Viajes del Imserso: el "negocio del siglo" del Estado

Pepe Galián, de 80 años, y su mujer, María Rosa Rico, llevan 15 temporadas viajando gracias al Imserso. Con domicilio en Jaén y un apartamento en el centro de Torremolinos que disfrutan muchos meses, son asiduos a conocer nuevos sitios: suelen utilizar este programa estrella del turismo senior una media de seis veces al año. Su primer destino fue Barcelona y siempre que pueden lo hacen a Canarias.

"A mí lo que más me gusta es poder elegir un hotel de cuatro o cinco estrellas, pagar poco dinero y que me atiendan igual que si pagara 150 euros la noche. Es el mejor invento que se ha hecho para los mayores. Le pongo un 10", dice Galián. "Con la edad que tengo ya sabes que la vida tiene un límite y hay que aprovechar el tiempo para ver nuevos sitios", asegura este jubilado que trabajó en la desaparecida Cámara de Comercio de Jaén.

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Los asiduos al Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) como Galián y Rico son cada vez más numerosos. Atrás quedan los primeros turistas de este programa, nacido en 1985, que llegaban al litoral malagueño, o de la Costa Blanca, Mallorca o Salou, con una maleta atada a una guita. Ahora es raro quien no llega con un trolley y un móvil de última generación mirando la aplicación del tiempo.

Antonio Aranda es el gerente de Aehcos, la patronal hotelera de la Costa del Sol. A mitad de la década de los ochenta era recepcionista en el hotel Costa Azul de Benalmádena (cuatro estrellas). Recuerda turistas procedentes de remotas aldeas gallegas que por primera vez veían el mar. "Todas las habitaciones eran frontales al Mediterráneo. Les suponía una impresión tremenda". Aranda fue luego director de un hotel en Almería y ahora también participa en la comisión de seguimiento del programa del Imserso.

BMW y Jaguar

El perfil del cliente ha cambiado muchísimo en estos casi 40 años de existencia del programa. De gente que nunca había salido de vacaciones a experimentados turistas que conocen ya el extranjero, han viajado a otros continentes y el avión no es un secreto, y que, cuando tienen más edad, deciden coger el AVE o llegar con sus propios automóviles al destino Imserso.

Incluso había algunas familias que "dejaban al abuelo en el hotel para que pasara solo la cena de Navidad" o los que siempre querían pensión completa. "Ahora hay muchos que diseñan su propia ruta, no se juntan con otros mayores, y solo vuelven al hotel para dormir", cuenta a este diario un experimentado trabajador del sector. "Es difícil vender excursiones porque sus hijos o ellos mismos han mirado todo antes por Internet. Cada vez hay menos bailes y las plazas de aparcamiento de los hoteles, aunque parezca mentira, están llenas de BMW, Mercedes e incluso algún Jaguar. Y jubilados con 55 años con nuevas parejas más jóvenes. Todo está cambiando", remarca.

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Quien tenga una pensión no contributiva o quien tenga la máxima (3.000 euros mensuales) puede disfrutar de un viaje del Imserso. No hay una diferencia en volumen de Renta. El obrero y el empresario retirado comparten el bufé del hotel, cantar piezas de Manolo Escobar, el baile de un pasodoble o cantar "¡línea!" en el Bingo después de la cena.

Estancias de diez días en la costa peninsular tendrán un coste de 290,07 euros por persona

¿Y qué pasará este año? Se prevé que entre mitad y finales del mes de octubre arranque la comercialización del nuevo programa del Imserso. Se podrá empezar a viajar a partir de la primera semana de noviembre. Esta vez ha sido el grupo Avoris (de la Corporación Empresarial Barceló) quien ha ganado los tres lotes de las 886.269 plazas que se reparten de la siguiente manera: 443.887 para viajes de costa peninsular; 30.039 de costa insular y 212.343 de turismo de escapada (visita a capitales de provincia, naturaleza y cultura).

Serán 70.000 plazas más que el año pasado y un 7% más caro que en 2022. El propio Imserso ha calculado una previsión de precios. Estancias de diez días (nueve noches) en la costa peninsular: Andalucía, Cataluña, Murcia y Comunidad Valencia con transporte incluido tendrán un coste de 290,07 euros por persona.

Vicente Fenollar, presidente ejecutivo del consejo en Ávoris y director general económico financiero del Grupo Barceló, se congratuló ayer de que el Gobierno hubiera desestimado las impugnaciones y recursos de Soltour, Nautalia y Mundiplan y de que el programa ya estaba en marcha. Los viajes del Imserso reciben una subvención estatal de 71 millones de euros. El programa está valorado en 842,9 millones de euros.

