La AIReF avala la previsión de déficit del 3%, pero alerta de una gran desviación de la regla de gasto

El crecimiento económico y la inflación siguen ayudando a las administraciones públicas a reducir el déficit público. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha avalado este jueves la previsión de déficit del Gobierno para el año 2024 del 3%, un hito del que hasta ahora dudaban la mayor parte de los analistas. Se trata de una noticia positiva para España, porque evitaría la entrada en el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) de la Comisión Europea. Sin embargo, las buenas noticias que se obtienen por la vía del crecimiento nominal se desvanecen al analizar la evolución de la política fiscal. La AIReF ha alertado de que España superará ampliamente la recomendación de gasto público que realizó la Comisión Europea a España en el marco de la vuelta de las reglas fiscales.

En concreto, Bruselas pidió a España que el crecimiento del gasto según su metodología (gasto primario corriente neto de medidas de ingresos) no superara el 2,6% a lo largo del año 2024. Sin embargo, la AIReF calcula que, con los presupuestos en vigor, España casi duplicará este límite reclamado por Bruselas. Todas las administraciones públicas van camino de incumplir esta recomendación de gasto, según sus cálculos. La Administración Central protagoniza la mayor desviación, con una previsión de crecimiento del gasto primario neto del 6,8%, esto es, casi el triple que el límite recomendado por Bruselas. Pero también las comunidades autónomas y las entidades locales superarán este límite de forma amplia, con crecimientos del gasto del 5,7% y del 3,7% respectivamente.

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Además de la recomendación específica por país de gasto de la Comisión Europea, la Ley de Estabilidad de España también fija su propia regla de gasto que igualmente se incumpliría este año. Esta regla de gasto nacional también da como resultado un crecimiento del gasto primario neto del 2,6%, mientras que la AIReF estima que el conjunto de administraciones públicas van camino de registrar un crecimiento del 4%. "Según nuestras estimaciones, la Administración Central, todas las comunidades autónomas y 10 de las 25 entidades locales que son objeto de supervisión de la AIReF incumplirían la regla de gasto en 2024", ha advertido la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero.

En definitiva, la política fiscal expansiva de todas las administraciones públicas pone en riesgo el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Europea y también de la regla de gasto que fija la Ley de Estabilidad española. La AIReF recuerda que el incumplimiento de la regla de gasto tiene la misma consideración de gravedad que el del objetivo de déficit y obligaría a todas las administraciones a presentar un plan económico-financiero. Esto es, que detallen cómo reconducirían esta desviación con acuerdos de no disponibilidad de las partidas de gasto. Herrero ha puntualizado que "la presentación del plan está contemplada para todas las administraciones públicas, incluido el Estado, aunque nunca lo haya hecho" pese a incumplimientos pasados.

El cumplimiento de la regla de gasto y de la recomendación de gasto de la Comisión Europea implicaría bajar el déficit público hasta el 2,4%. Esto es, 1,3 puntos del PIB menos que en 2023. Esto es, implicaría que las distintas administraciones públicas tendrían que realizar una política fiscal mucho más contenida de la que tienen presupuestada. Se trata de una recomendación difícilmente asumible desde el punto de vista político, dado que el crecimiento de los ingresos y del PIB dan margen para reducir el déficit y aumentar el gasto al mismo tiempo. El cumplimiento de la recomendación europea implicaría un ajuste adicional de 9.000 millones de euros este año, lo que implicaría reducir la previsión de crecimiento del PIB en unas cuatro décimas.

A medio plazo, la AIReF considera que esta reducción cíclica del déficit llegará a su fin en 2025, año para el que espera un saldo negativo del 2,9% del PIB. A partir de ese momento espera un leve aumento del déficit, como consecuencia del final de los gravámenes temporales a la banca y a las energéticas, hasta estabilizarse en el 3,2%. Es cierto que el Gobierno ya ha anunciado que pretende hacer permanentes estos dos impuestos, lo que implicaría unas dos décimas menos de déficit. En definitiva, el déficit se estancaría en el 3% sin medidas adicionales.

"Tenemos la certeza de que va a haber un ajuste", ha advertido Herrero. Es la única forma de que España pueda cumplir con las reglas fiscales europeas que están a punto de aprobarse. La AIReF ha elaborado cálculos con varias metodologías para estimar el ritmo del ajuste que debería seguir España para cumplir con estas reglas fiscales "y los resultados se mueven poco", ha explicado la presidenta. El ajuste debería consistir en una reducción de la deuda pública de 0,63 puntos del PIB cada año, o de 0,43 puntos anuales si España aprueba un plan de ajuste a siete años.

España, como el resto de países europeos, deberá detallar a la Comisión Europea cómo serán estos ajustes futuros el próximo mes de septiembre. Para anticipar la elaboración de ese documento, la AIReF recomienda al Gobierno que cuente con las comunidades autónomas para el diseño de la política fiscal. "Recomendamos que se inicien de manera decidida trabajos bilaterales y multilaterales con las comunidades autónomas para el futuro plan fiscal", ha aseverado Herrero. Para ello, considera que el punto de partida debe ser la Conferencia de Presidentes.