Nadal saca pecho por bajar la luz en 2013 pese a admitir alzas del 70% en una década

“La mayoría del auditorio no habrá notado mucho la subida de la luz, teniendo en cuenta el nivel de renta que se adivinaba. Sin embargo, alguno de los presentes nos quedamos de piedra cuando el secretario de Estado dijo que el recibo había bajado para una familia media”, explica uno de los asistentes ayer en el Hotel Ritz de Madrid al desayuno informativo en que Alberto Nadal, número dos de Industria, desafiólas creencias populares sobre el coste de la electricidad. Según su exposición, las familias con dos hijos y una determinada potencia contratada experimentaron un descenso medio del recibo del 3,1% en 2013.

Claro que el propio Nadal admitió que el ejemplo afecta a un segmento de consumo concreto. De hecho, si se amplía la fotografía en el tiempo y se evitan los intereses partidistas, el resultado no es tan interesante para el consumidor. Según los datos que maneja el propio Ministerio, la luz ha subido para las familias un 62,3% entre 2004 y 2011, más un 7,2% adicional en 2012. Esto es, una subida promedio del 6,5%. Un hogar medio pagaba de luz 360 euros al año hace una década y ahora desembolsa 615.Para no presumir demasiado, salvo que la esenciadel argumento sea zaherir la gestión del PSOE.

Es más, sólo en el período 2008-2011, la factura se ha incrementado para un consumidor doméstico medio en un 41,3%, una reflexión utilizada recientemente por el ministro Soria –que ayer ejercía de telonero de su número dos– para justificar la reforma eléctrica aprobada por el Consejo de Ministros en julio y que obviaba la formación de los precios en el pool. Nadal se escudó ayer en que, el pasado 2013, con él ya en el cargo, el recibo de la luzbajó una media del 0,9%, un descenso que se dejó sentir también en la industria. El precio sí se incrementó el 3,4% para segundas residencias.

Eso sí, tampoco está demasiado claro que, más allá de sus razones y la validez de sus cálculos, el aparente capo en el Ministerio tenga el don de la oportunidad. Sus declaraciones, efectuadas ante el establishment del sector, se producen apenas días después de que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara una subida de luz a partir de enero y para el primer trimestre del año del 2,3%. “Es uno de los temas más complejos que hemos tenido que afrontar en esta etapa”, aseguraba entonces el primer ministro, en plena refriega entre Ejecutivo y eléctricas por la anulada subasta del 19 de diciembre que alentaba un alza de la factura del 11%.

Es decir, el secretario de Estado esgrime que la luz ha bajado con los consumidores escaldados, teniendo que dar gracias por una subida de apenas el 2,3% y preguntándose qué quería decir el ministro cuando aseguró, a principios de la legislatura, que la eliminación del déficit la asumirían a partes iguales empresas, Administración y usuarios. Los cálculos de Nadal se referían a hogares con dos hijos con una potencia contratada de 3,9 kilovatios. Según explican asociaciones de consumidores, es una potencia indicada para una vivienda de tamaño medio que no tenga aire acondicionado o calefacción eléctrica o no los tenga conectados a la vez que otros electrodomésticos.

Días para la orden de renovables

El número dos de Soria también reveló tras el desayuno que faltan “días” para que el Ministerio haga pública la orden ministerial que definirá los pagos futuros a las energías renovables, una vez finiquitado el sistema de primas. Cómo publicó El Confidencial, Industria contemplará cientos de ‘casos estándar’ a los que aplicar la rentabilidad razonable del 7,5%que establecesu reforma eléctrica. Por ejemplo y en el caso de la fotovoltaica, sus técnicos ultiman en estos días el número de escenarios tipo en que se englobarán los 55.000 inversores que apostaron en su día por esta tecnología, cuya nuevaretribución se regirá por el modelo al que queden vinculados.

El Gobierno planteaba antes de verano una reformainterruptus. No en vano, el departamento de José Manuel Soria reconocía a las energíaslimpiasla citada rentabilidad del 7,5%, pero dejaba para una posterior orden ministerial la definición de los costes sobre los que aplicar ese rédito. El temor de los afectados es que los patrones que se establezcan esténalejados de las inversiones que realmente efectuaron, una inquietud lógica si se tiene en cuenta que Industria necesita detraer 1.300 millones a las renovables para cuadrar sus números. Evidentemente, las estimaciones del Ministerio no irán a al alza. Más preocupante, el tiempo corre y las dudas recorren a los inversores, ávidos por echar sus cuentas y saber si sus proyectos son viables. Nada nuevo bajo el solo en un sector martirizado desde hace años por la incertidumbre regulatoria.