Empieza en el PP la pelea por las listas sin que Cospedal dé pistas sobre sus planes

Empieza la guerra de nervios entre los diputados del Partido Popular ante la próxima elaboración de las listas electorales. Entre la merma de resultados que esperan, la continuidad fija de los ministros con escaño, el ingreso de los que ahora no lo tienen (cuatro mínimo), la vuelta de los secretarios de Estado y altos cargos y el hueco que deben hacer a las nuevas figuras de Génova, saben que casi un tercio se puede quedar fuera. Y para mayor incertidumbre la actual número dos, María Dolores de Cospedal, no da pistas sobre sus planes.

Como secretaria general, Cospedal fue quien se ocupó, a las órdenes de Mariano Rajoy, de cerrar las candidaturas para los anteriores comicios generales, los de 2011. Hace cuatro años acababa de ser elegida presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha y antes su sitio natural en las Cortes había estado en el Senado. En las elecciones municipales y autonómicas del 24-M se quedó a un escaño de la mayoría absoluta y después del pacto del PSOE con Podemos, es diputada autonómica en la oposición y tiene que decidir si mantiene o retoma su carrera en la política nacional desde el Parlamento.

Al hueco que se debe hacer para las nuevas figuras en Génova, se une la incertidumbre por el futuro de la número dos del partido, que no da pistas

Hasta ahora, los secretarios generales del PP han tenido escaño en el Congreso, cada uno por sus circunscripción natural. Francisco Álvarez-Cascos lo fue por Asturias, Ángel Acebes por Ávila y Javier Arenas por Sevilla. En el Grupo Popular, sobre todo entre los diputados y diputadas más próximas a Cospedal y de las provincias de Castilla-La Mancha, hay una gran expectación por saber si la secretaria general aspira a estar en primera línea en las generales. De momento, guarda silencio sobre sus aspiraciones.

En fuentes del Grupo Popular apuntan que la secretaria general podría reclamar la cabeza de lista por Toledo, por donde ahora es diputada autonómica; e incluso ir por Albacete, lugar de origen de sus padres y donde ella vivió y estudió hasta que se fue a Madrid a cursar la carrera. Aplicado el principio de Camilo José Cela de que uno es de donde estudia el bachillerato, Cospedal puede ser albaceteña.

Cospedal se multiplica como secretaria general

La secretaria general elude las comparecencias públicas con preguntas desde el fiasco electoral del partido el 24-M. Incluso después de los cambios que Rajoy introdujo en el comité de dirección como respuesta al revés y para afrontar las generales, con Jorge Moragas de encargado máximo para la campaña y una nueva generación de políticos para reforzar el aparato del partido: Fernando Martínez-Maíllo, Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy.

Cospedal volvió de vacaciones para estar en la primera reunión del comité de dirección del partido celebrada en agosto, el pasado día 24, y que fue presidido por Rajoy. El próximo lunes será ella la encargada de despachar con los vicesecretarios y portavoces porque Rajoy estará en Alemania con Angela Merkel. Al día siguiente tiene convocados a los miembros del Grupo Popular en el Senado, recién renovado con las incorporaciones fruto de los comicios autonómicos.

De nuevo como secretaria general, la ex presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha inaugurará la escuela de verano que el partido celebra en Lloret de Mar (Gerona) con presencia de los principales dirigentes del partido, ministros y candidatos del PP catalán y que será clausurado por Rajoy. Confirma que mantiene el mando y sus partidarios esperan que despeje la duda principal sobre sus aspiraciones en la política nacional con la premisa de que para seguir carrera tiene que tener escaño, y en el Congreso.

Frente a esas prisas, está el hecho de que quien despejará las incógnitas fundamentales de las próximas listas electorales del PP es su presidente y la previsión de que volverá a retrasar su elaboración todo lo que pueda. De momento, la consigna es que nadie se mueva hasta después de los comicios en Cataluña del 27-S. Pero los diputados del Grupo Popular no hablan de otra cosa que de sus posibilidades de repetir. Son 185 y ahora mismo ninguna encuesta les pronostica más de 135 escaños.

Atasco de ministros y nuevas figuras

Aunque el PP cumpla su objetivo de llegar a los 150-155 diputados en los comicios del otoño, ya son 30 o 35 plazas menos. En medios del partido en el poder dan por hecho que los actuales ministros con escaño en la Cámara repetirán y que querrán entrar, y con puesto fijo de salida, los que ahora no son diputados como son los casos de Rafael Catalá, José Manuel García Margallo, Íñigo Méndez de Vigo e Isabel García Tejerina.

Luego está la regla no escrita, pero cumplida hasta ahora, de que los secretarios de Estado y altos cargos que han tenido que dejar el escaño para pasar a la Administración gozan de preferencia para ir luego en las listas. Y son casi una decena. Además, algunas de las nuevas figuras de Génova tampoco son diputados, como ocurre con Martínez-Maíllo y Maroto. Rajoy se enfrenta a las listas más complicadas de elaborar desde que llegó a la presidencia del partido en 2004.