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El PIB sufre una inesperada ralentización en el segundo trimestre con un avance de sólo el 0,4%
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El PIB sufre una inesperada ralentización en el segundo trimestre con un avance de sólo el 0,4%

La economía española perdió inercia entre abril y junio en contra de lo esperado por todos los expertos. El INE también ha revisado la serie del último año bajándola en 0,1 puntos

Foto: Imagen de un trabajador de la construcción. (Efe)
Imagen de un trabajador de la construcción. (Efe)

La economía española sufrió una inesperada ralentización en el segundo trimestre del año con un crecimiento del 0,4% respecto del trimestre anterior, según el avance de la contabilidad nacional publicado por el INE este viernes. Se trata de una desaceleración de 0,1 puntos como consecuencia del contagio de la crisis que vive Europa a España por la vía de una fuerte caída de las exportaciones. El dato de crecimiento se queda por debajo de las previsiones de los expertos que pronosticaban un avance de, al menos, el 0,5%, para repetir la cifra del primer trimestre del año. Además, el fuerte crecimiento del empleo mostrado por la EPA anticipaba datos mejores a los que finalmente se han registrado.

El INE también ha revisado la serie del PIB del último año con una pequeña revisión a la baja. Según este nuevo cálculo el tamaño de la economía española en el primer trimestre del año fue un 0,1% inferior a lo estimado inicialmente. La principal desviación se produce precisamente en ese primer trimestre, cuando la economía creció un 0,5% y no un 0,6% como había calculado el INE hasta ahora. De esta forma, la acumulación de dos noticias negativas, un dato del segundo trimestre que no cumple con las expectativas y una revisión a la baja del dato del primer trimestre, anticipa una oleada de revisiones a la baja del PIB hasta el entorno del 2% en las próximas semanas.

Una de las consecuencias de esta revisión a la baja de la serie es que se retrasa el momento en el que España recuperó el nivel de actividad previo a la pandemia. Con la serie anterior este hito se consiguió en el primer trimestre de 2023, pero con los datos revisados este hito no se consiguió hasta el segundo trimestre.

El crecimiento trimestral del 0,4% fue el más bajo desde finales de 2022. Si se observa el avance en tasa interanual (en comparación con el mismo trimestre del año anterior) el avance pasó de ser del 4,2% en el primer trimestre al 2% en el segundo. Se trata de la primera vez que el crecimiento de España cae por debajo del 2% desde que terminó el estado de alarma de la pandemia.

Foto: Playa de la Malvarrosa, en Valencia. (Efe)

Uno de los motivos que explican esta ralentización del PIB es que el crecimiento del empleo en términos de puestos de trabajo no se traslada con la misma intensidad a las horas trabajadas. En concreto, las horas efectivamente trabajadas fueron apenas un 0,6% superiores a las del segundo trimestre de 2022, aunque el número de personas ocupadas aumentó un 3,1%. De esta forma, hubiese sido necesario un gran crecimiento de la productividad para mantener la inercia del crecimiento por encima del 2%, algo que lleva años sin ocurrir en España. Esta es una tendencia que está ocurriendo en todos los países desarrollados: las emresas están haciendo acopio de trabajadores ante el riesgo a quedarse sin efectivos por los problemas de vacantes.

Sin embargo, a pesar de la ralentización del PIB, el comportamiento de los distintos componentes de la demanda muestran algunas señales positivas para España, ya que todo el crecimiento se consiguió gracias al repunte de la demanda interna. En los últimos meses de 2022 y el inicio de 2023 los hogares y las empresas estaban mostrando un comportamiento muy cauteloso ante el temor a una recaída de la actividad, pero en el segundo trimestre volvieron a consumir y a invertir intensamente. El gasto de los hogares creció un 1,6% respecto del primer trimestre del año, el primer avance desde el pasado verano. Por su parte, la inversión en capital fijo creció un 4,6%, con un incremento del 1% de la inversión productiva (en maquinaria y bienes de equipo) y del 7% de la inversión en vivienda e infraestructuras. De esta forma, la demanda nacional tuvo una aportacion al PIB de 1,8 puntos a lo largo del trimestre, el mejor dato desde el final del estado de alarma.

Por el contrario, la demanda externa contribuyó muy negativamente al crecimiento económico como consecuencia de la coyuntura que están viviendo los principales socios comerciales de España. Las exportaciones cayeron un 4,1% respecto al primer trimestre del año; ni siquiera la recuperación del turismo consiguió compensar este descenso. Las importaciones también cayeron, pero en una cuantía muy inferior, un 1%. El resultado es que la demanda externa restó 1,4 puntos al crecimiento económico de España, el peor dato desde el segundo trimestre de 2020, el del gran confinamiento.

Este cambio del prefil de crecimiento desde las exportaciones de bienes al consumo interno de servicios alteró el comportamiento de los sectores. La industria manufacturera sufrió una caída de su producción del 1,2% respecto al trimestre previo, mientras que los servicios se expandieron un 1%. El mayor crecimiento lo registraron las actividades de información y comunicaciones (incluye las tecnologías TIC), con un avance del 3,2%. Los servicios de bajo valor añadido (comercio, hostelería y transporte) aumentaron su producción un 1% y siguieron siendo un pilar clave de la recuperación en España.

La economía española sufrió una inesperada ralentización en el segundo trimestre del año con un crecimiento del 0,4% respecto del trimestre anterior, según el avance de la contabilidad nacional publicado por el INE este viernes. Se trata de una desaceleración de 0,1 puntos como consecuencia del contagio de la crisis que vive Europa a España por la vía de una fuerte caída de las exportaciones. El dato de crecimiento se queda por debajo de las previsiones de los expertos que pronosticaban un avance de, al menos, el 0,5%, para repetir la cifra del primer trimestre del año. Además, el fuerte crecimiento del empleo mostrado por la EPA anticipaba datos mejores a los que finalmente se han registrado.

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