Las farmacéuticas temen que la victoria de Trump haga un roto a las ventas españolas

¿'American first'? El presidente de Farmaindustria teme que Donald Trump cumpla una parte de lo prometido en campaña. “Si sigue una política proteccionista, caerán las transacciones internacionales, y eso a nosotros no nos viene bien”, ha dicho Jesús Acebillo en un seminario organizado por la patronal de las farmacéuticas. Las exportaciones de medicamentos alcanzaron la cifra récord de 11.000 millones de euros en 2015, razón de más para que el sector tiemble ante las trabas al comercio exterior que pretende imponer el presidente electo de EEUU.

Trump amenaza con bloquear el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y tumbar el pacto transpacífico que Obama estaba negociando con líderes asiáticos y latinoamericanos, eso sin contar con los aranceles que planteó en campaña. Y parece que de momento lo está consiguiendo. La canciller alemana, Angela Merkel, anunció este miércoles que el acuerdo que trae de cabeza al viejo continente no se podrá firmar tras la elección del candidato republicano.

Cualquier barrera de entrada a productos extranjeros tendría un impacto nocivo para España, si bien Acebillo precisa a este periódico que el peso de Estados Unidos en las exportaciones del sector farmacéutico es limitado. Los destinos clave se concentran en Europa y han contribuido a un crecimiento del 22% respecto a 2010. Acebillo da por hecho que las transacciones comerciales se van a ralentizar, aunque pone el foco en otros temas.

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“Preocupa más lo que pase con los tipos de interés y el precio del dinero. Eso puede afectar mucho a las empresas”, desliza el presidente de Farmaindustria. En cualquier caso, la victoria de Donald Trump no es buena para España, y podría incluso frenar el viento de cola de la recuperación económica. “Si Estados Unidos se comporta de una manera muy distinta a la tendencia actual, tendremos menos incentivos al crecimiento”.

El futuro del TTIP queda en entredicho desde el triunfo en las urnas del mismo hombre que calificó el tratado como “una locura”. No obstante, la patronal quita hierro a sus amenazas y no pierde la esperanza. “Trump ha dicho muchas cosas. Su objetivo es crear 20 millones de puestos de trabajo en 10 años a través de políticas proteccionistas, pero eso no significa que vaya a matar el TTIP”, señala Iciar Sanz, directora del departamento internacional de Farmaindustria.

Sanz añade que el magnate neoyorquino no pertenece al aparato del Partido Republicano, cuenta con el rechazo de los pesos pesados y lo más probable es que no pueda salirse con la suya ni en este ni en otros ámbitos. “¡Volvamos a la autarquía y los aranceles! Y luego veamos si ese modelo es más eficiente”, ironiza Humberto Arnés, director general de la patronal de las farmacéuticas.

Cuidado con Italia y Alemania

La industria farmacéutica no teme los efectos del Brexit, pero pone el acento en el referéndum de Italia y los comicios en Alemania. “Nos tiene preocupados. Eso sí que puede ser un golpe para la estabilidad europea”, reconoce Acebillo, tras repasar la posibilidad de que Angela Merkel pierda las elecciones y el primer ministro italiano, Mateo Renzi, se vea en una posición de debilidad. Y pone como ejemplo el 'shock' económico que causó la crisis griega en Europa y, en particular, en España.

El referéndum italiano servirá para sacar adelante (o frenar) una reforma de la Constitución que, de ser aprobada, modificará sustancialmente el funcionamiento del Estado, al poner fin al 'bicameralismo perfecto'. O dicho de otra manera, las Cámaras Alta y Baja dejarán de tener el mismo rol y competencias. Renzi anunció que se retirará de la política si no logra el suficiente apoyo en las urnas.

La incertidumbre a nivel internacional no beneficia al sector farmacéutico ni es positiva para España. Así lo afirma Acebillo tras citar la crisis migratoria, el Brexit, el auge de los populismos en todo el mundo y, por supuesto, la posibilidad de que emerjan políticas proteccionistas de la mano de Trump.

A esto se suma una legislatura "complicada” en España, apunta el presidente de Farmaindustria. También ha pedido a la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, un contexto de estabilidad que favorezca las inversiones. “La industria farmacéutica no es tan anticíclica como algunos creen. La crisis nos ha afectado mucho”, zanja.

Y estima un gasto farmacéutico público total de 16.324 millones en 2016, un 0,9% más respecto al año pasado. Farmaindustria está dispuesta a renovar en breve el protocolo que firmó con los ministerios de Sanidad y Hacienda por el que se comprometió a que el gasto farmacéutico crezca al mismo ritmo que el PIB (o menos). Si no es así, las farmacéuticas deberán indemnizar al Estado.