El casino del mundo, en peligro: la detención del conseguidor VIP de Macao hunde el juego

Hace ya tiempo que Macao superó a Las Vegas como patio de recreo del mundo. Esta pequeña extensión de tierra pegada a China concentra en sus 115 kilómetros cuadrados más de 40 casinos y se ha convertido en el destino para miles de adinerados ciudadanos del gigante asiático que tienen ganas de poner en juego sus yuanes.

Para darles gusto y tratarlos a cuerpo de rey terminó surgiendo con el tiempo la figura del conseguidor. Estas personas se encargan de negociar con los casinos para ofrecer a esos jugadores alojamientos VIP, salas de juego exclusivas, límites más altos y todo tipo de comodidades. Incluso se encargan de darles préstamos para que sigan jugando y, llegado el caso, incluso se encargan de cobrar deudas para su cliente. Lo que es un servicio completo, vaya.

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EFE

La especial economía de Macao cultivó estas actividades hasta el punto de que en el 2018 eran responsables del 60% de los ingresos que llegaban a las arcas de la región por temas relacionados con el juego, según los datos de Morgan Stanley. Al año siguiente, el porcentaje se redujo al 38%, pero siguió siendo una cifra relevante que, como es normal, bajó en picado con la pandemia.

Estos conseguidores son muy reacios a la publicidad, pues sus servicios se basan también en la discreción. Por eso ha sido una mala semana para SunCity, uno de los principales. Por eso y porque han detenido a su presidente.

Hace solo unas horas que Alvin Chau está detenido por las autoridades de Macao; detenido entre acusaciones de juego ilegal y de lavado de dinero. Y, por si fuera poco, el regulador de los casinos de la región ha roto relaciones con SunCity, justo ahora que las cifras de volumen de juego parecen recuperarse tras los efectos del covid y la especial protección que ha impuesto China a sus fronteras. De hecho, en los 10 primeros meses del año la industria está un 29% por debajo de los niveles de volumen de antes de la pandemia.

Será ahora el sistema judicial de Macao, y no el de China, el encargado de juzgarle. Pese a que la región tiene una especial relación con el gigante asiático, pues siempre conviene llevarse bien con Pekín cuando uno está a la sombra de una superpotencia, cuenta con un sistema judicial independiente. Según estos tribunales, Chau usaba la compañía como tapadera para mover y ocultar grandes cantidades de dinero obtenido a través del juego ilícito fuera de Macao.

Esta es además una oportunidad perfecta para que Pekín pueda poner sus garras sobre estos conseguidores —en inglés conocidos como 'junkets'—. En septiembre, Macao ya avisó, aunque no ha trascendido si se trata de una respuesta a las presiones de Xi Jinping, de que va a implementar una normativa más férrea sobre el juego, si bien las autoridades son bien conscientes de cuál es el principal atractivo de la región.

Duro golpe bursátil

La detención de Chau golpeó al instante a la industria del juego, que vio como sus acciones se desplomaban tanto en los mercados asiáticos como en Wall Street, hasta donde llegaban los efectos del tsunami del casino del mundo.

Así, los títulos de los principales operadores de casinos como Wynn Macao, MGM International o Sans China se desplomaban un 8%, un 10% y un 5,2% respectivamente en apenas unas horas. Instantes después, en Wall Street, las matrices de las tres firmas registraban descensos de seis, tres y cinco puntos porcentuales cada una de ellas.

La preocupación ha debido cundir con especial relevancia en el cuartel general de Wynn. El grupo hotelero presidido por Matt Maddox tenía una especial dependencia de los conseguidores que atraían a jugadores de alto nivel, con un 20% de sus ingresos generados en Macao a través de estas actividades. Los títulos del 'holding' en el Nasdaq han caído un 5,1% en la última semana, gracias sobre todo al repunte del 8,1% registrado el jueves. Sus acciones se pagan ahora en el entorno de los 81 dólares, sus niveles más bajos desde septiembre de 2020, y quedan muy lejos de los 194 dólares en los que cotizaban a mediados de 2018.

La situación es incluso más grave para Las Vegas Sands, grupo que en España se hizo muy famoso por estar detrás de Eurovegas. Ahora con Robert Goldstein al frente, la compañía está en mínimos de 2012 y acumula un retroceso levemente por encima del 8% hasta situarse rondando los 34 dólares por participación. MGM, por su parte, se deja un 3% esta semana y sigue prolongando la caída desde que tocara sus máximos históricos en octubre.

La gran duda ahora es si esta detención se trata de una circunstancia aislada o si es solo el primer movimiento dentro de un seísmo que pueda sacudir los cimientos de lo que es, básicamente, el gran casino del mundo. No va más.