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Uno de los problemas del programa ha sido la dificultad de muchos turistas mayores de encontrar establecimientos disponibles por los bajos precios que se cobran a los clientes y la escasa rentabilidad que tiene ya para el hotelero. En Baleares apenas hay ahora una docena de establecimientos que se acogen al Imserso. Fenollar reconoció que siempre había dificultades, pero cree que al final habrá una solución.

Contra la estacionalización

Joan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, recuerda que el programa fue "una excelente iniciativa" no solo para darle posibilidades de vacaciones a un colectivo "que se lo merecía más que nunca, los que habían trabajado duro durante tantos años y con pocas posibilidades de viaje", indica Molas a este periódico.

También valora la importancia decisiva que ha tenido en la lucha contra la estacionalización, en mantener los servicios turísticos de alojamiento, transporte y avión en zonas que sin el Imserso no podrías haber mantenido los puestos de trabajo. Ha habido años en los que se ha logrado 1,2 millones de turistas y 11 millones de estancias desde octubre hasta finales de abril o primeros de mayo.

"Los hoteleros no ganaban dinero, pero tampoco se perdía y se mantenían las plantillas", asegura. El modelo ha cambiado. Los recursos de los que no han sido ganadores de los concursos del Imserso han retrasado en los últimos años la puesta en marcha del programa. En algún año no arrancó hasta enero o febrero.

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"Con los actuales precios vamos a pérdidas", lamenta Molas que no entiende cómo el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no haya hablado con el sector privado para saber sus propuestas. "Hay un desconocimiento pleno de lo que es una cuenta de explotación: ponemos pensión completa, agua y vino en los almuerzos y las cenas; también animación y asistencia sanitaria. Para muchos clientes es más rentable estar diez días en invierno en un hotel que en casa solo por el coste de la calefacción".

El Imserso es un programa que han intentado adaptar, sin éxito, otros países como Francia, Italia y Portugal. En la Costa del Sol, y en concreto Torremolinos, uno de los destinos estrella junto a Benidorm, nunca se ha quedado una plaza sin vender, asegura el gerente de Aehcos. La Costa del Sol agrupa el 75% de las pernoctaciones de Andalucía con 10 hoteles participando en el programa. En los mejores años hubo 22 establecimientos. "Nunca se ha pretendido ganar dinero, pero tampoco perder", asegura Aranda. "El índice de satisfacción es muy alto; aquí lo más importante es el tema económico", insiste.

Por cada euro que invierte el Estado en este tipo de viajes recibe un retorno de 1,54 euros

José David Cisneros, profesor titular de Economía Aplicada y responsable del Grado de Turismo de la Universidad de Málaga, califica como "gran negocio del siglo" para el Estado el programa del Imserso. La explicación: por cada euro que invierte el Estado en este tipo de viajes recibe un retorno de 1,54 euros a través de contribuciones a la Seguridad Social, ahorro en prestaciones de desempleo, IVA y otros impuestos como carburantes y tasas de aeropuertos.

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"Lo que verdaderamente ocurre con el Imserso es que gracias al programa muchos hoteles pueden estar abiertos y acoger a otros segmentos de demanda como la extranjera, que es la que realmente contribuye a la reducción de la estacionalidad, con más hoteles y restaurantes abiertos", argumenta Cisneros en conversación telefónica con El Confidencial. El investigador ha publicado estudios académicos de alto impacto sobre el Imserso que relaciona la baja estacionalidad de los destinos con más estabilidad, especialmente a aquellos con mayor cantidad de turistas mayores.

Olga Martínez Moure, profesora asociada de Turismo de la Universidad a Distancia de Madrid, y autora de la tesis doctoral Balnearios de Galicia. Estudio antropológico y sociosanitario del Programa de Termalismo Social del Imserso, explica que el programa de termalismo social del Imserso supone un microcosmos de lo que sucede en la realidad demográfica española.

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"El propio programa", explica Martínez Moure, "ha cambiado mucho con respecto al público objetivo que abraza. Ahora los programas de termalismo, también acogen deportistas, madres y público en general, aunque está destinado al colectivo de la tercera edad. Con el envejecimiento de la población al que estamos asistiendo, cabe prever que cada vez tendrá mayor aceptación y será necesario incrementar el número de plazas y de balnearios adscritos".

Un estudio de la Universidad de Alicante sobre los costes hoteleros del Imserso en 2022 respecto a 2019, que recoge datos del INE y de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, detalla cómo los costes y gastos hoteleros (antes de impuestos y amortizaciones) han aumentado en 2,69 euros, un 10%, por persona y pernoctación. Con estas cifras, a los hoteleros no les salen las cuentas, pero para clientes como Pepe Galián y María Rosa Rico viajar con el Imserso es pura vida.