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El Gobierno prepara un plan de ayudas al cítrico por el aluvión de naranja sudafricana
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medidas fiscales para agricultores en apuros

El Gobierno prepara un plan de ayudas al cítrico por el aluvión de naranja sudafricana

El desplome de los precios en origen está haciendo polvo a los agricultores españoles, afectados por el repunte de las importaciones de Sudáfrica y el aumento de la producción interna

Foto: Las naranjas y mandarinas españolas viven una crisis de precios. (iStock)
Las naranjas y mandarinas españolas viven una crisis de precios. (iStock)

Los productores de naranjas y mandarinas están cobrando menos de 10 céntimos por kilo este año, una cantidad a todas luces insuficiente para cubrir costes. Los precios en origen se han desplomado, hasta tal punto que muchos productores se han negado a recoger la fruta de los árboles porque no les compensa, algo que achacan al aumento de las importaciones desde Sudáfrica, entre otros factores. El Ministerio de Agricultura es consciente de la situación y se compromete a tomar cartas en el asunto para mitigar los efectos.

Para empezar, ha convocado a todos los agentes del sector (distribución incluida) en marzo para analizar los hechos y buscar soluciones, tanto a corto como a largo plazo. Lo primero es medir cuánto daño real han hecho las importaciones desde Sudáfrica, con quien la Unión Europea firmó un acuerdo comercial en 2016. Dicho tratado les permite exportar a Europa sin pagar aranceles entre el 1 julio y el 15 octubre, y con arancel reducido (10,24% en lugar del 16% si el precio de entrada está por debajo de 35,4 euros por 100 kilos) entre el 16 de octubre y el 30 de noviembre.

Foto: Protesta de agricultores frente a la Conselleria de Agricultura. (AVA)

Esas condiciones tan ventajosas han propiciado un aumento de sus exportaciones a Europa, con impacto directo en el sector cítrico de nuestro país. El Gobierno está hablando con la Comisión Europea (CE) para ver si procede aplicar la cláusula de salvaguardia del tratado comercial con Sudáfrica, una vía que serviría para que se adoptasen medidas paliativas si se demuestra que el acuerdo resulta lesivo para los intereses de España. Pero ese proceso puede demorarse hasta tres años, el tiempo necesario para probar que el daño a los productores españoles está directamente relacionado con las importaciones de ese país. Eso, sin contar con el primer portazo de Bruselas hace apenas dos semanas, cuando la CE negó la existencia de estadísticas en ese sentido.

En cualquier caso, los agricultores no pueden esperar tanto. El Gobierno está estudiando posibles "medidas fiscales y de liquidez" para los productores en apuros. Véanse aquellos que no han tenido más remedio que dejar sus naranjas o mandarinas en los árboles o aquellos que tengan que hacer frente a amortizaciones de préstamos por inversiones. Las herramientas de emergencia ya existen, pero queda estructurarlas para ponerlas a disposición de los afectados, bien sea derivándolos a las comunidades autónomas —a menudo encargadas de asignar el presupuesto comunitario— o canalizando las reclamaciones hacia las vías adecuadas. Ese es uno de los temas que se abordarán en la mesa con el sector cítrico, avanzan fuentes del Ministerio de Agricultura a este periódico.

Hasta el momento, el Gobierno ha puesto en marcha la retirada de 50.000 toneladas de naranjas y mandarinas para donarlas a ONG, previa transformación en zumo. En este caso, el 100% de los costes de recogida está sufragado por fondos europeos, un porcentaje que asciende al 50% si no son destinadas a tal fin. El presupuesto comunitario también contempla una dotación de 200 millones de euros al año para las organizaciones interprofesionales, encargadas de invertir las ayudas en programas de promoción.

Pero dichas subvenciones no están siendo bien aprovechadas por Intercitrus. La interprofesional de los cítricos permanece inactiva, convirtiéndose en el paradigma de un sector muy poco organizado y disperso. Esto no ayuda a destacar las fortalezas de los productores patrios (como Valencia, Alicante, Castellón o Andalucía) frente a competidores como Sudáfrica, Egipto, Turquía o Marruecos. Con todo, España es líder en exportación de productos frescos y medalla de oro en cítricos, con cuatro millones de naranjas, mandarinas, limones o pomelos vendidos fuera cada año.

La tormenta perfecta

Al repunte de importaciones se suma el aumento de la producción interna de cítricos. Lo normal es quedarse en unos 6,6 millones de toneladas anuales frente a los 7,3 millones de toneladas estimados para este año, una cifra casi récord que puede generar problemas de comercialización. Tampoco ayuda el retraso de entre 15 y 20 días en la maduración, con incidencia en la calidad de las frutas. Los clientes a menudo las descartan si su aspecto es rugoso o si su piel es demasiado gruesa.

placeholder Naranjas a 0,60 euros el kilo en el súper. (M. V.)
Naranjas a 0,60 euros el kilo en el súper. (M. V.)

Ya no solo es la apariencia. "Algunas naranjas españolas no han salido buenas de sabor este año, bien sea porque se recogieron antes de tiempo o porque llovió en exceso cuando la fruta estaba en el árbol", explican fuentes del sector. Al mismo tiempo, "Sudáfrica ha metido sus mejores variedades en España, las de final de temporada". Aquí entra en juego una de las reivindicaciones de las organizaciones agrarias: ¿están compitiendo en igualdad de condiciones?

Según el responsable de cítricos de COAG, no. Pedro Gomariz denuncia que las entradas de fruta sudafricana, marroquí, turca o egipcia no cumplen las mismas exigencias sanitarias, extremo negado con rotundidad desde el Ministerio de Agricultura. La organización agraria reclama más controles para detectar el fraude y las mismas reglas del juego en todos los aspectos.

Foto: El excedente de producción también está detrás de los precios a la baja. (EFE)

"Los grandes operadores se están aprovechando de que hay frutas que no han salido buenas" para colocar el precio más bajo a toda la categoría, con independencia de su verdadera calidad. Así hacen polvo a los pequeños productores, que apenas cobran entre seis y 10 céntimos por un kilo de naranjas o mandarinas frente a los 30 céntimos de otros años. Son datos de COAG, muy combativa con la falta de transparencia en el sector.

La industria transformadora está vendiendo más caro un producto que ha comprado tres veces más barato que otros años, se queja Gomariz en referencia sobre todo a los limones. "Los demás eslabones de la cadena están sacando rendimiento" a costa de la asfixia de los agricultores, zanja.

Los productores de naranjas y mandarinas están cobrando menos de 10 céntimos por kilo este año, una cantidad a todas luces insuficiente para cubrir costes. Los precios en origen se han desplomado, hasta tal punto que muchos productores se han negado a recoger la fruta de los árboles porque no les compensa, algo que achacan al aumento de las importaciones desde Sudáfrica, entre otros factores. El Ministerio de Agricultura es consciente de la situación y se compromete a tomar cartas en el asunto para mitigar los efectos.

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