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Sector eléctrico y auditores 'negocian' para evitar salvedades por culpa de la reforma
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El 'impasse' normativo distorsiona las cuentas

Sector eléctrico y auditores 'negocian' para evitar salvedades por culpa de la reforma

Los ejecutivos de las empresas eléctricas negocian a cara de perro con los auditores para pactar los ingresos que pueden consignar en sus balances

Foto: El ministro de Industria, José Manuel Soria. (Efe)
El ministro de Industria, José Manuel Soria. (Efe)

El retraso del Ministerio de Industria en cerrar los flecos de la reforma eléctrica amenaza con tener impactos colaterales. Y no menores. Al punto que, según explican diversas compañías afectadas, especialmente en el ámbito renovable, sus financieros y ejecutivos negocian a cara de perro con los auditores para determinarlos ingresos que pueden consignar en sus balances. No en vano las cifras definitivas dependen de una regulación que no está aprobada y que tiene en vilo a los damnificados, un factor más de incertidumbre para un sectorasolado por continuos cambios normativos.

En efecto, el Gobierno aprobaba el 12 de julio un real decreto de medidas urgentes “para garantizar la estabilidad financiera del sistema eléctrico”. La norma modificaba el hasta entonces vigente sistema de primas para retribuir al régimen especial -en esencia las energías renovables- y lo sustituía por una rentabilidad fija del 7,5%. Eso sí, dejaba pendiente de una orden ministerial la definición de los costessobre los que se aplicaría ese rédito. Además, la tasa recorrerá toda la vida útil de la instalación; esto es, si se habían obtenido rentabilidades superiores en los primeros años de vida de la planta, se descontarían a futuro. Imposible hacer números. Es más, Industriacontempla cientos de casos posibles.

Alberto Nadal. (Efe)¿Conclusión? En primer lugar, las sociedades viven desde julio con una incertidumbre brutal sobre su rentabilidad a futuro. Y en segundo, la facturación entre la publicación del real decreto y la orden ministerial es aproximada -y ficticia-, a la espera de que se regularice el dato con los parámetros finales de retribución. Todo un tour de force para las compañías, que en los tres primeros meses del año cierran sus números del ejercicio precedente, y para los auditores, siempre con la salvedad en la recámara. “Se tendrán que fiar de los datos que aportan nuestros técnicos. No puede haber más que una estimación”, se explica desde una firma con altas dosis de resignación.

La cuestión resulta especialmente grave, ya que los plazos están vencidos desde hace semanas. Según el timing marcado en su momento por Industria, las consultoras encargadas de elaborar un informe sobre la retribución del régimen especial en colaboración con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) -véase Boston Consulting Group y Roland Berger- debían entregar el documento hacia el 15 de noviembre. Soria aseguró a mediados de ese mes que era el único trámite pendiente para alumbrar la orden ministerial, prevista para mediados de diciembre. El ministro llegó incluso a afirmar que el 1 de enero de 2014 estaría todo resuelto.

Cristóbal Montoro. (Efe)Con el mes de febrero llamando a la puerta, no hay todavía fumata blanca. No han ayudado los otros frentes que se han abierto a Industria en las últimas semanas. Para empezar, la decisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de no asumir en 2013 costes del sistema por importe de 3.600 millones, con el consiguiente déficit de tarifa. Y después, la subasta maldita-finalmente anulada-,que avalaba una subida de la luz del 11% y que ha enrarecido la relación del Ejecutivo y las grandes eléctricas. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, aprovechó un desayuno celebrado la semana pasada en el Hotel Ritz de Madrid para garantizar al sector que era cuestión de días. Aunque la cuestión afecta sobre todo a las empresas centradas en las energías limpias, también las eléctricas convencionales afrontan distorsiones en sus balances, en tanto participan en mayor o menor medida en esas tecnologías.

Las renovables, en el punto de mira

El temor entre las renovables es que la demora termine traduciéndose en un mayor rejón para sus intereses. Nunca se ha escapado a los afectados que los patrones que se establecerán para fijar la rentabilidad del 7,5% estarán lejos de las inversiones que realmente efectuaron en su día. Y es que Industria ya ha dejado claro que necesita detraer 1.300 millones a las renovables para cuadrar sus números y parar la bola de nieve del déficit. Asumido el argumento, la inquietud es que la cosa pueda ir a peor. Un temor avalado por Nadal, cuya presentación en el citado desayuno dejaba claro que “el elevado precio de la electricidad es debido al fuerte incremento de los costes regulados".

El documento en cuestión subraya que, aunque la demanda está actualmente al nivel de 2005, los costes regulados -véase la amortización del déficit, las subvenciones a las renovables, la distribución, el transporte…- han aumentado un 221% en estos años. En consecuencia, el coste de producir la electricidad es similar en España al resto de los países de la UE, pero esa carga es superior en un 40% a la que soportan nuestros socios comunitarios. En concreto y de acuerdo con los datos de Industria, las ayudas a las energías verdes se han incrementado un 816% desde 2005. Un guarismo que deja pocas dudas sobre el camino que apunta el tándem Nadal-Soria. Para ponerse el casco.

El retraso del Ministerio de Industria en cerrar los flecos de la reforma eléctrica amenaza con tener impactos colaterales. Y no menores. Al punto que, según explican diversas compañías afectadas, especialmente en el ámbito renovable, sus financieros y ejecutivos negocian a cara de perro con los auditores para determinarlos ingresos que pueden consignar en sus balances. No en vano las cifras definitivas dependen de una regulación que no está aprobada y que tiene en vilo a los damnificados, un factor más de incertidumbre para un sectorasolado por continuos cambios normativos.

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