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Manuel de la Rocha y Nadia Calviño se reparten el control de Industria
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PARA LA EJECUCIÓN DE LOS PERTE

Manuel de la Rocha y Nadia Calviño se reparten el control de Industria

La mala relación de Reyes Maroto y su jefe de gabinete con el secretario general, Raúl Blanco, había tensionado el funcionamiento

Foto: Manuel de la Rocha, secretario general de asuntos económicos de Presidencia del Gobierno. (EFE/Kiko Huesca)
Manuel de la Rocha, secretario general de asuntos económicos de Presidencia del Gobierno. (EFE/Kiko Huesca)
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El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene nuevos jefes. La profunda remodelación efectuada el pasado diciembre, con las salidas de Fernando Valdés (secretario de Estado de Turismo), Raúl Blanco (secretario general de Industria) y Galo Gutiérrez (director general de Industria), y la inminente marcha de su titular, Reyes Maroto (será candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid), han dejado la cartera en manos de dos pesos pesados: Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos de Presidencia del Gobierno, y Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía.

Según diferentes fuentes del PSOE, la mano derecha del presidente Pedro Sánchez para temas de economía y empresa reúne todos los requisitos para ser el nuevo ministro de Industria, y así se descuenta ya en varias presidencias del Ibex. En términos operativos, De la Rocha ya estaba al corriente y participaba de la agenda de esa cartera, clave en la ejecución de los fondos europeos de recuperación Next Generation. Desde el punto de vista político, goza de la confianza del líder socialista, que de esta manera premiaría la lealtad y el trabajo realizado en la sombra como sherpa durante sus años en la Moncloa.

Foto: La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)

Sin embargo, el nombre del nuevo titular de Industria puede no resolverse hasta finales del primer trimestre, cuando se aproxime la campaña electoral para las municipales y autonómicas, de manera que Reyes Maroto pueda aprovechar la visibilidad que tiene como ministra. En cualquier caso, ha sorprendido de forma generalizada que una vez sabido su nuevo mandato político haya retocado tantos puestos clave del ministerio, hasta el punto de abortar las opciones del economista barcelonés Raúl Blanco como sucesor, continuando así con la tradición del PSC a los mandos de Industria (Majó, Montilla, Clos).

La relación de Maroto y su jefe de gabinete, Juan Ignacio Bidart, con un peso pluma político como Blanco se había ido deteriorando con el paso del tiempo, sobre todo a raíz del protagonismo adquirido por el secretario general (con agenda propia) en detrimento de la ministra, a la que desde el mundo empresarial siempre se le ha reconocido voluntarismo, pero poco mando en la Moncloa. No en vano, su nombre ha sonado en dos ocasiones para salir del Ejecutivo: la primera, en las autonómicas de Madrid para ser vicepresidenta económica de Ángel Gabilondo; y la segunda, en la crisis de Gobierno de antes del verano.

Foto: Raül Blanco, en el centro, en la presentación del Perte naval en Bilbao. (EFE)

Su salida, a la tercera, ha permitido resetear Industria, aunque solo sea para un año, y abordar un nuevo reparto de competencias para la ejecución de los Perte, que es un tema presente en las críticas a Maroto. De esta manera, Calviño asumirá competencias en la ejecución de los fondos a través de futuros comisionados, mientras que el ministerio, a la espera del posible salto de De la Rocha, se ha reconfigurado con la exconsejera mallorquina Rosana Morillo (Turismo), una plaza que da por perdida el PSOE en las autonómicas, y el senador socialista y exconsejero asturiano Francisco Blanco (Industria).

La bola de los Perte

El retraso en la ejecución de los Perte (solo un tercio de lo comprometido) se había convertido en el gran problema de fondo de Industria con los agentes económicos. El intento de triangular los intereses de todos los actores en juego desembocó en un claro retraso en el volumen de ayudas desembolsadas, hasta el punto de estar en peligro programas muy relevantes por su impacto en la economía española como el del automóvil, donde, tras las renuncias de Nissan y Ford, las quejas de Volkswagen-SEAT tensionaron al límite las relaciones del sector automotriz con el Gobierno, comprometiendo al propio Pedro Sánchez.

Como reconocen desde el sector público y privado, la gestión de los Next Generation está siendo un rompecabezas. Por un lado, por el ambicioso plan diseñado desde la Moncloa, en algunos casos con compromisos directos, como hizo el presidente del Gobierno con responsables de VW el pasado mayo en Valencia. En otro, por el poco peso político de Industria, condicionado por las competencias de otros ministerios (Hacienda y Transición Ecológica) y con un jefe de gabinete quemado con muchos interlocutores. Y en tercer lugar, por la ortodoxia burocrática defendida por Blanco para ajustarse al mandato de Bruselas.

Foto: La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño. (EFE/Zipi)

En este contexto, la figura de Calviño se ha cruzado como la solución de emergencia para acelerar todo este proceso, demostrando así su peso en el Ejecutivo y su pragmatismo político. No en vano, como reconocen dentro del PSOE, el ascendiente de la vicepresidenta primera llega a niveles insospechados para muchos, como demostraría su papel clave para que al final A Coruña, su ciudad natal (1968), haya resultado elegida para acoger la sede de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (Aesia) por delante de Granada, una de las favoritas y también gobernada por un alcalde socialista.

Más allá del nuevo ministro, el relato ya ha cambiado. El último Perte presentado tras los cambios en Industria es el destinado al sector agroalimentario, otra industria clave del tejido económico del país, con una dotación de hasta 500 millones. Para su concurso, se han modificado las bases de las ayudas con el fin de ampliar el número de beneficiados, los importes recibidos y suavizar los plazos de ejecución. Solo falta saber si al final Sánchez premiará a De la Rocha con esta cartera o le retendrá a su lado para escoltarle durante los seis meses de presidencia de la Unión Europea.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene nuevos jefes. La profunda remodelación efectuada el pasado diciembre, con las salidas de Fernando Valdés (secretario de Estado de Turismo), Raúl Blanco (secretario general de Industria) y Galo Gutiérrez (director general de Industria), y la inminente marcha de su titular, Reyes Maroto (será candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid), han dejado la cartera en manos de dos pesos pesados: Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos de Presidencia del Gobierno, y Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía.

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