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Ibercaja y Unicaja se 'rebelan' contra el Gobierno y pretenden seguir en solitario
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NADIE QUIERE CEDER PODER EN LAS PRÓXIMAS FUSIONES

Ibercaja y Unicaja se 'rebelan' contra el Gobierno y pretenden seguir en solitario

Ibercaja y Unicaja, las dos cajas medianas que han acometido los últimos procesos de integración, están plantando cara a la voluntad del Gobierno de que protagonicen

Foto: Ibercaja y Unicaja se 'rebelan' contra el Gobierno y pretenden seguir en solitario
Ibercaja y Unicaja se 'rebelan' contra el Gobierno y pretenden seguir en solitario

Ibercaja y Unicaja, las dos cajas medianas que han acometido los últimos procesos de integración, están plantando cara a la voluntad del Gobierno de que protagonicen una nueva fusión, bien entre ellas, bien con BMN o Liberbank, según confirman distintas fuentes conocedoras de la situación. Ambas pretenden seguir en solitario argumentando que su solvencia es más que suficiente. Este pulso se produce cuando apenas queda tiempo para que deban anunciarse estas fusiones -el plazo del Real Decreto termina el 31 de mayo- y en un contexto en el que ninguno de los cuatro presidentes quiere ceder poder en una posible integración.

Como informó la semana pasada El Confidencial, el Ejecutivo ha dejado claro a estas cuatro entidades -producto de la unión de 14 cajas- que tienen que acometer otra fusión para alcanzar el tamaño mínimo de 100.000 millones de activo, y que no vale para cumplir esta exigencia la adquisición del Banco de Valencia, actualmente en proceso de subasta, como pretendían algunas; no hay tiempo para ello, sino que tienen que anunciar las nuevas operaciones antes del citado 31 de mayo.
 

Aunque todas mantienen conversaciones entre sí (y no sólo desde el 'toque' del Gobierno, sino con anterioridad), la aragonesa y la malagueña pretenden resistirse a las pretensiones gubernamentales y tratar de convencerle de que pueden seguir en solitario aunque no lleguen a la dimensión mínima establecida. Sus argumentos son su solvencia -superior a la media del sector- y las enormes dificultades de sus procesos actuales de fusión, que harían casi inviable embarcarse en otra operación antes de cerrarlos.

Ibercaja apenas ha iniciado la absorción de Caja3 (CAI, Círculo Católico y Badajoz), anunciada en marzo y, además, esta operación deteriora una solvencia que era de las más altas de España. Además, se ha presentado finalmente a la puja por Banco de Valencia. Fuentes cercanas a la entidad aseguran que hay bastante descontento dentro con el Gobierno: "Piensan que, si quería que Ibercaja ganara en tamaño, lo que tenía que haber hecho el Ejecutivo es concederle Unnim", que fue a parar a BBVA cuando todo al mundo apuntaba a la caja aragonesa como vencedora de la subasta. Ahora, "no entienden que les negaran Unnim para acto seguido decirles que tienen que fusionar con otra entidad y sin ayudas públicas", según estas fuentes.

En cuanto a Unicaja, es la que va más retrasada con su propia fusión: estuvo a punto de romper la operación con Caja España-Duero hace poco más de un mes, que sólo se salvó por las prebendas que le concedió el Banco de España. Pero es que ni siquera las dos cajas de Castilla y León han completado su integración entre sí, pese a que hace dos años que la anunciaron. Aparte de la mala situación en que se encuentran, que las habría abocado a la intervención si llega a fallar la opción de la caja malagueña.

En esa tesitura, algunas fuentes señalan que su intención es parecida a la de Ibercaja: tratar de convencer al departamento de Luis de Guindos de que no necesita acometer otra operación con urgencia y que le conceda tiempo para hacerlo cuando haya digerido la fusión actual. Para ello, cuenta con la inyección que le ha concedido el FROB 3. Desde ambas cajas se mantiene oficialmente un mensaje de prudencia y de mantenerse a la expectativa.

¿Se mantendrá firme el Gobierno?

La cuestión es si el Gobierno va a permitirles resistir en solitario o no. "No se va a publicar ningún Real Decreto nuevo para obligarles a fusionarse", reconocen fuentes cercanas al Ministerio. "Ahora bien, si el Gobierno te dice que te tienes que fusionar, es muy difícil resistirte", admiten algunas de las fuentes consultadas.

Estas fuentes dan otra explicación de las reticencias de Unicaja e Ibercaja: "Ya no pueden seguir jugando a ser la caja fuerte en una fusión una vez que se han comido Caja España y Caja3, y si van a una fusión van a perder, por eso van a resistirse todo lo posible". Precisamente, la negativa a perder poder de los cuatro presidentes -Amado Franco (Ibercaja), Braulio Medel (Unicaja), Carlos Egea (BMN) y Manuel Menéndez (Liberbank) es el principal obstáculo para que las negociaciones que mantienen todas ellas entre sí fructifiquen.

Si las pretensiones de Ibercaja y Unicaja no son aceptadas, "al final, alguien cederá y aceptará fusionarse con otra sin mandar, y las otras dos no tendrán más remedio que unirse entre sí", concluye otra de las fuentes. No obstante, todas las entidades aseguran que las negociaciones son muy preliminares y que "está todo muy verde". Y aunque es muy pronto para saber quién acabará con quién, ya hay algunos indicios de qué operaciones no van a salir porque no mantienen conversaciones, según las fuentes consultadas: Ibercaja y Liberbank, por un lado, y BMN con Unicaja -que sí estuvieron a punto de alcanzar un acuerdo antes de que Unicaja se decantara por Caja España-, por otro.

Ibercaja y Unicaja, las dos cajas medianas que han acometido los últimos procesos de integración, están plantando cara a la voluntad del Gobierno de que protagonicen una nueva fusión, bien entre ellas, bien con BMN o Liberbank, según confirman distintas fuentes conocedoras de la situación. Ambas pretenden seguir en solitario argumentando que su solvencia es más que suficiente. Este pulso se produce cuando apenas queda tiempo para que deban anunciarse estas fusiones -el plazo del Real Decreto termina el 31 de mayo- y en un contexto en el que ninguno de los cuatro presidentes quiere ceder poder en una posible integración.

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