidato la reivindicó. "El mundo no empezó hace un par de años —fue en enero de 2014 cuando se gestó el nuevo partido—. IU tiene una historia que no queremos que sea un museo, sino para construir el futuro. Todo el mundo tiene mochila y nosotros estamos orgullosos de la nuestra. Yo con ella viajo ligero".

"Orgullosos" de la "mochila"

IU, pues, tiene "mochila", pero Podemos, en cambio, está concebido sólo como una "maquinaria electoral engrasada para las generales". Y a la federación de Cayo Lara le preocupa "el día después". Para marcar distancias, Garzón enfatizó que IU dispone de un programa "más ambicioso", donde apuesta, por ejemplo, por la auditoría de la deuda, la nacionalización de las empresas estratégicas, o el trabajo garantizado, y "nada de esto" figura entre los compromisos de la formación morada. Más aún, IU pretende "disputar claramente" el espacio de la izquierda, mientras que Podemos está "girando al centro" con un objetivo "electoral". "Ellos han cambiado su programa y su discurso. Nosotros no, y mantenemos nuestra hoja de ruta", apuntaló. Él mismo pedirá el voto para un programa "rupturista, ecologista, feminista, de izquierdas" y "no ambiguo". Garzón sostuvo que Podemos e IU son dos proyectos "distintos", aunque quepan "espacios de intersección" que permitían la alianza. No ha sido posible.

Podemos no pasa a convertirse en el "enemigo" de IU. Sus adversarios son "las políticas de derechas" y PP y PSOE, así como Ciudadanos, que se ha convertido en "sostén del bipartidismo". "No vamos a mirar a otro espacio, no entendemos una relación hostil con otras fuerzas", decía Garzón. Eso sí, Ferraz y Génova, sedes nacionales de PSOE y PP, han "aplaudido" la ruptura de las dos formaciones. Los socialistas creen que, efectivamente, les beneficia, pero ya estaban convencidos de que una eventual alianza tampoco les iba a perjudicar demasiado.

Podemos responde que no nació “para cambiar IU“ y que el divorcio no refuerza a los grandes, sino que fortalece la “coherencia“ del proyecto de Iglesias

Poco más tarde, respondió, desde la sede de Podemos, respondió Bescansa, que aseguró que su formación "no nació para cambiar IU, ni el PSOE, ni ningún otro partido", sino para cambiar "el país, revertir la situación y tratar de devolver la dignidad a la gente", e insistió en que lo que puso fin a las conversaciones fue que IU planteó como "línea roja" forjar una coalición electoral. En cambio, el objetivo de Iglesias era otro: fichar a "gente valiosa" de la federación al proyecto del cambio que representa la fuerza emergente.

Bescansa rechazó que la separación beneficie al bipartidismo: "En absoluto", dijo, "más bien refuerza la construcción de un proyecto coherente en donde podamos avanzar y seguir sumando". "La gente nos está pidiendo acuerdos con la gente, no firmas ni acuerdos entre cúpulas de partidos". Ese planteamiento "cupular" es el que rechaza Podemos. "Nadie puede denunciar sorpresas después de semanas y meses de negociaciones", remachó la dirigente, informa Efe.

Ahora, a por las primarias de AeC

Ahora, la federación seguirá su camino: se centrará en las primarias de Ahora en Común, un espacio en el que se encuentra "cómoda" y que entiende como prolongación de las candidaturas municipalistas (Ahora Madrid, Zaragoza en Común o las mareas gallegas). IU, señaló, se siente "absolutamente fuerte", "animada" y "con la cabeza alta" pese al divorcio. Hacía así de tripas corazón, porque las expectativas de la federación son, lógicamente, a la baja.

