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2 millones de familias pagarán de media 1.150€ más al año si se elimina la tributación conjunta
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Los planes del Gobierno

2 millones de familias pagarán de media 1.150€ más al año si se elimina la tributación conjunta

El Gobierno considera que este beneficio fiscal frena la incorporación de las mujeres al mercado laboral. La medida no afectará al 30% de rentas con mejores ingresos y tendrá más incidencia en las clases medias

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

La eliminación de la modalidad de tributación conjunta en el IRPF será una de las medidas fiscales más potentes de todas las que ha puesto en marcha el Gobierno en los últimos años. Será una subida de impuestos intensa para las familias, en especial las rentas medias y altas, con una incidencia que es equivalente a cinco veces la subida del diésel que propuso el Ejecutivo cuando presentó los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y que finalmente tuvo que descartar por la oposición del PNV.

El Ministerio de Hacienda ha incorporado a su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia la supresión de este beneficio fiscal con un periodo transitorio durante los próximos años. El Gobierno argumenta que se trata de un impuesto que desincentiva la incorporación de muchas mujeres al mercado laboral, ya que para esos hogares supondría la pérdida de esta ayuda. De hecho, el objetivo original de esta ayuda es precisamente compensar el exceso de tributación que se produce en un hogar cuando solo una de las partes percibe ingresos, ya que los tipos marginales son crecientes. Esta ayuda fiscal beneficia actualmente a 2,1 millones de hogares y en total moviliza unos 2.400 millones de euros, una media de 1.150 euros por familia al año.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

El efecto secundario indeseado de esta ayuda fiscal es que desincentiva la incorporación al empleo de la persona que no tiene renta, y como en la gran mayoría de los casos son mujeres, supone un factor más que contribuye a la desigualdad entre hombres y mujeres. Es importante señalar que el número de beneficiarios de esta ayuda lleva más de una década reduciéndose gracias a la incorporación de la mujer al mercado laboral.

El Ejecutivo ha comunicado a Bruselas que pretende dar un periodo de transición a esta medida para que las familias no pierdan de forma brusca su beneficio fiscal y para que tengan tiempo de incorporar a la mujer al empleo si desean compensar la caída de ingresos que sufrirán. Sin embargo, está decidido a eliminar este beneficio fiscal que es minoritario en los países de la OCDE, pero que existe en Alemania, Francia o Portugal bajo la modalidad de división de ingresos entre los dos miembros del matrimonio.

Para muchas familias, la realidad es que la desaparición de la reducción por tributación conjunta supondrá la pérdida de una importante ayuda fiscal. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) analizó este beneficio en 2019 por petición del propio Gobierno, que ya entonces sospechaba de sus efectos negativos sobre la incorporación de la mujer al mercado laboral. Gracias a este informe, existen datos detallados sobre el impacto del mismo por niveles de renta, edad, etc.

La eliminación de este beneficio afectará a casi uno de cada cinco contribuyentes

Esta medida tendrá un impacto muy amplio sobre los contribuyentes españoles. Un dato basta para comprenderlo: casi el 19% de los declarantes utiliza la modalidad de tributación conjunta, lo que supone un 17% de los hogares. Esto significa que uno de cada cinco contribuyentes tendrá que soportar esta subida de impuestos en los próximos años.

Su desaparición afectará especialmente a las rentas medias y altas, por lo que no afectará a la progresividad del impuesto. Es normal que así sea, por dos motivos. El primero es que las rentas bajas que no llegan a la tributación mínima, o cuyo resultado imponible es negativo, no pueden beneficiarse de esta ayuda. Eso significa que el 30% de las rentas con menores ingresos (inferiores a 13.000 euros) no percibe prácticamente nada de este beneficio fiscal. El segundo es que el beneficio es reducido para las rentas medias-bajas (aquellas que están en los deciles 4 y 5), ya que su tributación se sitúa en los tipos marginales más bajos, de modo que no tienen apenas margen para reducir su tipo efectivo.

