Reino Unido, en vilo por la huelga en el puerto del que sale uno de cada tres contenedores

Lugar en el que tuvo lugar el último intento de invasión en la historia de Inglaterra, la pequeña ciudad portuaria de Felixstowe está a punto de sufrir el mismo destino que otras muchas localidades del país, fuertemente afectadas por las huelgas que recorren el país.

Alrededor de 2.000 estibadores en el puerto de Felixstowe comenzaron el domingo una huelga de ocho días, comenzando así la paralización en el flujo de bienes a través de la mayor puerta del Reino Unido para importaciones y exportaciones en contenedores. La localidad maneja cerca de un tercio del total de volumen de contenedores de Gran Bretaña, e incluso un porcentaje mayor si se habla del comercio directo con Asia.

Este asentamiento urbano en la costa este del país, con una población que apenas alcanza las 25.000 personas, posee una importancia a nivel económico que equivale a los puertos de Los Ángeles y Long Beach en Estados Unidos, o a la de Rotterdam, mayor puerto de la Unión Europea y uno de los primeros 20 del mundo si se habla del tráfico de contenedores.

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Se planea que las vías marítimas cambien de ruta alrededor de los piquetes, lo que añadiría tiempo y coste a las entregas. La segunda mayor empresa mundial de transportes de contenedores, A.P. Moller-Maersk A/S, anunció la semana pasada que dos barcos evitarán las paradas habituales y que descargarán los envíos que iban a Felixstowe en puertos del continente europeo, antes de mandarlos a la localidad británica, cuando termine la huelga (que previsiblemente será el próximo lunes 29 de agosto). El otro navío cambiará al DP World Ltd.’s London Gateway, el tercer puerto más concurrido del Reino Unido.

Las consecuencias de la huelga

Las movilizaciones de los estibadores podrían causar disrupciones en más de 800 millones de dólares en comercio, de acuerdo con la compañía de analíticas Russell Group. Aunque sea pronto para evaluar cualquier golpe más amplio al crecimiento, las empresas ya anticipan tiempos de entrega más prolongados y mayores costes, lo que dañaría aun más a la ya de por sí herida economía Británica.

De camino a la disrupción, el puerto de Felixstowe, propiedad de la multinacional con sede en Taiwán CK Hutchison, había comenzado a liberarse de la congestión que el covid supuso para los mercados internacionales. Una huelga de estas características probablemente dará la vuelta a esa tendencia positiva, según la plataforma de visibilidad de cadena de suministros FourKites Inc. Citaba para ello movimientos similares en puertos como el de Melbourne o el de Montreal, donde los tiempos de entrega se alargaron entre un 15% y un 50%.

La plataforma digital de cargamento Flexport Inc. cree que la congestión en el tráfico marítimo puede extenderse mucho más allá del Reino Unido, afectando al continente europeo y al asiático. Para el país, destacan como categorías de importaciones que llegan a través de Felixstowe los muebles, ordenadores o componentes de automóviles. Además, este puerto entro en déficit comercial ya en mayo: alrededor de mil millones de dólares en exportaciones frente a cerca de 4.500 millones de dólares en importaciones. Estos datos muestran también la importancia del puerto a la hora de proveer a los minoristas británicos.