Es noticia
Las cuatro cajas medianas se resignan a acometer una fusión antes del 31 de mayo
  1. Economía
NO TIENEN TIEMPO PARA ESPERAR A LA SUBASTA DE BANCO DE VALENCIA

Las cuatro cajas medianas se resignan a acometer una fusión antes del 31 de mayo

Los cuatro grupos de cajas de tamaño medio que quedan tras la primera oleada de fusiones en el sector -BMN, Liberbank, Ibercaja-Caja3 y Unicaja-Caja España- se

Foto: Las cuatro cajas medianas se resignan a acometer una fusión antes del 31 de mayo
Las cuatro cajas medianas se resignan a acometer una fusión antes del 31 de mayo

Los cuatro grupos de cajas de tamaño medio que quedan tras la primera oleada de fusiones en el sector -BMN, Liberbank, Ibercaja-Caja3 y Unicaja-Caja España- se han resignado a acometer una segunda operación antes de fin de mes por las fuertes presiones de Economía en este sentido. Varios esperaban cumplir los deseos del Ejecutivo con la compra el Banco de Valencia, pero "no hay tiempo, tenemos que hacer algo antes de que se resuelva la subasta", admiten en uno de ellos. La gran incógnita es quién se fusionará con quién, porque todos están negociando con todos.

En principio, parecía que estos cuatro grupos -formados por la integración de 14 cajas de ahorros- podían mantenerse tal como habían quedado después de unas fusiones con las que ya habrían "cumplido" las exigencias de las autoridades. De hecho, el Banco de España dio el visto bueno a sus respectivos planes de cumplimiento del Real Decreto de saneamiento en solitario. Sin embargo, la incesante presión del mercado sobre el sector financiero español y las dudas sobre las pérdidas de la exposición al ladrillo, no resueltas con la 'reforma De Guindos', han forzado a Economía a presionarlas para que acometan nuevas operaciones que formen entidades más grandes.

Así, hace dos viernes el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez-Latorre, se reunió con los presidentes de las cuatro entidades -Carlos Egea, Manuel Menéndez, Amado Franco y Braulio Medel- para instarles a protagonizar nuevas integraciones. Los cuatro mostraron inicialmente reticencias, argumentando que bastante complicado es ya ejecutar las fusiones en que se encuentran enfrascados. Pero el Ministerio está decidido, como reiteró el lunes el propio Luis de GuindosAnte la persistencia de Economía, al menos tres de ellas -BMN, Ibercaja y Liberbank- pretendían cumplir esta obligación con la compra del Banco de Valencia en la subasta que se encuentra actualmente en marcha.

Pero ni siquiera hay tiempo para eso. "Tenemos que movernos antes de que se resuelva la subasta, y si la gana alguno, el Banco de Valencia se integrará en la nueva entidad fusionada", explican en otro de los grupos implicados. Como adelantó El Confidencial, las ofertas vinculantes por la antigua filial de Bankia intervenida por el Banco de España se presentarán el 27 de mayo, y el supervisor tendrá 15 días para decidir la adjudicación. Este plazo supera la fecha tope del 31 de mayo que establece el Real Decreto para que las entidades comuniquen sus planes de integración si quieren acceder al régimen especial de fusiones -que permite dotar las provisiones en dos años y contra capital, así como acceder a ayudas públicas del FROB 3-.

Las opciones más probables

En esa tesitura, se han acelerado las negociaciones entre las cuatro para alcanzar acuerdos antes de fin de mes, aunque cualquier operación se antoja muy complicada. Según los observadores, las que tendrían más sentido son Ibercaja con BMN y Unicaja con Liberbank, tanto por afinidad política como personal de sus presidentes. Pero ninguna de ellas es nada fácil, por dos motivos principalmente. El primero son los personalismos, es decir, la negativa de todos los presidentes a perder poder en una fusión, que se ha convertido en el principal obstáculo para la oleada de integraciones que pretendía provocar el plan De Guindos.