El beneficio se concentra en las rentas medias y altas y apenas beneficia a las bajas

Es a partir del sexto decil cuando los hogares tienen un beneficio importante, esto es, quienes se sitúan por encima de la mediana de ingresos. En estas clases medias y altas, la ayuda fiscal supone la reducción del tipo efectivo de hasta 0,8 puntos. En los tramos más altos de renta, esto es, el 10% que más gana, el beneficio fiscal vuelve a reducirse, en este caso, porque una buena parte de los ingresos procede de rentas del capital y porque el grueso de sus ingresos se sitúa en cualquier caso en el tipo marginal más elevado.

Sin embargo, las ayudas por contribuyente son crecientes con la renta, esto es, se concentran principalmente en las personas con ingresos más elevados. El 10% de los hogares con mayores rentas (superiores a 43.000 euros anuales) concentra casi el 20% de las ayudas, esto es, percibe casi 500 millones de euros.

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE)

Por franjas de edad, la ayuda se dirige principalmente a contribuyentes entre 40 y 60 años de edad. Esto es, hogares en los que el hombre percibe un salario elevado, pero en los que la mujer apenas participa en el mercado laboral, ya sea porque nunca estuvo o porque dejó el empleo para el cuidado de los hijos y nunca volvió.

La reducción del tipo efectivo es más intensa entre los mayores de 65 años, llegando a suponer una rebaja de más de 0,7 puntos. Esto apunta a la existencia de matrimonios en que el hombre tiene una pensión muy elevada y la mujer apenas tiene ingresos porque no cotizó durante su vida laboral.

¿Desincentiva la incorporación de la mujer?

El estudio de la AIReF constata que una parte de la brecha en la tasa de ocupación entre hombres y mujeres se debe a este beneficio fiscal. Lo que hace la autoridad fiscal es analizar la tasa de participación de las mujeres casadas y observar que la tasa de participación es 19 puntos inferior entre las mujeres que ganan con la tributación conjunta. Este salto implica que efectivamente muchas mujeres no trabajan para evitar que su familia pierda este beneficio fiscal.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

Sin embargo, la capacidad que tiene la eliminación de este beneficio fiscal de cambiar esta brecha es reducida si se tiene en cuenta la distribución de este beneficio por tramos de edad. Como el grueso de los beneficiarios tiene entre 45 y 65 años, está justo en una franja de edad en la que es muy difícil reengancharse al empleo, lo que dificultará su incorporación y podría afectar de forma clara a los ingresos de esas familias. Además, una parte significativa de los beneficiarios son jubilados, que en ningún caso podrán reintegrarse al empleo.

Sin embargo, lo que sí puede conseguir esta medida es evitar que las mujeres salgan del mercado laboral en la franja de los 30 a los 40 años, que es justo la edad de la maternidad. También hay muchas mujeres que no salen del mercado laboral, pero optan por buscar trabajos a tiempo parcial que les permitan seguir cuidando de la familia.

El análisis realizado por la AIReF muestra claramente que las mujeres que consiguen un beneficio fiscal gracias a la tributación conjunta tienen una renta significativamente inferior a la de las que no lo tienen. Aunque los datos de declaraciones de la renta no permiten analizar qué parte de esta brecha se debe a una menor intensidad laboral y cuál a una posible ocultación de rentas (fraude fiscal), lo que muestran claramente es que se produce un salto de ingresos de 3.000 euros anuales entre las mujeres casadas que se benefician de la tributación conjunta frente a aquellas que no se benefician. Este salto no se produce en el resto de tramos del IRPF, lo que indica que su existencia tiene una incidencia evidente sobre los ingresos de estas mujeres.

La eliminación de la modalidad de tributación conjunta en el IRPF será una de las medidas fiscales más potentes de todas las que ha puesto en marcha el Gobierno en los últimos años. Será una subida de impuestos intensa para las familias, en especial las rentas medias y altas, con una incidencia que es equivalente a cinco veces la subida del diésel que propuso el Ejecutivo cuando presentó los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y que finalmente tuvo que descartar por la oposición del PNV.

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