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Caos en las vacaciones más deseadas: cómo la pelea por los viajes del Imserso acabó en colapso
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Una plaza por cada cinco inscritos

Caos en las vacaciones más deseadas: cómo la pelea por los viajes del Imserso acabó en colapso

Las colas de esta semana en diferentes agencias de viajes de España muestran cómo el programa de viajes para mayores vive uno de sus momentos más difíciles, por años de declive y una demanda disparada

Foto: Clientes comprando viajes del Imserso en una agencia de viajes. (EFE/Biel Aliño)
Clientes comprando viajes del Imserso en una agencia de viajes. (EFE/Biel Aliño)

Carmen, 63 años, acudió puntual a su cita. A las nueve de la mañana del 28 de octubre estaba frente a su ordenador refrescando la página de Turismo Social. Pero le resultó imposible completar la tarea. "Estaba intentando reservar un viaje del Imserso como en los últimos años, pero esta vez fue imposible. Llamé y nadie me cogía el teléfono, así que me pasé por una agencia de viajes de El Corte Inglés y me encontré una cola gigantesca, incluso con cintas como las de los aeropuertos. Vi que no era un problema mío, es que nadie había podido hacerlo". Ella es una de los miles de personas apuntadas este año para acogerse al plan estatal de turismo activo y que se han dado de bruces con una pelea encarnizada por las vacaciones.

Esta semana, las agencias de viajes de toda España se han encontrado con colas como la que describe Carmen en Sevilla. Filas de mayores que se han visto en Galicia, Extremadura, Madrid o Valladolid, formadas para intentar hacerse con una de las demandadas plazas que ofrece este año el Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Pero lo que dicen las cuentas es que la mayoría de estos interesados se quedarán fuera de los planes estatales. En un año de demanda récord, con más de cuatro millones de registros, según las cifras del Gobierno, solo hay plazas para uno de cada cinco inscritos. Una situación que ha hecho que el debate por estos planes de turismo llegue al colapso.

"Se ha creado un cuello de botella. Desde hace unos cuantos años, apenas se mueve el número de plazas ofertadas, pero el de interesados inscritos no para de crecer. Además, como todo se hace en un par de fechas, pues pasa como en esta ocasión, que la web se cae y hay colas", comenta Miguel Praga, director de la publicación especializada en turismo Preferente, que sigue de cerca toda la situación de estos planes. "Es verdad que no es una situación nueva, pero creo que todos los factores se han unido para que el nivel de malestar se haya disparado", añade.

El desencanto viene desde la crisis de 2008, cuando los viajes del Imserso empezaron a vivir una curiosa situación. Con el hundimiento económico, estos programas, que no habían parado de crecer, se vieron como un peso estatal fácil de recortar. Sin embargo, el interés por esta opción vacacional en temporada baja no ha parado de crecer a la par que subía el precio del turismo. Ahora, y tras la situación dramática del turismo con el covid, el sistema se encuentra en uno de sus momentos más complejos. Hay más empresas peleando por los jugosos contratos, los hoteleros están en pie de guerra por la poca rentabilidad que se les ofrece, millones de demandantes se apuntan al plan y la oferta se va quedando minúscula y con plazas contadas en los destinos más atractivos.

Los números de solicitantes superan ya los cuatro millones, mientras que las plazas ofertadas no llegan a las 900.000. Lejos quedan las cerca de 1,3 millones que se ofrecieron en 2017, y lo mismo ocurre con el presupuesto. En 2009, este programa iniciado en 1985 llegó a su pico, con cerca de 123 millones de dinero público invertidos. En la actualidad, se rondan los 70, una cifra que se ha mantenido igual durante la última década.

Tal es la situación actual que, para las siguientes temporadas, el Gobierno, a través del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, del que depende el Imserso, decidió impulsar el programa. Licitó 70.000 plazas más y subió el presupuesto un 7,5%, hasta los 72 millones. Además, ha subido los precios de los programas para los interesados, aunque un menor porcentaje de lo que se han revalorizado las pensiones. El resultado muestra que los ajustes no han sido suficientes. Para expertos consultados por El Confidencial, sigue faltando una reforma profunda del sistema que cuente con la opinión de todos los actores y afronte la nueva realidad. Sin ir más lejos, los hoteleros llevan años pidiendo una actualización de las tarifas, y un presupuesto que supere los 100 millones solo de dinero público.

placeholder Los miembros de Acumafu (Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada), por Benidorm durante la época de la pandemia. (EFE/Morell)
Los miembros de Acumafu (Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada), por Benidorm durante la época de la pandemia. (EFE/Morell)

El caso ha llegado a generar choques con autoridades como las de la Comunidad Valenciana. El año pasado, el Ejecutivo regional ya puso cinco millones de euros sobre la mesa para que los hoteles de la zona no se salieran del programa y compensar los bajos precios que ofrecía el Imserso, y en este curso ha señalado directamente al ministerio de Ione Belarra como culpable del caos. ¿La razón? La mala gestión de las licitaciones y los contratos, que ha retrasado la puesta en marcha del plan. No son los únicos que han visto algo en esta pelea, pues entidades privadas como El Corte Inglés o Mundiplan (tuvo el contrato del Imserso hasta este año) han lanzado ofertas privadas para competir directamente con el plan estatal ante los problemas que vive su oferta.