Además, IU se encuentra cada vez más sola. Competirá contra Podemos el 20-D, pero también ha perdido la posibilidad de alianza con Equo, que se ha apuntado al carro de Iglesias, ya que así lo decidió el 54,26% de sus bases en referéndum. AeC se ha quedado más vaciado, y encima no está claro que pueda utilizar ese nombre. Los promotores de la plataforma, que se han marchado, están dispuestos a enterrar esas siglas si se usan para concurrir contra Iglesias. Así que probablemente haya que activar el plan b, usar la marca Unidad Popular en Común, registrada por tres abogados del bufete Boye-Elbal y que no tiene problemas en que ambas candidaturas rivalicen. Izquierda Abierta, mientras, coquetea con la idea de presentar lista propia con otros colectivos. El diputado por Málaga añadió que "lo lógico" es que el partido de Gaspar Llamazares "asuma" la decisión de los órganos de IU, porque su militancia no entendería que concurriera contra él.

Dificultades para crear grupo

¿Y qué pasa con Cataluña y Galicia? Allí parecía que había una posibilidad cierta de convergencia con Podemos. Pero Garzón insistió en que todo estaba ya en el aire. Que "no está nada cerrado", y que en ambas comunidades "no se ha entrado en cuestiones jurídicas" como el formato de la coalición. "Ahora está abierto", dijo expresamente el parlamentario, culpando a Iglesias de caer de nuevo en una "contradicción" al autorizar una alianza en dos territorios y no permitirla en todo el Estado.

El diputado por Málaga subraya que el programa de IU es “más ambicioso“ y no “ambiguo“ y que está dispuesta a “disputar“ el espacio de la izquierda

Fuentes de IU explicaron que Olimpo, la sede federal, no torpedeará ningún pacto. Pero sí cómo se generan problemas adicionales con la ruptura oficial y definitiva. Porque EUiA sí puede firmar un pacto con Podemos porque tiene personalidad jurídica propia, pero Esquerda Unida no, de modo que en cualquier entente en la que participe quien debe firmar es Adolfo Barrena, secretario de Organización federal. A lo que se añaden las dificultades para conseguir grupo parlamentario con el Reglamento del Congreso en la mano. La alianza gallega o la catalana, para disponer de grupo propio, tendrían que sumar un 15% de los votos en cada circunscripción, techo que las encuestas no vaticinan, menos después del 27-S. Si no lo logran, quedarían en el Mixto. Y si van por separado, IU necesitará más porcentaje de voto para formar grupo en Madrid (no un 5%, sino un 6,5%, si se quitan Cataluña y Galicia, según los cálculos de la dirección).

Bescansa descartó que se puedan echar atrás los acuerdos en Cataluña o Galicia: "Cualquier organización democrática tendrá que respetar la decisión de sus bases" si estas piden la alianza, ya que no se trata de "acuerdos entre partidos".

Uralde pide que vuelvan a la mesa

Además, si cuajase el pacto en Cataluña y Galicia, sería complicado explicar a los electores que dos partidos van juntos en un territorio y compiten en el resto. Este escenario supondría, dijo, una "anormalidad", además de "confuso".

Mientras, Equo volvió a hacer un llamamiento a IU y Podemos para que "no se levanten de la mesa definitivamente y retomen las conversaciones" para construir un frente único. Para su coportavoz, Juantxo López de Uralde, "la ruptura de las negociaciones es una mala noticia".

"Nuestra campaña electoral ha comenzado ya". Alberto Garzón lo decía esta mañana y no era una mera declaración de intenciones. Es que ahora llega el momento de marcar distancias con Podemos después de un cortejo frustrado y de una ruptura definitiva de las negociaciones para intentar ahormar una candidatura unitaria. El candidato a la Moncloa, y con él Izquierda Unida, ha cambiado de órbita. Culpa a Pablo Iglesias de haber provocado la separación "unilateralmente", de pilotar un partido que es una mera "maquinaria electoral" y que desde las europeas para acá ha practicado "el giro al centro", así que la federación se dedicará a "disputar claramente" el espacio de la izquierda. Y para afrontar ese reto se siente "absolutamente fuerte" y "animada". Tanto han cambiado las cosas entre las dos fuerzas que ahora IU incluso entiende que está "abierto" el posible acuerdo en Cataluña y Galicia, que era lo que parecía más amarrado en este largo culebrón de encuentros y desencuentros que se ha venido prolongando desde los comicios autonómicos y municipales del pasado 24 de mayo.

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