La UE busca la manera de conectar a Ucrania a su red eléctrica para evitar apagones

Desde el pasado 24 de febrero Ucrania está desconectada de la red eléctrica rusa. “Está operando de forma aislada, lo que puede aumentar los riesgos de apagones”, ha explicado Barbara Pompili, ministra francesa de Energía y Transición Ecológica, en representación de la presidencia francesa del Consejo de la UE. La petición de Ucrania de unirse a la red eléctrica europea ha sido uno de los principales temas de un encuentro de ministros de Energía celebrado en Bruselas. “Para poder defenderse y permitir a su población hacer frente a la invasión rusa, cubriendo sus necesidades primarias y las de su población, Ucrania necesita energía. La Unión es solidaria con Ucrania en lo que respecta a la ayuda humanitaria, financieramente, en lo que respecta a las armas. También debe serlo en lo que respecta a la energía”, ha señalado Pompili.

“Ucrania está pidiendo una sincronización de emergencia con la red europea lo antes posible. Esto es técnicamente desafiante, pero es algo tangible que podemos hacer por nuestros socios”, ha explicado Kadri Simson, comisaria de Energía, aunque ha señalado que “no es una cuestión de horas, es cuestión de días, de semanas”. La ministra francesa ha insistido en que “la voluntad política es clara”.

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“En términos de electricidad, la red ucraniana está desconectada de la red rusa desde el jueves pasado y está operando de forma aislada, lo que puede aumentar los riesgos de apagones. La conexión de la red ucraniana a la red europea presenta múltiples desafíos técnicos, particularmente en la dramática situación en la que se encuentra Ucrania”, ha admitido la ministra, explicando que se está “intensificando el trabajo técnico para poder hacer frente a estos desafíos lo más rápido posible”.

Independencia respecto a Moscú

En cuestión de pocas semanas la Unión Europea está intentando recorrer un largo camino que durante mucho tiempo intentó evitar: el de lograr una mayor autonomía energética respecto a Rusia. La invasión rusa de Ucrania ha impreso tensión y urgencia en Bruselas y las principales capitales europeas, acelerando el proceso para intentar quitarle a Moscú una de sus principales bazas negociadoras con Europa: cortar el flujo de gas.

Desde hace semanas la Comisión Europea tiene contactos con países como Qatar, Noruega o Azerbaiyán con el objetivo de que ayuden a suplir con más exportaciones el agujero que dejaría el Kremlin si cortara el grifo del gas. Pero no será sencillo: el 40% del gas importado en la Unión Europea proviene de Rusia. En todo caso Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha asegurado que la Unión está lista para afrontar ese escenario, y este lunes Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión a cargo de Comercio, ha asegurado que en las acciones de los Veintisiete contra Moscú no debe descartarse nada, incluida la posibilidad de frenar la importación de gas.

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Simson señala que hace ya meses que la oferta desde Rusia viene disminuyendo. “Tenemos que estar preparados para que esta tendencia continúe”, ha explicado la comisaria, que ha señalado que si bien hay reservas para afrontar lo que queda de invierno, los niveles quedarán muy por debajo de lo habitual, y los Estados miembros y la Unión Europea deberán coordinarse y trabajar conjuntamente para prepararse para el próximo invierno. “Tenemos que estar preparados para la próxima temporada de calefacción, y eso significa que nuestras capacidades se llenen, y que no empecemos la próxima temporada como arrancamos la actual”, ha señalado Simson.

Por su parte, Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno, ha aprovechado para explicar que la situación muestra la “inmensa fragilidad de Europa en materia de energía como consecuencia de la dependencia muy elevada de un único proveedor en una materia prima de precios extraordinariamente volátiles como es el gas”.

El Gobierno español lleva desde septiembre impulsando un debate sobre la reforma del mercado energético europeo que en general ha sido rechazado por la mayoría de los Estados miembros y por la Comisión Europea. Kadri Simson, comisaria de Energía, explicaba hace pocos días a El Confidencial que seguía sin convencerle la propuesta española. “Mi opinión no ha cambiado. En lo que estoy de acuerdo con la posición española es en la necesidad de resaltar el hecho de que las energías renovables ahora son mucho más baratas que otras fuentes de energía. En ese sentido, nuestras reglas de mercado ayudan a ecologizar el sistema eléctrico al garantizar siempre que la fuente de energía más barata, las energías renovables, se envíe primero”, explicó.