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De los franceses a los griegos: los extranjeros que cobran un 20% más que los españoles
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De los franceses a los griegos: los extranjeros que cobran un 20% más que los españoles

Entre una nacionalidad y otra, la diferencia del sueldo bruto supera los 1.300 euros. Analizamos las principales causas de estas diferencias

Foto: Yolanda Díaz en la inauguración del centro estatal de orientación, emprendimiento, acompañamiento e innovación para el empleo, en abril. (EFE/Mariscal)
Yolanda Díaz en la inauguración del centro estatal de orientación, emprendimiento, acompañamiento e innovación para el empleo, en abril. (EFE/Mariscal)
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En España hay cerca de dos millones de extranjeros cotizando. La mayor parte vienen de Rumanía, Marruecos, Italia, Colombia y Venezuela, por ese orden, según los datos de cotizantes de la Seguridad Social para el mes de junio, último disponible. Esas cinco procedencias suponen el 43% de los empleados con nacionalidad distinta a la española.

Para estos cotizantes, lo habitual es tener un sueldo bruto por debajo de la media del país, pero no sucede lo mismo con todas las nacionalidades. Los trabajadores que vienen de Francia, Grecia y Alemania se sitúan en lo más alto del ranking de los que más cobran en nuestro país, entre las nacionalidades con al menos 3.000 cotizantes. En concreto, los franceses están un 27% por encima de la media española, los griegos un 23% y los alemanes casi un 20%.

Si además contamos aquellas con menor número de empleados, que pueden arrojar datos menos representativos, Chipre, Malta, Dinamarca y Austria se sitúan entre los países de procedencia con sueldos medios brutos superiores o muy cercanos a los 2.500 euros.

Con todo, hasta 8 nacionalidades con más de 3.000 dados de alta en la Seguridad Social se cuelan por encima de la media de cotización española, que en junio de este año se situaba en 2.093 euros brutos al mes. Esta cifra no incluye solo a los empleados de nacionalidad española, sino a la totalidad de los cotizantes en el país. En el otro extremo, los chinos, colombianos, marroquíes, venezolanos y bolivianos son los que registran bases más bajas.

Para Javier Soria, investigador doctoral en la Paris School of Economics y Fellow en Future Policy Lab, sería interesante conocer en qué lugar de España desempeñan su trabajo estos extranjeros. Para él, aquellos que aparecen entre los primeros puestos de la tabla, seguramente se ubican casi siempre en Madrid y Barcelona, y quizás en menor medida en otros hubs productivos del país. "Los inmigrantes que vienen de estos países, con mayor nivel educativo y mejores conexiones, se sitúan en estos centros de productividad, donde la remuneración es superior", afirma. En cambio, las nacionalidades con cotizaciones medias más bajas, tienden a estar más repartidas por el país.

Las estadísticas de la seguridad social permiten ver la evolución mes a mes desde el año 2018. En general, las bases medias de cotización han visto una tendencia ascendente, independientemente de la nacionalidad. Pero algunas han registrado incrementos más elevados. Si comparamos junio de 2018 con junio de 2023, los procedentes de Croacia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Luxemburgo y China han visto incrementos de su media de cotización por encima del 40%, mientras que para el total de España este cambio ha sido del 20%.

Solo los peruanos y venezolanos han visto un incremento por debajo de esa cifra. Estos incrementos pueden ser muy distintos según el sector. Además, al tratarse de cálculos realizados a partir de la media, es posible que estos puedan estar algo inflados por grandes subidas salariales, aunque estas afecten a pocas personas. Las subidas del Salario Mínimo Interprofesional, así como el alza de las cotizaciones sociales, están detrás de esta evolución.

El desglose por nacionalidad y sexo que facilitan las estadísticas del organismo refleja la brecha de género habitual en el ámbito laboral. La participación de las mujeres en el mercado de trabajo es distinta en cada país. Pero más allá de que ellas trabajen o no, el tipo de empleo, de contrato y las dinámicas familiares explican en buena medida la distancia entre los sueldos. Según los datos de la Seguridad Social, la diferencia de cotización media entre un hombre y una mujer es de más de 500 euros para los extranjeros de Países Bajos, Irlanda y Alemania o Reino Unido.

En términos relativos, la diferencia más amplia es la de las ucranianas. Mientras ellas cobran de media 1.334 brutos, ellos 1.774: un 34% más. Y las distancias más cortas en la desigualdad entre hombres y mujeres se encuentran entre los chinos, eslovacos y lituanos.

