Las comunidades disparan su inversión un 16% justo antes de las elecciones
Las regiones están acelerando la ejecución para realizar las obras antes de las elecciones. La inversión se frenará a partir de junio, porque no hay partidas presupuestarias para mantener este ritmo
Los años electorales no son indiferentes para las cuentas públicas. Los gobiernos centran sus esfuerzos presupuestarios en culminar inversiones justo antes de la campaña electoral para sacar el mayor rédito posible en las urnas. Este ejercicio no está siendo diferente y los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas muestran un gran dinamismo inversor en el inicio del año.
En los dos primeros meses de 2019, las inversiones reales de las regiones aumentaron un 16,23% respecto al mismo periodo del año anterior. El dato sería muy superior sin la caída en el ritmo inversor de dos de las comunidades con mayor presupuesto: Cataluña y Andalucía. Ninguna de las dos se enfrenta al calendario electoral, de modo que han reducido su inversión un 61% y un 26% respectivamente.
En el resto de comunidades, lo que prima es un fuerte incremento de la ejecución de inversiones. El caso más claro es el de Baleares, que en los dos primeros meses del año ya gastó el 22% del presupuesto de todo el año. En total, ha empleado ya más de 57 millones de euros, lo que significa un incremento del 456% respecto al mismo periodo del año anterior.
En total, las regiones emplearon 276 millones de euros para realizar inversiones en los dos primeros meses del año, un incremento del 16,23%. Sin embargo, este ritmo de crecimiento no será sostenible el resto del año. La inversión se está concentrando en el inicio del año y tras las elecciones se espera una ralentización de la ejecución. Tiene que ser así, ya que en los presupuestos no se contempla un incremento del 16% en la inversión. Los créditos definitivos dispuestos para la inversión en las comunidades ascienden a 7.686 millones de euros para el conjunto del año, lo que significa un 5,63% más que en ejercicio anterior, pero en ningún caso ese 16% más.
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En algunas comunidades, el presupuesto destinado a inversiones es inferior al del ejercicio anterior, sin embargo, en este inicio de año están gastando más rápido que en el anterior. Eso significa que tras las elecciones se provocará un parón en la ejecución para cumplir con el presupuesto. Es el caso, por ejemplo, de Navarra. La comunidad foral tiene una partida de 142 millones para invertir en 2019, lo que significa un 12,4% menos que en el ejercicio anterior. Sin embargo, en los dos primeros meses del año ya había gastado un 141% más que en el mismo periodo de 2018.
Más inversión sin financiación
La 'Encuesta de coyuntura del sector de la construcción', que elabora mensualmente el Ministerio de Industria, también ha mostrado unos fuertes registros de inversión en el inicio del año que van en la misma dirección. Después de años de caídas en la construcción de obra civil, este año han vuelto los crecimientos a doble dígito, sobre todo concentrados en los tres primeros meses del año.
En febrero, la obra civil crecía a ritmos del 12,7% interanual, y en marzo aceleró hasta el 15,6%. En este periodo, por el contrario, la construcción privada de edificios cayó algo más de un 9%.
Estos datos no solo recogen inversión autonómica sino también estatal y local, pero evidencian bien el calendario inversor de las administraciones públicas justo antes de las citas electorales. El crecimiento de la obra pública se ralentizó en abril, una vez pasadas las elecciones generales, con un avance del 4,4% interanual. Es de esperar que después del 26-M la inversión se congele por completo o incluso se reduzca.
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Además, el ritmo inversor de las comunidades es insostenible para el resto del año por falta de financiación. Este año, se han encontrado con un problema de financiación derivado de la ausencia de Presupuestos Generales del Estado. Las entregas a cuenta de la Administración central a las regiones se actualizan cada año con la aprobación de los PGE, y este año incluían un incremento de 4.000 millones de euros derivado de la mejora de la recaudación fiscal.
El ritmo inversor de las comunidades autónomas es insostenible para el resto del año por falta de financiación
Como las cuentas no salieron adelante, el Gobierno finalmente no encontró cauce legal para actualizar las entregas y, por tanto, las comunidades han percibido la cuantía correspondiente a la prórroga presupuestaria. Esto significa que no han percibido 4.000 millones que les corresponden como resultado del buen ritmo de los ingresos tributarios. Los recibirán si finalmente se aprueban unos PGE o, si no, cuando se liquide el sistema de financiación de 2019 en 2021.
En resumen, las partidas presupuestadas para inversión crecen algo menos del 6%, lo que evidencia que en algún momento se tendrá que frenar el dinamismo del inicio de año. Es más: en algunas comunidades, como País Vasco, Navarra o La Rioja, los créditos habilitados para invertir son inferiores a los del año anterior.
Los años electorales no son indiferentes para las cuentas públicas. Los gobiernos centran sus esfuerzos presupuestarios en culminar inversiones justo antes de la campaña electoral para sacar el mayor rédito posible en las urnas. Este ejercicio no está siendo diferente y los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas muestran un gran dinamismo inversor en el inicio del año.
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