Un jugoso contrato, una rentabilidad ajustada

La gran pelea empieza en los contratos. Desde hace cerca de una década, los competidores que buscan hacerse con los contratos del Imserso no han parado de crecer. Y es que es un jugoso negocio para muchas corporaciones que unen todas las patas referentes al turismo. El programa este año está valorado en 842,9 millones de euros y une lo invertido por el Estado con lo que pagan los participantes.

En esta ocasión, la licitación se la ha llevado la unión del grupo Avoris con Halcón Viajes (ambos de la Corporación Empresarial Barceló), que se ha hecho con los tres lotes en que se divide el programa (costa peninsular, costa insular y turismo de escapada y de procedencia europea). Pero el resultado no se conoció hasta hace pocas semanas, pues el resto de participantes, Mundiplan (ganó la anterior licitación y es una UTE de Iberia, Alsa, Gowaii e IAG7 Viajes), Nautalia y Soltour, decidieron recurrir.

El viaje más caro es de 10 días y nueve noches en Canarias con transporte incluido y pensión completa por 450 euros

El recurso no fue a más, pero una vez más el inicio del proceso de venta y organización de los viajes se retrasó. De nuevo una situación que se ha ido repitiendo sistemáticamente en las últimas temporadas, con críticas al Gobierno por no adelantarse a la situación y cerrar los concursos con más tiempo. "Es algo que se sabe que va a pasar, pero que de momento sigue haciéndose igual", comenta Praga.

Avoris se encarga de comercializar y organizar unos viajes que, aun siendo en temporada baja (de octubre a junio), cuentan con precios llamativos. Los cálculos del propio Imserso hablan de que el viaje más caro es de 10 días y nueve noches en Canarias con transporte incluido y pensión completa a 450 euros por persona, y el más barato son viajes a capitales de provincia sin transporte: cuatro días y tres noches con media pensión a 124,68 euros. Estos precios pueden reducirse para las personas que tienen recursos económicos iguales o inferiores al importe de las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez.

placeholder La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. (EFE/Chema Moya)
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. (EFE/Chema Moya)

Las cifras han subido con la inflación, pero quedan lejos, aseguran los hoteleros, de lo que ellos necesitan para cubrir costes. En Canarias, apenas hay un 10% de todas las plazas que se ofrecen, pues solo se han apuntado 14 establecimientos, y en Baleares ese número baja hasta 12. Por eso, la pelea por estos destinos es encarnizada. Y además se les suman nuevos competidores. Varias de las organizaciones que se presentaron a la licitación, pero no ganaron, y otros como El Corte Inglés se han lanzado a organizar programas similares.

Varias cadenas hoteleras levantinas, uno de los grandes baluartes de estos programas, ya han empezado a mover ficha y tensar aún más la situación. La cadena Magic Costa Blanca, que acaba de comprar Marina d'Or, el grupo Fuertes y la cadena Port Hoteles anunciaron a principios de octubre que descartaban participar en el Imserso para evitar trabajar a pérdidas. "No podemos trabajar a 22 euros por desayuno, comida, cena, habitación, limpieza, lavandería, wifi, entretenimiento, copa de bienvenida, copa de despedida, servicio médico. Todos los servicios no se pueden dar por 22 euros. Hoy los hoteleros subvencionan el programa con mayor importe que el propio Estado y esto es absurdo", explicaba Javier García, vicepresidente del grupo Magic Costa Blanca.

Por otro lado, fuentes del sector llaman la atención por estos rifirrafes, porque en realidad a los contratos se presentan cada vez más competidores. "Si lo hacen, será porque les sale rentable", comentan. A falta de soluciones, ya hay quien ha visto una oportunidad en las colas. "A mí me escribió El Corte Inglés con su programa alternativo unos días antes de que se empezasen a vender los viajes del Imserso. Sabían que iba a haber problemas y te ofrecían su opción", termina Carmen.

Carmen, 63 años, acudió puntual a su cita. A las nueve de la mañana del 28 de octubre estaba frente a su ordenador refrescando la página de Turismo Social. Pero le resultó imposible completar la tarea. "Estaba intentando reservar un viaje del Imserso como en los últimos años, pero esta vez fue imposible. Llamé y nadie me cogía el teléfono, así que me pasé por una agencia de viajes de El Corte Inglés y me encontré una cola gigantesca, incluso con cintas como las de los aeropuertos. Vi que no era un problema mío, es que nadie había podido hacerlo". Ella es una de los miles de personas apuntadas este año para acogerse al plan estatal de turismo activo y que se han dado de bruces con una pelea encarnizada por las vacaciones.

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