Eurodiputados de Los Verdes se quejan al BEI por el fichaje de Navarro por Iberdrola

El fichaje de Emma Navarro, la que fuera vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) hasta el pasado mes de octubre, por la compañía española Iberdrola, ha desatado nuevas críticas en Bruselas hacia los casos de puertas giratorias en las instituciones europeas. Ahora un grupo de eurodiputados han enviado una carta a la institución de financiación europea, con sede en Luxemburgo, para quejarse ante el caso de Navarro.

“Iberdrola es una de las empresas que más recursos ha recibido del BEI en los últimos años. Emma Navarro, como vicepresidenta responsable de las operaciones de crédito en España, fue la responsable de operaciones de cientos de millones de euros con Iberdrola. Es un caso de puertas giratorias, que daña la reputación del BEI y genera serias dudas éticas sobre su incorporación”, ha criticado Ernest Urtasun, eurodiputado de En Comú Podem y uno de los firmantes de la misiva.

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Nacho Alarcón. Bruselas

La carta la firman otros eurodiputados del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo como Damien Carême, Bas Eickhout, Sven Giegold, Claude Gruffat y Piernicola Pedicini. “Como diputados de Los Verdes del Parlamento Europeo, nos gustaría expresar nuestra profunda preocupación por el caso de las puertas giratorias de la exvicepresidenta del BEI, Emma Navarro”, señalan los miembros de la Eurocámara.

[Consulte aquí la carta al completo]

“En aras de la transparencia en un caso tan sensible, solicitamos acceso a la evaluación completa de la Comisión de Ética y Cumplimiento que concluyó con la autorización otorgada al nuevo rol de la señora Navarro en Iberdrola. Además, también nos gustaría saber cuáles son los términos y condiciones concretos impuestos a la señora Navarro”, escriben los seis eurodiputados, que son algunas de las principales figuras de las delegaciones de Francia, Países Bajos, Alemania e Italia en la familia ecologista del Parlamento Europeo.

Además, solicitan al BEI que cumpla con la petición de la Eurocámara en el último informe sobre actividades de la institución, en el que solicitaron "incluir en el Código de Conducta del Comité de Dirección y del Consejo de Administración una disposición que excluya la posibilidad de que sus miembros supervisen los préstamos o la ejecución de proyectos en sus países de origen".

El fichaje

La española, que llegó al BEI en 2018 en sustitución de Ignacio Escolano, que se unió al Gobierno de Mariano Rajoy tras el nombramiento de Luis de Guindos como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), firmó durante su etapa en Luxemburgo créditos por valor de unos 1.200 millones de euros con la compañía energética española.

El fichaje de Navarro por Iberdrola se produjo menos de tres meses después de que la española abandonara la institución, por lo que todavía se encontraba en el llamado 'cooling-off' o periodo de incompatibilidad, una etapa de 12 meses en la que, según el código ético del BEI, deben evitarse los posibles conflictos de intereses. Para aceptar cualquier cargo que no sea público, los miembros que se encuentran en ese periodo deben solicitar permiso al ECC (Ethics and Compliance Committee), una comisión que estudia los casos de posibles conflictos de interés.

El ECC aprobó el fichaje de Navarro por Iberdrola con una única condición: "Abstenerse de cualquier relación con el Grupo BEI y sus órganos de gobierno durante el periodo de reflexión de 12 meses", explicaron desde la institución a El Confidencial, recordando, de hecho, que “Iberdrola ha sido y sigue siendo tradicionalmente uno de los principales clientes del sector privado español del grupo BEI, siendo uno de los mayores actores del sector energético en Europa y en el mundo”.

El fichaje provocó rápidamente reacciones en Bruselas por parte de las organizaciones más activas en la gobernanza corporativa y en el activismo por el aumento de los estándares éticos de las instituciones europeas. Xavier Sol, de la coalición de ONG Counter Balance que monitorea desde 2007 las actividades del BEI, señala que, "dado que la exvicepresidenta del BEI Emma Navarro estuvo a cargo de los préstamos del grupo a España durante su mandato en el banco, esto crea 'de facto' una situación de conflicto de intereses".