Bruselas recela del impacto de los fondos UE en 2021: “Somos más cautos que el Gobierno”
El comisario de Economía señala que Bruselas es más cauta que el Gobierno respecto al impacto de los fondos europeos en 2021, aunque señala que los datos son “muy positivos”
La Comisión Europea prevé que la economía española crezca en 2021 un 5,9%, bastante menos del 6,5% que prevé el Gobierno de España, y en 2022 un 6,9%, una décima menos de las previsiones del Ejecutivo español. En una entrevista con El Confidencial y otros tres medios europeos, que se publicará más extensamente este jueves, Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía, ha explicado que esa diferencia, especialmente en 2021, se debe a que la Comisión Europea es más cauta que el Gobierno respecto a la velocidad con la que tendrán impacto los fondos europeos.
“Si miras algunas ligeras diferencias entre las estimaciones del Gobierno y las de la Comisión, estas están conectadas a la cautela por nuestro lado sobre cómo de rápido puede producirse el gasto conectado a los proyectos financiados con subvenciones europeas, con cómo de rápido puede producirse ese proceso. Por eso, a pesar de que somos muy positivos sobre las previsiones para España, somos más cautelosos que el Gobierno en la velocidad de uso de estas subvenciones”, ha señalado Gentiloni.
El tono general es muy positivo, aunque sigue habiendo incertidumbres que rodean a la economía española y europea, fundamentalmente relacionadas con el ritmo de vacunación, el comportamiento de la pandemia y, precisamente, el despliegue del Fondo de Recuperación. En este momento la Comisión Europea espera que en 2022 todos los Estados miembros hayan recuperado los niveles de PIB anteriores a la pandemia. Uno de los elementos que preocupan a Bruselas es el hecho de que todavía queden una serie de países que no han ratificado la decisión de recursos propios necesarios para poder emitir deuda conjunta. La Comisión Europea espera que ese proceso se complete en mayo, para poder hacer la primera emisión a principios de verano, y proceder con las primeras emisiones al pago del 13% de prefinanciación.
Uno de los grandes retos que afronta el Gobierno, y que genera ciertas dudas entre los que conocen los entresijos del Fondo de Recuperación y la ejecución de los fondos europeos tradicionales, es la capacidad que tendrá España para hacer una absorción rápida de miles de millones de euros en tan poco tiempo y dentro de una estructura de gobernanza tan compleja. La economía española absorbe relativamente bien los fondos europeos, pero lo hace lentamente. Ahora debe hacerlo muy rápido. Y ahí es donde Bruselas es menos optimista que el Ejecutivo español, que cree que los efectos se notarán ya en 2021, mientras que los técnicos comunitarios consideran que esos efectos se desplazarán a 2022.
Ya en rueda de prensa, este miércoles, el comisario señalaba esas diferencias. “Nosotros consideramos que necesitaremos algo de tiempo antes de que los proyectos que se incluyen en el plan avancen hasta un escenario en el que el gasto tenga lugar de forma efectiva”, ha argumentado el italiano, explicando que es una diferencia fundamentalmente de calendario. En todo caso, la Comisión Europea confía en la ambición del Ejecutivo español: en sus previsiones de primavera asume que en 2022 España, junto a Francia y Alemania, habrá hecho uso del 50% de su asignación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el núcleo del Fondo de Recuperación.
Está por ver la capacidad de una absorción rápida de miles de millones de euros
El Gobierno español ha adelantado a los primeros años la mayoría de su inversión dentro del plan nacional de reformas, enviado a Bruselas el pasado 30 de abril, lo que ayuda al efecto rebote de la economía española que, tras ser la que más sufrió en 2020, con un descalabro del 11% del PIB, liderará el crecimiento europeo en los dos próximos ejercicios. El comisario europeo ha explicado en la entrevista que el reto ahora consiste en cómo lograr que este crecimiento sea “sostenible y duradero” más allá de 2022.
A diferencia de España, Italia ha repartido a lo largo del tiempo las subvenciones que le corresponden, lo que también ayuda a explicar que la economía española rebote de forma más fuerte que la transalpina en un primer momento. “Entiendo que (Italia ha repartido las subvenciones) por cautela respecto a la absorción”, ha explicado Gentiloni.
La Comisión Europea tampoco es demasiado optimista respecto a la temporada turística. Sí espera que el pase verde digital, facilitará el movimiento de las personas vacunadas y que ya hayan pasado la enfermedad y que las capitales esperan que esté en marcha en junio, tenga un efecto positivo. Pero no volverán los viejos tiempos todavía, aunque sí cree que en 2022 se recuperará la normalidad. “Tendremos una temporada turística mucho mejor que el año pasado, pero no una vuelta total a la normalidad porque todavía tenemos una cierta reducción sobre todo de vuelos internacionales, pero en general creo que finalmente podemos mandar algunas palabras de esperanzas a uno de los sectores más afectados que es el turismo”, ha señalado Gentiloni.
La Comisión Europea prevé que la economía española crezca en 2021 un 5,9%, bastante menos del 6,5% que prevé el Gobierno de España, y en 2022 un 6,9%, una décima menos de las previsiones del Ejecutivo español. En una entrevista con El Confidencial y otros tres medios europeos, que se publicará más extensamente este jueves, Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía, ha explicado que esa diferencia, especialmente en 2021, se debe a que la Comisión Europea es más cauta que el Gobierno respecto a la velocidad con la que tendrán impacto los fondos europeos.
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