Incluso Menéndez, presidente de la más pequeña de las cuatro (Liberbank, con 53.000 millones en activos), se niega a protagonizar un movimiento en el que no esté él a la cabeza. De hecho, ésa es la causa por la que ha sido incapaz de culminar ninguna de las múltiples conversaciones que ha mantenido en el último año. Por otro lado, Medel y Franco tienen unas relaciones muy frías desde que el primero se inclinó a favor de Fainé y en contra del aragonés en la batalla por la presidencia de la CECA. El malagueño tampoco mantiene un buen entendimiento con Egea, ya que sus estilos de gestión son radicalmente distintos.

El segundo obstáculo son los problemas internos que sufre cada una. BMN -formada por las cajas de Murcia, Granada, Penedès y Sa Nostra- es la que tiene más avanzada su integración (al 80%), pero todavía tiene que reducir enormemente sus costes: recientemente ha anunciado un nuevo ERE que afecta al 21% de su plantilla. Las otras tres han recorrido mucho menos camino, pues ni siquiera Liberbank (formada al mismo tiempo que BMN, aunque después sufrió la traumática expulsión de la CAM) tiene unificados los servicios centrales de Cajastur, Cantabria y Extremadura. Aunque tiene buenas cifras de solvencia, sus provisiones del ladrillo se encuentran entre las más bajas del sector. Para acceder al régimen especial de fusiones, se ha embarcado en la compra de la red en España de la portuguesa Caixa Geral, operación que espera acogerse a la excepción de un incremento inferior al 20% de su activo -sólo le aporta 8.200 millones-. 

Ibercaja se quedó muy descolocada tras quedarse sin Unnim, que finalmente fue a parar a BBVA. Anunció la absorción de Caja3 (CAI, Círculo Católico y Badajoz) en marzo y apenas ha tenido tiempo de iniciar una integración que, además, deteriora una solvencia que era de las más altas de España. Pero la que va más retrasada es Unicaja, que estuvo a punto de romper la operación con Caja España-Duero hace poco más de un mes, que sólo se salvó por las prebendas que le concedió el Banco de España. Pero es que ni siquera han completado su integración las cajas de Castilla y León, pese a que hace dos años que la anunciaron. Aparte de la mala situación en que se encuentran, que las habría abocado a la intervención si llega a fallar la opción de la caja malagueña.

La opción de Bankia, muy remota

Otra alternativa que se ha planteado es que alguna de las cuatro se integre con Bankia, algo de lo que estaría encantado Rodrigo Rato para poder cumplir él mismo las exigencias de provisiones en dos años. Es decir, esto serviría para matar dos pájaros de un tiro -fusionar una de las medianas y aliviar las urgencias de la grande-, aunque muchos dudan de que una fusión con alguien más pequeño baste para resolver el 'problema Bankia'. Algunas fuentes aseguran que se ha dirigido a varias de estas entidades para explorar esta posibilidad, extremo que desmienten las implicadas.

En todo caso, ninguna de las cuatro está por la labor de unirse al gigante formado por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas más pequeñas. "Antes que irnos con Bankia preferimos fusionarnos las cuatro juntas, nadie quiere saber nada de Rato", señala una de las fuentes consultadas. 

Entonces, ¿qué va a pasar? "Al final, alguien cederá y aceptará fusionarse con otra sin mandar, y las otras dos no tendrán más remedio que unirse entre sí", concluye otra de las fuentes. "Es inevitable, Economía está presionando muchísimo y alguien acabará dando su brazo a torcer", añade.

Los cuatro grupos de cajas de tamaño medio que quedan tras la primera oleada de fusiones en el sector -BMN, Liberbank, Ibercaja-Caja3 y Unicaja-Caja España- se han resignado a acometer una segunda operación antes de fin de mes por las fuertes presiones de Economía en este sentido. Varios esperaban cumplir los deseos del Ejecutivo con la compra el Banco de Valencia, pero "no hay tiempo, tenemos que hacer algo antes de que se resuelva la subasta", admiten en uno de ellos. La gran incógnita es quién se fusionará con quién, porque todos están negociando con todos.