Pero el primer factor que cita Soria para explicar las diferencias salariales según la nacionalidad es el nivel educativo de los trabajadores. Así, aquellos procedentes de Estados Unidos, Francia o Alemania, por ejemplo, tienen un nivel educativo medio por encima que los que proceden de países de América del Sur o de China, según el análisis de los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de este año elaborada por el INE.

Aunque la encuesta no ofrece detalle de países concretos, sino de regiones (vea la nota al final de la noticia para conocer el desglose de países que incluye cada región), se observa que América del Norte y la agrupación de países europeos que incluye a los que aparecen más arriba en el ranking de salarios, como Alemania o Francia, cuentan en mayor medida con trabajadores que han ido a la universidad, incluso por encima de los españoles.

Además de lo educativo, Soria menciona también la importancia de los factores culturales, como la proximidad institucional o el idioma. En este sentido, el hecho de pertenecer a la Unión Europea o al espacio Schengen incrementa las buenas oportunidades laborales en estos territorios. Esto tiene incluso mayor peso que el idioma, a la vista de los sueldos brutos medios de los empleados con nacionalidades de Latinoamérica. "Aunque la lengua coincida, estos ciudadanos necesitan más papeles y para que se les contraten, además de venir con un nivel de educación inferior en la mayor parte de los casos", reitera Soria.

El nivel educativo está a su vez relacionado con el sector de actividad donde finalmente se incluye cada empleado. Y el reparto de los extranjeros en cada sector según su región de origen también influye en el sueldo medio que reflejan los datos de cotizantes. Así, mientras que un 21% de los ocupados en España trabaja en comercio y hostelería, la cifra entre los que proceden de Asia Oriental supera el 80%.

Entre los ocupados del segundo trimestre, el 20% de los africanos estaban en el sector primario, lejos del 3% de españoles que trabaja en este ámbito. Otro ejemplo: el 21% de los que proceden de América del Norte trabaja en ámbito financiero o en alguna especialidad científica, mientras que entre los sudamericanos el porcentaje es del 13%.

"Hay que tener en cuenta que estos son datos de gente que cotiza, que ya es una selección de entrada", advierte Soria, aunque añade que no supone un gran sesgo ya que son la mayoría. No obstante, alude al factor de la población de estas nacionalidades que no trabaja o que lo hace en negro. "Siempre va a haber gente en la economía negra, pero la gente que viene de estos países suele ocupar trabajos de menor valor añadido, lo típico que se conoce como 'lo que los españoles no quieren hacer', y desgraciadamente ahí el mercado negro es mayor que entre los ingenieros, por poner un ejemplo", opina Soria.

"Hay mucha gente que no quiere contratar tanto en trabajos de alto salario a marroquíes, chinos, colombianos… eso pasa"

Precisamente la agricultura, la hostelería y el comercio están entre los sectores de actividad con cotizaciones más bajas. De media, un trabajador de la hostelería con un sueldo bruto algo superior a 1.200 euros, mientras que en el sector de las finanzas y los seguros la cifra es más del doble, por encima de los 3.400, según la información que difunde la Seguridad Social en sus estadísticas.

Por último, además de la educación y la cultura, existe un tercer factor más complejo de medir, pero que "está ahí", según el experto en desigualdad y migraciones. Se trata de la discriminación. "Desde un punto de vista estadístico, después de haber controlado [las desigualdades] por nivel educativo, lengua, permiso de trabajo, nacionalidad… queda una parte no explicada por esas variables que y, a su vez, parte de ella, es la discriminación". "Hay mucha gente que no quiere contratar tanto en trabajos de alto salario a marroquíes, chinos, colombianos… eso pasa", concluye.

Nota metodológica

Para los gráficos en los que se cruza la región de origen con el nivel educativo y con la actividad de los ocupados, se ha utilizado la clasificación por zonas de la Encuesta de Población Activa (EPA).

A continuación, se indican los países que se incluyen en cada agregación. No se han tenido en cuenta aquellas para las que el número de entrevistados fue menor de 90.

UE (más ricos): Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suecia.

UE (riqueza media): Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia.

UE (menos ricos): Bulgaria, Rumanía y Croacia.

Asia oriental: China, incluyendo Hong-kong y Macao, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Mongolia y Taiwán.

Puede consultar el detalle de todas las agrupaciones en el fichero de diseño de registro de la encuesta que publica el INE.

En España hay cerca de dos millones de extranjeros cotizando. La mayor parte vienen de Rumanía, Marruecos, Italia, Colombia y Venezuela, por ese orden, según los datos de cotizantes de la Seguridad Social para el mes de junio, último disponible. Esas cinco procedencias suponen el 43% de los empleados con nacionalidad distinta a la española.

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